06:00 hrs.  08 de Marzo  de 2005

 

Boletín UNAM-DGCS-181

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

ASPECTOS EDUCATIVOS E IDEOLÓGICOS OBSTACULIZAN EL ACTUAR FEMENINO EN LA POLÍTICA

 

·        Alicia Girón, investigadora del IIEc de la UNAM, opinó que la única forma para que las mujeres sean tomadas en cuenta por la sociedad es a través de las leyes

·        Dramático que en 2003 sólo 3.9 por ciento de las presidencias municipales en México las ocupaban mujeres: María Luisa González, del IIEc

·        Nada asegura la intervención masiva de este sector, aseguró la economista universitaria Patricia Rodríguez López

·        Alicia Téllez, asesora del PRI en el Senado, dijo que factores culturales y tradicionales han violentado su participación en el mercado laboral

 

 

Los aportes de la mujer en el desarrollo de la sociedad han sido fundamentales; sin embargo, aspectos de carácter educativo e ideológico han obstaculizado su actuación en el ámbito político, coincidieron en señalar diversas especialistas en la mesa “Obstáculos a la participación política de las mujeres en México”, organizada por el Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.

 

Al respecto, Alicia Girón, investigadora de esa entidad universitaria, reconoció la importancia femenina en la economía nacional; no obstante, la única forma de ser tomadas en cuenta por la sociedad es a través de las leyes, las cuales se aprueban en el Congreso.

 

 

Insistió en que para ello es prioritario el apoyo de los presupuestos con enfoque de género; de lo contrario, difícilmente lograremos un cambio generacional, ya que estos recursos tienen que estar acotados a programas específicos.

 

En  el auditorio “Ricardo Torres Gaitán” del IIEc, la economista universitaria consideró que la erradicación de la pobreza sólo será posible con la participación de las mujeres y la asignación monetaria bajo parámetros de igualdad.

 

En tanto, María Luisa González Marín, también de ese Instituto, expuso que si bien el sector femenino comprende más de la mitad de la población de nuestro país (54 por ciento), aún está por debajo de lo que realmente representa en la sociedad.

 

Informó que en La Cámara de Diputados, en el periodo 1952-1955, la presencia femenina sumó 0.5 por ciento del total. Es decir, 161 legisladores eran hombres y sólo una mujer. En la más reciente (2003-2006), de 500, 119 son mujeres, 23.8 por ciento.

 

En el Senado es hasta 1964-1967 cuando aparece esta presencia. De 58 senadores, 3 eran mujeres (5.1 por ciento), y en la última, de 128, 24 (18.75 por ciento). Asimismo de 66 integrantes en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, ellas sumaron 22 (33.3 por ciento).

 

Pero el caso más dramático ocurre en las presidencias municipales, en donde se debería expresar la gran participación femenina en el entorno social y político de su región; pero para 2003 sólo 3.9 por  ciento de las administraciones estaba a cargo de mujeres. Ni siquiera la cuota mínima de participación aprobada por los partidos (30 por ciento).

 

A su vez, la economista Patricia Rodríguez López, del mismo Instituto, comentó que nada asegura la intervención masiva de este sector, si se piensa que el objetivo es lograr un desarrollo y una mayor estancia de ellas. Además, muchos hombres pueden ser sus representantes y llevar adelante sus intereses y demandas.

 

 

Al dar cifras sobre el sector educativo, indicó que mientras en 1970 el número de inscritas a la licenciatura en el país representaba 17 por ciento, para 2003 es de 49. En la UNAM la matrícula femenina es superior a 50 por ciento.

 

Sin embargo, reveló, persiste un rezago cultural e ideológico, la mujer sigue trabajando básicamente en el sector servicios, se enfocan más en áreas como educación, ciencias de la salud, ciencias sociales y administrativas; y después agropecuarias, ingenierías y tecnología.

 

Por el alto porcentaje que representan tanto en la población como en el padrón electoral, los partidos políticos las han considerado en sus plataformas y en su discurso, como mercado de votos, aseguró.

 

Para la asesora del grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Senadores, Alicia Téllez, la presencia femenina en la construcción y el avance de la sociedad ha sido trascendente. Empero, factores educativos, culturales y tradicionales han violentado su papel en el ámbito laboral.

 

En la política, los hechos históricos muestran que la vida pública ha estado reservada para los hombres, lo que ha significado entender esta actividad bajo esquemas y códigos masculinos, marginándolas de las deliberaciones sobre asuntos de interés colectivo, consideró.

 

“Hoy, el empoderamiento de las mujeres se traduce en estar cerca y participar en la toma de decisiones, convencidas de que los cambios en su condición sólo serán posibles si se apoyan desde los órganos legislativos con la creación de leyes con perspectiva de género”, subrayó.

 

No es garantía que más mujeres en el poder impulsen una agenda de género, porque una vez que ocupan un escaño o posición son pocas las que han asumido un compromiso con ellas. La mayoría demuestra un interés primordial por asuntos económicos, políticos y sociales, sin establecer un vínculo con estas causas, recordó.

 

Concluyó que la lucha femenina se ha centrado en la equidad e igualdad entre los sexos, trabajo igualitario en todos los ámbitos de la vida, tanto en lo público como en lo privado. Lo que ha faltado es que no sabemos reconocer el concepto de solidaridad y de apoyo mutuo.

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Foto 01

Diversos aspectos impiden el actuar femenino en la política, reconocieron en la UNAM las ponentes de la mesa “Obstáculos a la participación política de las mujeres en México”.

 

Foto 02

En el IIEc de la UNAM Patricia Rodríguez, María Luisa González, Alicia Girón y Alicia Téllez hablaron de los obstáculos a la participación política de las mujeres en México.