Boletín
UNAM-DGCS-1072
Ciudad Universitaria
Pie de fotos al final del boletín
PRESENTAN CARIES
NIÑOS MAYORES DE UN AÑO
·
Afirmó Juan
Castro, profesor de la Facultad de Odontología de la UNAM
·
Tienen problemas
dentales, por exagerada alimentación por biberón, consumo de bebidas endulzadas
y falta de higiene, entre otras, indicó
· Aunque el menor no tenga dientes, de todos modos al comer genera microorganismos que es preciso controlar
En
la actualidad se ha observado que en niños mayores de un año de edad ya hay
dificultades dentales, ocasionadas porque se exagera la alimentación por
biberón, lo cual desmineraliza las piezas hasta crear caries, afirmó Juan
Castro, profesor de la Facultad de Odontología (FO) de la UNAM.
No
obstante, acotó, éste no es el único factor, sino el consumo de bebidas
altamente endulzadas, falta de higiene, cambio en la temperatura y acidez de la
boca.
Esto
ocasiona que a los dos años o antes, los menores empiecen a perder sus dientes,
los cuales no volverán a aparecer hasta después de los seis años. En ese tiempo
se puede alterar su desarrollo porque no pueden alimentarse igual, además de
que su falta también le ocasiona alteraciones en el habla y problemas de
autoestima, aseveró.
De
acuerdo con información de la Secretaría de Salud hasta abril de 2005, 60 por
ciento de los menores de seis años tenían caries; ese porcentaje se incrementó
a 75 en los de 6 a 12 años. En tanto, 98 por ciento de los adultos presentó un
problema de este tipo.
Ante
esta situación, comentó, desde el año 2003 la FO tiene ya implementado un
diplomado de actualización de la atención bucodental en la primera infancia u
odontología para el bebé. Este curso teórico-práctico, aborda temas que van
desde el conocimiento del embarazo hasta los cuidados natales y las técnicas a
utilizar en el cuidado de la boca del menor.
Explicó
que la odontología en la primera infancia es considerada por especialistas de
América y Europa, como un medio efectivo para prevenir enfermedades como la
caries dental, la cual es uno de los padecimientos con mayor incidencia en el
mundo.
Ello porque se considera que la prevención es
un aspecto relevante para el progreso de esta disciplina, que en los últimos
años ha tenido importantes avances para dar solución a cualquier tipo de
problema bucal, añadió.
La técnica
en infantes, recordó, se remonta a 1929, cuando se argumentó que era posible
evitar muchas afecciones de la boca si se intervenía lo más temprano posible.
Aunque el menor no tenga dientes, al comer genera microorganismos que es
preciso controlar. Entonces se recomendó una limpieza mediante bicarbonato de
sodio y agua, porque se creaba un medio alcalino y protegía de caries en los
siguientes años de vida.
También
se sugirió, refirió, dar mayor información sobre este cuidado a las mujeres,
durante y después del embarazo, porque es cuando tienen una enorme necesidad y
entusiasmo por conocer los cuidados para su futuro bebé.
Esto
es importante tomarlo en cuenta, porque en esta etapa las madres quieren hijos
sanos, con la menor cantidad de enfermedades; entonces, si son capaces de
reconocer algo diferente, pueden de inmediato acudir con un profesional para su
diagnóstico, señaló.
Para
ello, indicó, las madres requieren identificar cómo es una boca sana y sus
características, es decir, cómo debe ser la lengua, encías y en qué etapa sale
la dentadura.
Ante
esta situación, resaltó, en Brasil hubo una propuesta de brindar información a
las madres sobre higiene, cuidado y alimentación de sus hijos desde sus
primeros meses de vida, con la idea de reducir el índice de problemas bucales.
El
proyecto se aprobó y a partir de 1985 surgió la primera clínica de atención
odontológica para menores, la cual, en 1988 se convirtió en un lugar donde se
capacita a los odontólogos para aplicar este programa en otras zonas de ese
país, precisó.
El
académico universitario enfatizó que ha tenido tanto éxito, que a fines del
2004, en el sur de esa nación, 73 por ciento de los niños de seis años y menos,
nunca ha padecido caries. Así, si se le da atención profesional desde que nace
–limpieza de encías, cepillado de dientes, aplicación de flúor y visitas
regulares al dentista–, es poco probable que tenga algún problema en años
posteriores.
Esa
experiencia hace pensar que si se aplicara el programa en lugares donde se
tiene el control de los niños, tales como casas-cuna y guarderías, sería
posible controlar este mal de mejor manera, subrayó. Además, se ha visto que
cuando la madre sabe dónde se les atiende,
los llevan. “Es así como se empieza a tener éxito, porque por la búsqueda
de atención a padecimientos es más fácil pasar a la prevención”.
Pero
no sólo sería deseable darle esta información a las mamás, sino también
capacitar a todos los profesionales de la salud, sean o no especialistas en
odontología infantil, sobre la importancia del cuidado e higiene bucal en las
primeras etapas de vida, sostuvo.
De
hecho, concluyó, este programa odontológico ha sido imitado en otras
universidades como la de Iowa, en Estados Unidos, y en países como Perú,
Argentina, Costa Rica, Guatemala y México.
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FOTO 01
Aunque los menores no tengan
dientes, al comer generan ciertos microorganismos que es preciso controlar,
destacó Juan Castro, profesor de la Facultad de Odontología de la UNAM.
FOTO 02.
Juan Castro, profesor de la Facultad de Odontología de la UNAM, aseveró que los niños mayores de un año, tienen problemas bucales ocasionados por una exagerada alimentación por biberón, consumo de bebidas endulzadas, y falta de higiene, entre otros.