06:00 hrs.  22 de Febrero  de 2005

 

Boletín UNAM-DGCS-144

Antigua Escuela Nacional de Jurisprudencia

 

 

Pies de foto al final del boletín

 

EL ESTADO MEXICANO NO SE VA REFORMAR EN LOS PRÓXIMOS MESES: PABLO GÓMEZ

 

·        El diputado del PRD afirmó en la UNAM que lo más adecuado es un régimen parlamentario, que es superior al presidencialismo

·        Necesaria, una definición jurídica del Gabinete o Consejo de Ministros: Pablo Alejo López Núñez, del PAN

·        Participaron en el Coloquio Internacional Gobierno de gabinete: una propuesta de gobernabilidad y pluralidad política

 

El Estado mexicano no se va a reformar en los próximos meses. No hay propuesta clara, ni convocatoria desde el poder. Sólo existe competencia, lucha, enredo y confabulación, pero no proposición ni el menor ánimo constructivo de conformar una salida a los problemas políticos nacionales, reconoció en la UNAM Pablo Gómez, coordinador de la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática en la Cámara de Diputados.

 

Al participar en el Coloquio Internacional “Gobierno de gabinete: una propuesta de gobernabilidad y pluralidad política”, ante la presencia de Maricarmen Serra Puche, coordinadora de Humanidades de esta casa de estudios, afirmó que en nuestro país no se requiere un jefe de gabinete, sino una nueva política. Por ello, lo más adecuado es un régimen parlamentario, que es superior al presidencialismo.

 

En la mesa El Poder Legislativo en un gobierno de gabinete, celebrada en la Antigua Escuela Nacional de Jurisprudencia, el legislador señaló que “en un sistema presidencial, el mandatario lo primero que tiene que ser es jefe del Ejecutivo”.

 

Del intento de una monarquía hereditaria dentro de un régimen constitucional llegamos rápido a la república, y lo que se hizo fue copiar el sistema político constitucional de Estados Unidos, recordó.

 

México, nación federal con un sistema político presidencial, tenía todo excepto un Congreso fuerte como el del vecino del norte, y representantes que se volvían dictadores con una facilidad extraordinaria, consideró. “Hoy tenemos un mandatario que no se ajusta a ninguna de las características del país, es el primero de una alternancia pacífica”.

 

Por su parte, el diputado federal panista Pablo Alejo López Núñez resaltó la necesidad de que en nuestro país exista una definición jurídica del Gabinete o Consejo de Ministros, sin que esta figura tenga el afán de acotar potencialidades del Ejecutivo, sino, por el contrario, facilite la sana convivencia entre los poderes y la gobernabilidad.

 

Desde su óptica, es indispensable este diseño constitucional y legal que reconozca las funciones de un órgano de este tipo y le permita un desempeño adecuado dentro del régimen presidencial.

 

Coincidió con las opiniones que están a favor de la instauración de un  jefe de Gabinete, cuyo nombramiento estaría a cargo del presidente de la república, con la ratificación del Congreso. Esta figura ha sido adoptada por otros regímenes latinoamericanos, y ejemplo de ello en América Latina son Argentina, Perú y Venezuela.

 

Sin embargo, indicó que tanto el régimen presidencial como el parlamentario tienen flancos débiles, por lo que el diseño institucional debe entenderse de acuerdo a las necesidades de cada Estado y su sistema político.

 

Aclaró que en los sistemas parlamentarios, la figura del Gabinete es de suma importancia porque sirve como control y contrapeso, y es el punto de convergencia entre las funciones gubernamentales y legislativas del gobierno.

 

Asimismo, señaló que dentro de la Reforma del Estado es necesaria una revisión de las relaciones entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, pues es el momento de construir una nueva vinculación institucional entre ellos y generar verdaderos elementos de equilibrio que permita la gobernabilidad.

 

En su turno, la doctora en derecho de la Universidad de Sorbona, París, Véronique Champeil–Desplats, expuso el caso francés, al señalar que en las relaciones entre el Parlamento y el gobierno hay un  problema de equilibrio. Por ello, apuntó, el desafío para este sistema es encontrar la armonía entre el control y salvaguardar la estabilidad.

 

Champeil–Desplats expresó que el Parlamento francés vive una situación de subordinación, donde 90 por ciento de las propuestas de leyes provienen del gobierno y el resto de los representantes.

 

Para Benito Nacif, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas, hay mucho que aprender de los sistemas de gobierno europeos. A pesar de que en el siglo XIX y la mitad del XX los países de esa región, con algunas excepciones, no fueron experiencias exitosas de democracia, durante la segunda mitad del XX fueron ejemplo de prosperidad y concordia. Es una zona a la que debemos voltear y aprender de ella.

 

Sin embargo, advirtió, también hay que ser escépticos en cuanto a la posibilidad de importar arreglos que provienen de otras tradiciones y experiencias constitucionales. “Las instituciones no se usan para resolver problemas coyunturales. Las constituciones son grandes compromisos a largo plazo, son formas de resolver problemas que tienen efectos importantes, y que no pueden adoptarse para resolver lo que pase mañana”, concluyó.

 

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FOTO 1.

 

Participantes en la mesa El Poder Legislativo en un gobierno de gabinete, dentro del Coloquio Internacional “Gobierno de gabinete: una propuesta de gobernabilidad y pluralidad política”, en la antigua Escuela Nacional de Jurisprudencia.

 

FOTO 2

 

Pablo Gómez, Pablo Alejo, Veronique Champeil, Benito Nacif y Maricarmen Serra Puche, durante del Coloquio Internacional “Gobierno de gabinete: una propuesta de gobernabilidad y pluralidad política”.