06:00 hrs.  18 de Marzo  de 2005

 

Boletín UNAM-DGCS-211

Universidad Iberoamericana

 

Pies de foto al final del boletín

 

ANALIZAN SITUACIÓN MIGRATORIA EN LA FRONTERA

 

 

Es necesario que las instituciones especializadas en la investigación sobre migración laboren en forma coordinada, para intercambiar experiencias y conocimientos sobre esta problemática, señaló René Millán, director del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.

 

Durante la videoconferencia Migración internacional. Tendencias emergentes y desafíos teóricos –transmitida a la Escuela Permanente de Extensión en San Antonio, Texas; a la Unidad Académica en Ciencias Sociales y Humanidades en Mérida, Yucatán; y a la Casa de Humanidades–, el funcionario reveló que este es el motivo por el cual se trabaja en forma conjunta con la Universidad de Princeton, Estados Unidos. 

 

Al respecto, Alejandro Portes, director del Centro de Migración y Desarrollo de la Universidad de Princeton, destacó que la política gubernamental norteamericana de militarizar la frontera y hacer más difícil el cruce de mexicanos no ha frenado este flujo, sino consolidado a la población ilegal, no autorizada y en condiciones de desventaja, no sólo en el sureste sino por toda la Unión Americana.

Además, ha creado consecuencias inesperadas: más muertes en las zonas limítrofes y mayor permanencia en su territorio, por la dificultad de reingresar.

 

Abundó que la motivación estructural que lleva a los mexicanos a viajar es la diferencia salarial para los trabajadores de baja calificación. En Estados Unidos su salario es hasta diez veces mayor por día, base para alcanzar sus aspiraciones y sacar a la familia adelante. Pero hay otros factores involucrados, como la construcción de redes sociales; es decir, los nuevos residentes se perpetúan a través de vínculos con los recién llegados y sus familias de origen.

 

En un inicio los indocumentados mexicanos eran fundamentalmente jóvenes hombres, pero ahora hay un fuerte componente de mujeres y niños; es decir, los lazos comunes sostienen el proceso aun después que los incentivos económicos han desaparecido.

 

Al referirse a las líneas investigación seguidas en el IIS, resaltó que una de ellas es el papel de los dos Estados en las migraciones, hasta qué punto las políticas e inacciones de ambos gobiernos inciden en la canalización de los flujos en su carácter cíclico y en los asentamientos en el vecino del norte.

 

Otra es la doble nacionalidad, la discusión sobre la posibilidad de que los connacionales en el extranjero voten en elecciones nacionales; es una de las temáticas más importantes, argumentó.

 

Sobre los hijos de inmigrantes en Norteamérica, explicó que muchos de ellos fueron llevados sin ninguna decisión de su parte, otros nacieron allá, pero a menudo crecen en condiciones de desventaja, porque el objetivo de la marcha es laboral, con bajos niveles de capital humano; van a llenar necesidades de mano de obra, y quienes se crían en esas condiciones tienen dificultades para ascender en el sistema educativo norteamericano e integrarse.

 

En su oportunidad, Jorge Durán, de la Universidad de Guadalajara, apuntó que para entender y explicar el fenómeno migratorio deben considerarse tres puntos fundamentales: su historicidad, pues el flujo inició en 1884, cuando se une el sistema ferroviario de ambos países.

 

En segundo lugar, es masivo. Hoy día existen cerca de 10 millones de mexicanos en la Unión Americana; es decir, 10 por ciento del total, y entre 15 y 18 por ciento de la población económicamente activa.  El tercer elemento distintivo es la vecindad geográfica, pues es una frontera de más de tres mil kilómetros entre los dos países.

 

Recordó que la región del occidente es donde se origina el éxodo. Jalisco, Michoacán, Guanajuato y Zacatecas son los estados expulsores originales. Estadísticas de 1926 señalan que 65 por ciento de los ilegales provenía de esas entidades. El sureste no figuraba; su aporte era menor a dos por ciento en 1990; diez años más tarde sube a cerca de 10 por ciento.

 

Por su parte, Douglas S. Massey, de la Universidad de Princeton, presentó un estudio etnográfico para aportar datos cualitativos. Explico que, con su equipo de trabajo, contemplaron muestras de personas de tres regiones de México, el Caribe y Centroamérica que viven en Nueva York, Filadelfia y la zona urbana de Nueva Jersey.

 

A cada porción representativa se le dio instrumental fotográfico para capturar imágenes. A unas se les asignó rubros relacionados con su visión de lo latino, mientras que a otros sobre su percepción del norteamericano.

 

Referente a ellos el tema principal fueron personas y rostros. En porcentaje menor, objetos. Sobre los americanos, no hay ninguna cara, una minoría es gente. La mayoría tienen como tema grandes edificios que señalan poder, fuerza; escenas de la calle, tráfico, cosas grandes; imágenes de abandono y desperdicios, concluyó.

 

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FOTO 1

 

Alejandro Portes, de la Universidad de Princeton, destacó en la UNAM que la política gubernamental norteamericana de militarizar la frontera no ha frenado el flujo de indocumentados.

 

Foto 2.

 

René Millán, Miguel A. Centeno y Alejandro Portes previo a su disertación sobre el tema de la migración de mexicanos a Estados Unidos, efectuada en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

 

Foto 3

 

René Millán, director del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, recalcó la labor coordinada entre esta casa de estudios y la Universidad de Princeton en los trabajos sobre migración.