14:00 hrs.  16 de Febrero  de 2005

 

Boletín UNAM-DGCS-125

Ciudad Universitaria

 

 

 

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RINDE HOMENAJE LA UNAM A HORACIO LABASTIDA

 

·        Destacado humanista, politólogo e historiador, pensador comprometido con su tiempo, en la cátedra, la investigación, el periodismo y el ejercicio honesto de la vida pública

·        El rector Juan Ramón de la Fuente sostuvo que por su claridad, profundidad y consistencia, sus ideas siguen vigentes y son fuente de inspiración para los estudiantes

·        Someterá al Consejo Técnico de la FCPyS que un aula de esa entidad universitaria lleve su nombre

 

La Universidad Nacional rindió homenaje a Horacio Labastida Muñoz, destacado humanista, politólogo e historiador, quien fue un pensador comprometido con su tiempo, en la cátedra, la investigación, el periodismo y el ejercicio honesto de la vida pública.

 

En su participación, el rector Juan Ramón de la Fuente sostuvo que por su claridad, profundidad y consistencia, las ideas del doctor Labastida Muñoz siguen vigentes y son fuente de inspiración para los estudiantes. Por ello, fue uno de los grandes universitarios de la segunda mitad del siglo XX.

 

Las instituciones –y la Universidad no es excepción–, añadió, se van forjando y troquelando en función de la participación misma de la comunidad. Pero de entre sus miembros, hay algunos que por su autoridad moral, que es la única que paga en ellas, van teniendo una influencia mayor y en muchos casos decisiva.

 

La vida universitaria de este personaje, expuso, refleja la forma como fue y sigue siendo capaz de influir en el pensamiento de miles de jóvenes que, de manera directa o no, se han beneficiado de sus planteamientos, tesis y reflexiones.

 

Pertenece a la inteligencia universitaria, la inteligencia progresista, la inteligencia liberal, la inteligencia de vanguardia, la inteligencia que no solamente buscó entender el papel de la Universidad y el momento histórico que vivieron, sino que supo influir en el desarrollo mismo de la institución y del país, sostuvo.

 

Labastida Muñoz, apuntó, es más que un profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) e investigador del IIJ, porque su obra trasciende en los dos ámbitos y son muchos los que a través de la lectura de sus obras y su participación en diversos eventos lo escucharon y encontraron en sus planteamientos un buen espacio para el análisis.

 

En el homenaje que la UNAM rindió al humanista asistieron familiares, amigos, académicos y alumnos del historiador. En el auditorio de la Coordinación de Humanidades participaron su titular, Maricarmen Serra Puche, y el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), Diego Valadés Ríos.

 

Como reconocimiento a su relevante labor académica y profesional, se someterá al Consejo Técnico de la FCPyS que un aula de esa entidad universitaria lleve su nombre.

 

A propuesta del profesor de esa Facultad, Eduardo Guerrero del Castillo, se realizará una recopilación de los múltiples ensayos de Labastida Muñoz, los cuales serán publicados por la dirección del ramo de la UNAM.

 

También, se generarán los recursos necesarios y se tomarán las medidas pertinentes para crear la Cátedra Extraordinaria que lleve el nombre de Horacio Labastida Muñoz, como distinción a su labor.

 

 

 

Al respecto, el secretario Académico del IIJ, José María Serna de la Garza, subrayó que cuando un hombre de la estatura intelectual y moral como Labastida Muñoz deja este mundo, “nos queda una sensación de vacío y de orfandad intelectual”.

 

Comentó que dejó una extensa obra escrita, como un legado intelectual  que, a la manera de los clásicos, todavía no ha terminado de decir todo lo que debe a las generaciones presentes y futuras.

 

Serna de la Garza desarrolló lo que consideró los trazos básicos del homenajeado: el poeta de la historia, el investigador riguroso y generoso. Su pensar fue valioso, fue un luchador y defensor de causas nobles, hombre de lógica y pasión, artista, crítico y humanista. En sí, un visionario del futuro con un claro entendimiento de la historia.

 

En su oportunidad, el asesor de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), David Ibarra Muñoz, señaló que Horacio Labastida fue un humanista que unía a su cordialidad proverbial y generosa, reconocida sabiduría. Sus lecciones iluminaban y su voz nunca estuvo dedicada a suscribir intereses espurios, ajenos, sino a la crítica amable pero demoledora de ideologías que se presentan en paquetes de certezas, vendidas y difundidas urbi et orbi por los poderes dominantes y los medios de comunicación.

 

Al hacer un recuento de su obra, recordó que fue ante todo académico universitario: rector de la Universidad de Puebla, profesor fundador de la Escuela de Ciencias Políticas y Sociales con un selecto grupo de intelectuales; director de Difusión cultural, de Servicios Sociales y miembro del IIJ.

 

Para el politólogo, puntualizó, el verdadero humanismo descansa en la noción de que la historia está hecha por el hombre en su capacidad de crear conocimiento y de equivocarse. El humanismo es, entonces, una disciplina necesariamente histórica, capaz de encontrar inesperados caminos no recorridos, de articular soluciones innovadoras, sea en lo social y político, como en lo científico y tecnológico.

 

Al tomar la palabra, el investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), Enrique González Pedrero, hizo una remembranza sobre la amistad y colaboración de Labastida Muñoz en su desarrollo profesional.

 

Dijo que fue un intelectual político, pero, sobre todo, un hombre bueno. Con Horacio Labastida y el periodista Henrique González Casanova, indicó, se fueron dos cuadros universitarios, pilares que dieron mucho a la Universidad y a la FCPyS, a quienes va a ser difícil sustituir.

 

Entonces, González Pedrero propuso que un aula de esa entidad lleve el nombre de Horacio Labastida, funcionario probo, profesor elocuente, periodista bien informado, escritor sensible, quien siempre se acompañó del pasado mexicano y de la historia nacional para entender mejor el presente.

 

A nombre de las escuelas fundadoras de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Eduardo Guerrero del Castillo, aseveró que Horacio Labastida era misionero de la enseñanza, bondadoso, compartía su conocimiento y conversación con todos sin excepción. Era un admirado y querido profesor. En la segunda mitad de los años cincuenta esa impresión causaba, al igual que hoy.

 

Fue un hombre virtuoso, inteligente, de recto proceder, justo, probo y honorable; un hombre respetuoso de sus ideales y principios; un patriota intachable. Se trató de un perenne buscador de la verdad que significa la semejanza de las cosas con el concepto que de ellas la mente se forma, de la concordancia entre lo que se dice con lo que se siente o se piensa.

 

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PIES DE FOTO

 

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David Ibarra, Juan Ramón de la Fuente y Enrique González Pedrero previo a su participación en el Homenaje que la UNAM rindió a Horacio Labastida Muñoz.

 

 

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El rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, previo al homenaje que se le rindió al historiador Horacio Labastida Muñoz en la Coordinación de Humanidades. Lo acompañan David Ibarra y Enrique González Pedrero.

 

 

FOTO  03

 

Horacio Labastida Muñoz, destacado humanista, politólogo e historiador, un pensador comprometido con su tiempo, en la cátedra, la investigación, el periodismo y el ejercicio honesto de la vida pública, recibió un homenaje en la UNAM.