Boletín UNAM-DGCS-184
ALUMNOS DE LA
UNAM REPRESENTARÁN A MÉXICO EN CONCURSO DE DERECHO INTERNACIONAL
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Un equipo de seis estudiantes de la Facultad
de Derecho participará en el Philip C. Jessup International Law Moot Court Competition
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Competirán con representantes de alrededor
de cien instituciones educativas de todo el mundo
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El certamen se realizará del 28 de marzo al
2 de abril en la ciudad de Washington DC
Seis estudiantes de la
Facultad de Derecho de la UNAM representarán a México en el Philip C. Jessup
International Law Moot Court Competition, al que convoca la International Law
Students Asociation y en donde participarán alrededor de cien instituciones
educativas de todo el mundo.
Del 28 de marzo al 2 de abril
del presente año, Pablo Adrián Arrocha Olabuenaga, María de los Ángeles Morales
González, Roberto Cámara Stougaard, Magdalena Aguilar Pulido, Miguel Ángel
Reyes Moncayo y David Ricardo Uribe González, dirigidos por Antonio Riva
Palacio Lavín, concursarán en la ciudad de Washington DC.
Esta oportunidad les fue
concedida tras ganar la ronda nacional del mismo certamen, efectuada en la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, en donde compitieron con cinco equipos
de otras universidades del país.
El entrenador nos señaló
–indicó Pablo Adrián Arrocha Olabuenaga– que el concurso es como un parto de
trillizos, porque tiene tres momentos clave: elaborar y enviar las demandas;
participar en las rondas nacionales, y luego en el concurso internacional. Por
supuesto, cada parte tiene una preparación y forma de arreglo diferente.
El caso a resolver es
preparado por especialistas en la capital norteamericana, y enviado a todos los
países. Incluye información sobre de qué tratados internacionales forman parte
los Estados ficticios que actuarán como demandante y demandado. En este caso
fueron Republic of Apollonia y Kingdom of Raglan, respectivamente.
Antes de conocer el caso,
explicó Roberto Cámara Stougaard, comenzamos a trabajar en temas de derecho
internacional público sin saber en qué partes se iba a dividir el trabajo.
Cuando supimos de qué iba a tratar, nos dedicamos más a temas de atribución,
piratería, derecho ambiental y del mar. Así fue como construimos las demandas y
desarrollamos los tópicos de cada una de ellas.
La primera fase del trabajo,
señaló Arrocha Olabuenaga, consistió en entender bien los temas, recabar
información y leer. Con la identificación de los huecos de la ley o en dónde se
encuentra en realidad, se construyeron los argumentos. Después, se buscó compactarlas
en una ronda oral de 20 minutos y, al final, se manejó todo lo relacionado con
la oratoria (dicción, manejo del podio y del idioma, la forma de responder a
las preguntas).
Magdalena Aguilar Pulido
precisó que el concurso consiste en la simulación de un caso ante la Corte
Internacional de Justicia. El equipo se divide en abogados defensores de un
país ficticio (demandante) y el resto a otra nación (demandada). Sin embargo,
todos estudiamos los argumentos para ambos casos; de hecho, estamos preparados
para estar de un lado u otro.
En realidad todos los alegatos
son importantes, tanto en la defensa de un país que ha cometido un acto
contrario a la legalidad internacional, como en la posición del perjudicado. En
este punto destacan delitos como piratería y atribución de actos contrarios a
derecho, destacó.
A pesar de ser países
ficticios, aclaró David Ricardo Uribe González, se usa la regulación
internacional existente. Por ello, se basan en esos preceptos, los cuales no
sólo comprenden lo escrito en los tratados, sino también la parte de costumbre.
En opinión de Miguel Ángel
Reyes Moncayo, es importante que estos casos se ventilen, pues son actuales.
“Hay debate sobre ellos pues aún no están regulados y ese también es el
propósito del concurso: descubrir si las normas existentes son aplicables a
casos concretos”.
Por ello, subrayó Pablo Adrián
Arrocha Olabuenaga, luego de ser seleccionados para el certamen internacional,
se afinaron los detalles de las rondas nacionales, tales como la oratoria, preguntas
sin respuesta o temas en donde hace falta investigar más. Todo “con el
propósito de elevar la calidad del equipo”. En realidad, la preparación se basa
no sólo en exponer argumentos, sino también en conocer lo que piden los jueces
para dar buen manejo al caso y, al final, ganarlo.
Lo característico de los
equipos formados en la UNAM, aseveró, es el tiempo dedicado al estudio del
caso, el material al que tienen acceso y la experiencia, porque la Universidad
ya lleva 20 años en esta competencia. Además, alguno de los concursantes
anteriores asesora al nuevo equipo. Nunca se parte de cero, porque la intención
es mostrar al mundo un mayor nivel académico.
La educación recibida en sus
aulas nos ha dado la certeza de que tenemos el nivel para competir con
cualquier institución de educación superior del mundo, consideró Magdalena
Aguilar Pulido.
Finalmente, los alumnos de la
FD coincidieron en afirmar que es un orgullo y una gran responsabilidad
representar a la UNAM y a México en un concurso internacional.
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FOTO 01
Pablo Adrián
Arrocha Olabuenaga, estudiante de la Facultad de Derecho de la UNAM, recordó
que el Philip C. Jessup International Law Moot Court Competition consiste en
elaborar y enviar demandas; participar en rondas nacionales, y luego en el
concurso internacional.
FOTO 02
Roberto Cámara
Stougaard, de la FD de la UNAM, señaló que se prepararon en temas de
atribución, piratería, derecho ambiental y del mar para el Philip C. Jessup
International Law Moot Court Competition.
FOTO 03
Pablo Adrián Arrocha, María de los Ángeles Morales, Roberto Cámara y Magdalena Aguilar son cuatro de los seis alumnos de la FD de la UNAM que representarán a México en el Philip C. Jessup International Law Moot Court Competition.