11:00 hrs.  17 de Marzo  de 2005

 

Boletín UNAM-DGCS-209

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

SÓLO PUEDEN TENER ESPACIOS LAS MUJERES EN LAS DEMOCRACIAS: BEATRIZ PAREDES

 

 

Las mujeres sólo pueden tener un espacio como género, como masa y conglomerado en las democracias, reconoció en la Universidad Nacional la ex gobernadora de Tlaxcala, Beatriz Paredes Rangel, presidenta de la Fundación Colosio.

 

Al participar en las jornadas universitarias “Mujer que sabe latín...”, celebradas en la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán (FESC), subrayó que sólo esos regímenes ofrecen oportunidades al sector femenino, a las que tienen que ver con la vida cotidiana, con las condiciones de las mayorías sociales. En ese sentido, “la democracia es el espacio en donde cada ser humano debe valer por sí mismo, por su condición de ciudadano”.

 

Por ello, calificó de dramático que en estos sistemas muchas mujeres no voten, se abstengan y que el tema del sufragio no forme parte de sus prioridades. “Este es un momento en el que las mexicanas deberían exigirle a todos los partidos una agenda de compromiso preciso con ellas”.

 

Paredes Rangel sostuvo, en esta actividad organizada por la Secretaría de Servicios a la Comunidad y la Dirección General de Atención a la Comunidad Universitaria (DGACU), que las mujeres deben ejercer su posición de masa crítica, lo cual sólo será posible cuando puedan potenciar su fuerza cuantitativa y la vuelvan cualitativa. “De nada sirve que seamos la mitad de la población o un poco más, si está desinformada, desorganizada, y sin capacidad de ejercer su presencia”.

 

Refirió que el largo trecho y la enorme longitud de la senda que han tenido que caminar para participar en el poder e incidir en la esfera pública, ha pasado por diversos vaivenes, momentos y circunstancias, pero “sólo podemos tener un espacio como género, como masa y conglomerado en las democracias”.

 

Recordó que a lo largo de la historia han destacado muchas de ellas en la esfera pública y de poder, como Isabel la Católica, Catalina la Grande y Margaret Tatcher, Eva Perón y otras tantas.

 

En una larga etapa de la historia las mujeres que participaron en el poder lo hicieron por ser miembros de una dinastía. Más que por su condición femenina, su status de descendencia las llevó a reproducir los papeles de dominio que representaron, y los intereses de clase a los que pertenecían.

 

Por muchos años los demócratas “luchamos porque el poder no sea dinástico, porque cuando es así, el conjunto social no tiene posibilidades de participar en él. El ejercicio de este privilegio es una distorsión, una expresión de la época monárquica y feudal”.

 

En su oportunidad, Olimpia Flores Ortiz, del Instituto de la Mujer, comentó que en la actualidad aún existe ese gran espectro de la política que representan la derecha y la izquierda, y es posible optar por una de ellas.

Lo que pretende la derecha es la negación del cuerpo y la perpetuación por encima de la libertad del papel de las mujeres en la familia. El feminismo, por su parte, sólo puede ser de izquierda, y lo que busca es encontrar los caminos desde la organización de la familia y la participación de cada persona, hombre o mujer, para el libre albedrío de unos y otros. Es ahí donde se va a concretar verdaderamente la igualdad, agregó.

 

Por ello, consideró imprescindible un Estado laico, para que no haya el prejuicio de incluir en las decisiones de lo público, las cuestiones de la moral de las personas.

 

Al hablar de la familia y la mujer, Beatriz Schmukler, del Instituto “Luis Mora”, externó que hoy se viven importantes transiciones familiares, donde la negociación lleva a que los hombres cada vez se hagan cargo del cuidado de los hijos, y a responsabilizarse de las tareas domésticas.

 

Además, también hay un importante incremento de hogares con jefatura femenina. “Estamos hablando de conjuntos recompuestos, otros con autoridad de la mujer, y donde los hogares nucleares son pocos. Esto provoca, en algunos casos, la negociación y en otros el conflicto”, precisó.

 

El concepto que hoy se está manejando tiene que ver con la diversidad, con que no existe una familia natural que actúa por instinto, sino que hay otras que lo hacen a partir de patrones culturales muchas veces autoritarios, concluyó.

 

 

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PIES DE FOTO

 

 

FOTO 01

 

Las especialistas Beatriz Schmukler y Olimpia Flores previo a su participación en las jornadas universitarias “Mujer que sabe latín...”, celebradas en la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la UNAM.

 

 

FOTO 02

 

Beatriz Paredes, presidenta de la Fundación Colosio, reconoció en la UNAM que las mujeres sólo pueden tener un espacio como género, como masa y conglomerado en las democracias.