Boletín UNAM-DGCS-111
Ciudad Universitaria
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final del boletín
SOLO MEDIANTE LA COLECTIVIDAD SERÁ POSIBLE TRANSFORMAR A LAS
UNIVERSIDADES: ROSAURA RUIZ
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La secretaria de Desarrollo Institucional de
la UNAM dijo que con unidad en la pluralidad y a través del diálogo se abrirán
nuevos horizontes para las universidades públicas
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Para preservarlas y garantizar la
construcción de alternativas, es preciso defender su carácter laico y público,
y consolidar su autonomía
La transformación de las
universidades en el presente siglo sólo puede darse mediante la participación
de la colectividad con unidad en la pluralidad y a través del diálogo, lo cual
permitirá abrir nuevos horizontes y posibilidades, aseguró Rosaura Ruiz
Gutiérrez, secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM.
Dijo que para preservarlas y
garantizar la construcción de alternativas, es preciso defender el carácter laico
y público. Además, hay que consolidar la autonomía, imaginar y realizar
reformas internas, ampliar y ejercer la democracia, y procurar la convergencia,
la unidad de la diferencia, son las bases sobre las que pueden y deben darse
las transformaciones.
Opinó que los cambios en las
instituciones deben darse a partir de fórmulas imaginadas por sus actores; ante
el embate de políticas en cascada la solución es una mayor comunicación entre
académicos, y que los cambios en la oferta educativa inicien desde las
personas.
Durante el Segundo Encuentro
de Auto-estudio de las universidades públicas mexicanas, organizado por los
centros de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades
(CEIICH) y de Estudios sobre la Universidad (CESU), Ruiz Gutiérrez consideró
que los problemas de los centros educativos, deben enfrentarse con
sensibilidad, conocimiento y compromiso.
Su aplicación estriba en la
traducción de estos ideales en políticas y prácticas eficaces para la
construcción de las universidades que todos queremos, y esto necesariamente
pasa por la imaginación y la creatividad, refirió.
En la mesa “Imaginación y
Educación”, celebrada en el Auditorio del CEIICH, explicó que las
transformaciones en las instituciones de educación superior suponen reformas.
Estas no pueden dictarse de forma unilateral, porque son resultado de la
reflexión y la discusión colegiada, del consenso y las decisiones de organismos
representativos.
Así, dijo, atañe a planes y
programas de estudio, oferta educativa, reglamentación y normatividad, la
incorporación de tecnología de punta, y el desarrollo y diversificación de
modalidades de enseñanza-aprendizaje en bachillerato, licenciatura y posgrado.
Por su parte, Raquel Glazman,
de la Facultad de Filosofía y Letras, advirtió que hoy es tan poco creativa la
educación y tan poco sugerentes los cambios que se realizan, que muchos
investigadores y docentes deberían dedicarse a esa labor. La experiencia con
los alumnos muestra que cada vez hay menor imaginación en quienes enseñan y en
quienes tratan de aprender.
En las últimas tres décadas
las demandas de distintas instancias de carácter nacional o supranacional han
acentuado el tono, la magnitud y la intensidad tanto del discurso como de la
exigencia de aplicación de cambios, de modo que ante sus presiones estos han
aumentado en las instituciones de educación superior, siendo los plazos para su
puesta en práctica cada vez más reducidos, precisó.
Ello ha conducido a una
banalización de los procesos en todos los niveles del sistema educativo, a
formas de operación que se contradicen entre sí, así como a reproducciones de
diverso tipo o simulaciones cada vez más sofisticadas, consideró.
Raquel Glazman comentó que
gran parte de las reformas en el sector han girado en torno a aspectos formales
de los procesos pedagógicos, cambios curriculares, concepciones variadas de la
formación de los docentes, propuestas particulares en la organización de
contenidos educativos, modificaciones discursivas en la política educativa y en
la normatividad interna de las instituciones.
A su vez, la integrante del
Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y Sistemas, Larissa
Adler, señaló que una universidad profesional educa a la gente para que use el
conocimiento, pero no necesariamente para que lo produzca, porque su generación
está en la carrera académica, sobre todo en la investigación.
Indicó que los científicos son
una comunidad orientada a la tarea de producir saberes. Para convertirse en
miembro de ella el individuo debe hacer propia la ideología que comparte la
totalidad y reunir un conjunto de características que le permitan cumplir con
la actividad definida.
Por lo general, aseguró, esa
colectividad carece de fronteras nacionales, étnicas o culturales. De forma
ideal comparte como objetivo común la búsqueda de la verdad a través del método
científico, lo cual trasciende las ideologías políticas y otras diferencias.
En su oportunidad, Arturo
Guillaumin, investigador de la Universidad Veracruzana, señaló que el proceso
educativo consiste en anular la iniciativa propia, creatividad e imaginación.
Al final de esa etapa llamada educación superior “creemos que la realidad está
dividida en disciplinas y especialidades, y en mercados de trabajo”.
Reveló que en la actualidad
los estudiantes están perdidos en un mar de informaciones rudimentarias, y no
cuentan con estrategias para contextualizarlas y hacerlas significativas en sus
propias vidas.
Las universidades públicas no están
a salvo de una dominación de tipo mercantil, ahora deben generar conocimientos
para el mercado. Así, una nueva racionalidad está minando su misión humanista y
social, proceso en el cual está perdiendo su capacidad de respuesta a los
problemas locales, regionales y globales, concluyó.
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PIES DE FOTO
Foto 01
La investigadora Larissa Adler
aseveró en la UNAM que la comunidad científica carece de fronteras nacionales,
étnicas o culturales; sólo les une la búsqueda de la verdad a través del
conocimiento científico.
Foto 02
Para Raquel Glazman, profesora de la
Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, la experiencia muestra que cada vez
hay menor imaginación en quienes enseñan y menor capacidad de creatividad en
quienes tratan de aprender.
Foto 03
Hoy los estudiantes no cuentan con
estrategias para contextualizar el conocimiento y hacerlo significativos para
sus propias vidas, advirtió en la UNAM el investigador Arturo Guillaumin.
Foto 04
La secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM, Rosaura Ruiz Gutiérrez, consideró que los problemas de los centros educativos deben enfrentarse con sensibilidad, conocimiento y compromiso.