06:00 hrs.  09 de Marzo  de 2005

 

Boletín UNAM-DGCS-184

Ciudad Universitaria

Pies de foto al final del boletín

 

ALUMNOS DE LA UNAM REPRESENTARÁN A MÉXICO EN CONCURSO DE DERECHO INTERNACIONAL

 

·        Un equipo de seis estudiantes de la Facultad de Derecho participará en el Philip C. Jessup International Law Moot Court Competition

·        Competirán con representantes de alrededor de cien instituciones educativas de todo el mundo

·        El certamen se realizará del 28 de marzo al 2 de abril en la ciudad de Washington DC

 

Seis estudiantes de la Facultad de Derecho de la UNAM representarán a México en el Philip C. Jessup International Law Moot Court Competition, al que convoca la International Law Students Asociation y en donde participarán alrededor de cien instituciones educativas de todo el mundo.

 

Del 28 de marzo al 2 de abril del presente año, Pablo Adrián Arrocha Olabuenaga, María de los Ángeles Morales González, Roberto Cámara Stougaard, Magdalena Aguilar Pulido, Miguel Ángel Reyes Moncayo y David Ricardo Uribe González, dirigidos por Antonio Riva Palacio Lavín, concursarán en la ciudad de Washington DC.

 

Esta oportunidad les fue concedida tras ganar la ronda nacional del mismo certamen, efectuada en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en donde compitieron con cinco equipos de otras universidades del país.

 

El entrenador nos señaló –indicó Pablo Adrián Arrocha Olabuenaga– que el concurso es como un parto de trillizos, porque tiene tres momentos clave: elaborar y enviar las demandas; participar en las rondas nacionales, y luego en el concurso internacional. Por supuesto, cada parte tiene una preparación y forma de arreglo diferente.

 

El caso a resolver es preparado por especialistas en la capital norteamericana, y enviado a todos los países. Incluye información sobre de qué tratados internacionales forman parte los Estados ficticios que actuarán como demandante y demandado. En este caso fueron Republic of Apollonia y Kingdom of Raglan, respectivamente.

 

Antes de conocer el caso, explicó Roberto Cámara Stougaard, comenzamos a trabajar en temas de derecho internacional público sin saber en qué partes se iba a dividir el trabajo. Cuando supimos de qué iba a tratar, nos dedicamos más a temas de atribución, piratería, derecho ambiental y del mar. Así fue como construimos las demandas y desarrollamos los tópicos de cada una de ellas.

 

La primera fase del trabajo, señaló Arrocha Olabuenaga, consistió en entender bien los temas, recabar información y leer. Con la identificación de los huecos de la ley o en dónde se encuentra en realidad, se construyeron los argumentos. Después, se buscó compactarlas en una ronda oral de 20 minutos y, al final, se manejó todo lo relacionado con la oratoria (dicción, manejo del podio y del idioma, la forma de responder a las preguntas).

 

Magdalena Aguilar Pulido precisó que el concurso consiste en la simulación de un caso ante la Corte Internacional de Justicia. El equipo se divide en abogados defensores de un país ficticio (demandante) y el resto a otra nación (demandada). Sin embargo, todos estudiamos los argumentos para ambos casos; de hecho, estamos preparados para estar de un lado u otro.

 

En realidad todos los alegatos son importantes, tanto en la defensa de un país que ha cometido un acto contrario a la legalidad internacional, como en la posición del perjudicado. En este punto destacan delitos como piratería y atribución de actos contrarios a derecho, destacó.

 

A pesar de ser países ficticios, aclaró David Ricardo Uribe González, se usa la regulación internacional existente. Por ello, se basan en esos preceptos, los cuales no sólo comprenden lo escrito en los tratados, sino también la parte de costumbre.

 

En opinión de Miguel Ángel Reyes Moncayo, es importante que estos casos se ventilen, pues son actuales. “Hay debate sobre ellos pues aún no están regulados y ese también es el propósito del concurso: descubrir si las normas existentes son aplicables a casos concretos”.

 

Por ello, subrayó Pablo Adrián Arrocha Olabuenaga, luego de ser seleccionados para el certamen internacional, se afinaron los detalles de las rondas nacionales, tales como la oratoria, preguntas sin respuesta o temas en donde hace falta investigar más. Todo “con el propósito de elevar la calidad del equipo”. En realidad, la preparación se basa no sólo en exponer argumentos, sino también en conocer lo que piden los jueces para dar buen manejo al caso y, al final, ganarlo.

 

Lo característico de los equipos formados en la UNAM, aseveró, es el tiempo dedicado al estudio del caso, el material al que tienen acceso y la experiencia, porque la Universidad ya lleva 20 años en esta competencia. Además, alguno de los concursantes anteriores asesora al nuevo equipo. Nunca se parte de cero, porque la intención es mostrar al mundo un mayor nivel académico.

 

La educación recibida en sus aulas nos ha dado la certeza de que tenemos el nivel para competir con cualquier institución de educación superior del mundo, consideró Magdalena Aguilar Pulido.

 

Finalmente, los alumnos de la FD coincidieron en afirmar que es un orgullo y una gran responsabilidad representar a la UNAM y a México en un concurso internacional.

 

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Pablo Adrián Arrocha Olabuenaga, estudiante de la Facultad de Derecho de la UNAM, recordó que el Philip C. Jessup International Law Moot Court Competition consiste en elaborar y enviar demandas; participar en rondas nacionales, y luego en el concurso internacional.

 

FOTO 02

Roberto Cámara Stougaard, de la FD de la UNAM, señaló que se prepararon en temas de atribución, piratería, derecho ambiental y del mar para el Philip C. Jessup International Law Moot Court Competition.

 

FOTO 03

Pablo Adrián Arrocha, María de los Ángeles Morales, Roberto Cámara y Magdalena Aguilar son cuatro de los seis alumnos de la FD de la UNAM que representarán a México en el Philip C. Jessup International Law Moot Court Competition.