06:00 hrs.  24 de Marzo  de 2005

 

Boletín UNAM-DGCS-223

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

 

 

EN PELIGRO CUATROCIÉNEGAS, ÁREA QUE GUARDA EL SECRETO DEL ORIGEN DE LA BIODIVERSIDAD

 

·        Es única en el mundo por sus más de 300 pozas de agua cristalina, rica en microorganismos que forman estructuras calcáreas fósiles, similares a las encontradas en Marte

 

Para contrarrestar el riesgo de desaparición, es necesario combatir la contaminación que afecta la zona de Cuatrociénegas, Coahuila, área natural protegida que guarda el secreto del origen de la biodiversidad en el planeta y de cómo se produjo el oxígeno, informó Valeria Souza Saldívar, investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM.

 

La coordinadora del proyecto surgido a iniciativa de la NASA y única ecóloga evolutiva en bacterias de México, advirtió que si los pobladores de la región continúan con la extracción de agua, utilizan fertilizantes y pesticidas que afectan el medio ambiente y se permite las visitas de tipo turístico sin un programa adecuado, de forma irresponsable, ese sitio perdería las condiciones de biodiversidad en un lapso aproximado de diez años.

 

Ubicada en el desierto de Coahuila, es considerada única en el mundo por sus más de 300 pozas de agua cristalina, rica en microorganismos que forman estructuras calcáreas fósiles, similares a las halladas en Marte, añadió.

 

También parece ser el reino de las bacterias, pues es quizá el único lugar del planeta en donde siguen siendo el pasto que consumen caracoles y peces, como sucedía al principio de la vida, precisó.

 

Souza Saldívar comentó que las lagunas de este valle son ricas en cianobacterias formadoras de estromatolitos, unos cuerpos de carbonato procedente de algas microscópicas, conformando un sistema acuático fósil vivo.

 

La universitaria, a cargo de la investigación Ecología de comunidades microbianas en las aguas subterráneas de Cuatrociénegas, Coahuila, resaltó que en los últimos años se han perdido diversas especies en esta área. El ecosistema era más grande, llegaba hasta Torreón, en donde había pozas con peces endémicos.

 

Sin embargo, hay buenas señales, recordó. El Congreso local solicitó al gobierno de la entidad crear la gran reserva de la biosfera de Cuatrociénegas para mantener el acuífero. De hecho, desde 1984 es, por decreto presidencial, Área de Protección de Flora y Fauna. Se pide regresen los grandes herbívoros y carnívoros de esas planicies, como bisonte, berrendo, oso negro y lobo mexicano, y puedan moverse a través de las sierras. Con ello se preservarían los veneros, la gente viviría del turismo ecológico, y se cultivaría por goteo.

 

Este humedal es un sistema frágil, sus seres existen bajo un régimen alimenticio estricto, por lo que al quitarles o agregarles más nutrientes, sobre todo fósforo, mueren. “No queremos que este mar perdido de cientos de millones de años se acabe” por no protegerlo, señaló.

 

Resaltó que el agua de los manantiales brota a 32 grados centígrados. Las evidencias geológicas y del DNA de las bacterias muestran la existencia de bolsas de magma debajo de la región, sobre todo en la Sierra de San Marcos, que calientan el agua y la hace circular.

 

Valeria Souza explicó que Cuatrociénegas es un sistema modelo, donde estos organismos son base de la cadena alimenticia como ocurre en el fondo del mar. “Si se entiende cómo se forman las especies y cuáles son las fuerzas que generan en un lugar con pocos nutrientes, se comprenderá el porqué hay tanta diversidad planetaria”.

 

En su origen, abundó, la Tierra comenzó como esta zona. Es un lugar donde la energía está restringida, similar a un mar antiguo atrapado, en donde todo se hizo diminuto. Hace 3 mil 500 millones de años los estromatolitos formaron filamentos y descubrieron la fotosíntesis, tomaron con sus antenas la energía del Sol y la convirtieron en azúcar.  Esto  cambió al mundo y llenó de oxígeno la atmósfera, que invadieron las cianobacterias, al igual que los océanos; liberaron el fósforo de las rocas y hubo más energía libre para hacer cosas mayores.

 

En Cuatrociénegas está el mundo antes del fosfato libre, cuando habitaban los primeros herbívoros invertebrados, y no habían acabado el primer pasto. Fueron abundantes por millones de años, pero cuando irrumpieron los organismos multicelulares acabaron con ellos. Quedaron pequeñas poblaciones en lugares extremos, sentenció.

 

Subrayó que en esta región del norte de México hay condiciones similares a las que puede haber en Marte: es agua salada, profunda y antigua. Hay similitudes: los dos tienen un mar hondo; en Marte hay estromatolitos muertos y aquí vivos. Sólo falta saber cómo han sobrevivido 3 mil 500 millones de años.

 

Cuatrociénegas se aisló con montañas de 3 mil metros; se mantuvo como lugar perdido con su diversidad. Se alimenta de dos aguas, la de origen fósil en las rocas, y la mezclada con lluvia. El sitio guarda enormes secretos sobre cómo ha podido conservarse tantos años. Para Valeria Souza es algo que se debe investigar. Es indispensable su sobrevivencia, rediseñar una reserva donde se proteja el líquido y ofrezca opciones de desarrollo sustentable.

 

A pesar de existir abundante literatura desde hace más de 60 años sobre la historia natural de esta zona y de sus diferentes ambientes, se sabe poco de sus comunidades bacterianas, para ello se colabora con especialistas de Houston, Conecticut, San Diego, y las universidades de Idaho y de Arizona; así como del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología y la Facultad de Ciencias de la UNAM.

 

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PIES DE FOTO

 

 

FOTO 01

 

Valeria Souza, del Instituto de Ecología, comentó que en su origen la Tierra comenzó como hoy es Cuatrociénegas, un lugar con pocos nutrientes, base de la cadena alimenticia como ocurre en el fondo del mar.

 

 

FOTO 02.

 

De continuar los actuales niveles de contaminación, Cuatrociénegas, Coahuila, área que guarda el secreto del origen de la biodiversidad en el planeta, podría desaparecer en diez años: Valeria Souza.