Boletín UNAM-DGCS-157
Ciudad Universitaria
Pies de foto al final del boletín
NECESARIOS,
PRONÓSTICOS DE TIEMPO EXTREMO A PLAZOS MAYORES DE 24 HORAS
·
Para estar en capacidad de implementar
acciones efectivas contra desastres provocados por huracanes, frentes fríos o
Nortes
·
Aseguraron en la UNAM los especialistas
Arturo Caracas Uribe y Juan Manuel Caballero González
·
Utilizan
una metodología de ensamble, integrada con información de diversas fuentes, a
fin de entregar a los usuarios resultados más allá de ese plazo
En México es necesario contar con
pronósticos de tiempo extremo a plazos mayores de 24 horas, para estar en
capacidad de implementar acciones efectivas contra desastres provocados por
huracanes, frentes fríos o Nortes, que afectan sectores estratégicos como
agricultura, pesca, protección civil, generación de energía eléctrica,
explotación de hidrocarburos, turismo, navegación marítima y aérea.
Así lo consideraron en la UNAM los
especialistas Arturo Caracas Uribe y Juan Manuel Caballero González, quienes
dictaron la conferencia “Predictibilidad de eventos meteorológicos extremos a
mediano plazo”, donde añadieron que en los últimos años los fenómenos
meteorohidrológicos intensos han puesto en evidencia nuestra vulnerabilidad
ante lluvias intensas, lo cual puede incluso, poner en riesgo la seguridad de
las personas.
Los pasantes del Posgrado en Ciencias de
la Tierra, pertenecientes al Grupo de Meteorología Tropical –encabezado por
Víctor Magaña Rueda– y a la Secretaría de Marina, señalaron que las
instituciones nacionales se basan en observaciones de estaciones
meteorológicas, imágenes de satélite y modelos numéricos, y entregan a los
usuarios productos con validez, por lo general, de sólo 24 horas.
“Es importante remarcar que en México no
existen evaluaciones sistemáticas de predicciones en los centros encargados,
por lo que se desconoce la confianza sobre otros plazos”, recalcaron en el
Centro de Ciencias de la Atmósfera de esta casa de estudios.
Ante esta problemática, Arturo
Caracas Uribe y Juan Manuel Caballero González desarrollaron, como tema de
tesis de maestría, una metodología llamada de ensamble, a fin de entregar a los
usuarios de esta información, pronósticos probabilísticos más allá de esos
periodos, pudiendo extenderlos hasta 120 horas
o cinco días. Dicha técnica se utiliza desde 1992 en el Centro Europeo
de Pronóstico a Mediano Alcance, y en el Centro Meteorológico y Oceanográfico
de la Marina de los Estados Unidos.
Explicaron que los científicos confían
principalmente en las soluciones generadas por modelos numéricos aplicados al
tiempo, los cuales son cada vez más precisos y sus mejoras van en proporción
directa al entendimiento físico de la atmósfera, mejores fuentes de datos,
técnicas de asimilación de cifras y recursos computacionales.
Recordaron que en 1963, el científico
Edward Lorenz “terminó con el sueño de llevar a cabo pronósticos perfectos,
pues condiciones iniciales ligeramente diferentes, darán como resultado
diversas proyecciones en el futuro. Esta sensibilidad en la condición inicial es
una característica de los sistemas caóticos o no lineales”.
Por ello, la filosofía de ensamble
considera que a más de 48 horas, las evaluaciones pierden calidad si son
determinísticas; es decir, si tratan de fijar un valor único preciso. Por ello,
y dado que una pequeña variación en la condición inicial puede hacer que las
soluciones a mediano plazo varíen, se trata de estimar la probabilidad de que
una condición dada ocurra, precisaron.
Puede ser desde conocer si lloverá o no
en tres días, o más detallado aún, estimando la posibilidad de que haya
precipitaciones más allá de una cierta cantidad o de que la temperatura
disminuya por debajo de un valor umbral, arguyeron.
Los pronósticos se conocen como ensamble
porque promedian muchas soluciones que parten de condiciones ligeramente
diferentes entre ellas. Permiten construir la estadística asociada a este
ejercicio, en combinación con un diagnóstico de vulnerabilidad, estiman el
riesgo de que una condición meteorológica extrema ponga en peligro a la población.
En México, ciclones tropicales y Nortes son algunos de los fenómenos que más
desastres causan, indicaron.
Es necesario considerar la incertidumbre
de los resultados. A menor en la solución, mayor confiabilidad. Aclararon que aún si fuera posible incluir
toda la física atmosférica en los modelos, no es posible escapar de este factor
debido a que no se conoce a detalle el estado de la capa gaseosa en un instante
dado.
Caracas Uribe refirió que entre los
beneficios del pronóstico por ensamble o probabilístico, es que está basado en
fuentes múltiples de información; además, se pueden identificar los límites de
predictibilidad. Al hablar del caso del aviso a 72 horas para el huracán Marty
(del 20 al 25 septiembre de 2003), expuso que se construyó un conjunto de 10
experimentos que, sumados, generaron estabilidad estadística.
Juan Manuel Caballero trabajó con Nortes
y frentes fríos en la temporada invernal, observando que es posible prever las
condiciones severas asociadas, con dos días de anticipación de la ocurrencia de
vientos intensos, caídas de la temperatura o fuertes precipitaciones, sobre
todo para las costas y áreas oceánicas.
Para sus experimentos ha utilizado datos
de 23 estaciones de la Secretaría de Marina, Servicio Meteorológico Nacional y
boyas oceánicas. La conclusión de este trabajo, enfatizó Caballero González,
“es que la dispersión de las soluciones puede dar la estimación de la
confiabilidad del estudio, no sólo determinístico, sino que por medio del
ensamble podemos saber cuál es el grado de incertidumbre y, por lo tanto, la
certeza de nuestro pronóstico”, concluyó.
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PIES DE FOTO
FOTO 01
Los especialistas Arturo Caracas
Uribe y Juan Manuel Caballero González aseveraron en la UNAM que México
requiere contar con pronósticos de tiempo extremo a plazos mayores de 24 horas,
para implementar acciones contra desastres naturales.
FOTO 02
Huracanes, frentes fríos o Nortes
afectan sectores estratégicos como agricultura, pesca, protección civil,
generación de energía eléctrica, explotación de hidrocarburos, turismo,
navegación marítima y aérea, revelaron investigadores en la UNAM.
FOTO 03
El pronóstico por ensamble, basado
en fuentes múltiples de información, fue utilizado para dar aviso con 72 horas
de anticipación del huracán Marty en septiembre de 2003, expusieron
especialistas universitarios.