06:00 hrs.  30 de Diciembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-1068

Ciudad Universitaria

 

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PROVOCA EL OZONO ENFERMEDAD SIMILAR AL PARKINSON: RIVAS ARANCIBIA

 

·        Informó la profesora Selva Rivas Arancibia, de la Facultad de Medicina de la UNAM

·        El ambiente oxidante de ciudades como la capital mexicana es dañino, y colabora en la incidencia temprana de padecimientos degenerativos y  neurodegenerativos

·        Las dietas ricas en antioxidantes pueden proteger a la mayoría de la población de este mal, con el consumo de frutas y verduras

 

Un modelo experimental realizado por científicos de la Facultad de Medicina de la UNAM, reveló que la exposición diaria de animales sanos de laboratorio a bajas dosis de ozono produce una enfermedad similar al Parkinson, la cual avanza en forma progresiva aunque cese la inhalación del contaminante.

 

La profesora Selva Rivas Arancibia, de Fisiología, señaló que se puede inferir, a través de estos experimentos, que el ambiente oxidante en el que viven los habitantes de ciudades como la capital mexicana es dañino, y probablemente colabora en el aumento en la incidencia más temprana de padecimientos tanto degenerativos como neurodegenerativos.

 

La responsable del Laboratorio de Estrés Oxidativo y Plasticidad Cerebral expuso que este prototipo permitirá avanzar en el estudio del  Parkinson, así como en la comprensión de los mecanismos de muerte celular por daño oxidante y su posible reversión por fármacos.

 

Agregó que este hallazgo es relevante porque aún cuando éste es un trastorno multifactorial, en estos animales se pudo producir su desencadenamiento al exponerlos a un solo factor ambiental a bajas dosis.

 

Precisó que los ejemplares inhalaron 0.25 partes por millón de ozono durante cuatro horas de lunes a viernes. A los 15 días se presentó ya un cuadro franco de deterioro. Al cumplirse un mes, muerte neuronal, y en un lapso de entre dos y tres meses aparecieron alteraciones conductuales y daño neuronal similar a la enfermedad de Parkinson.

 

De forma paralela, adelantó, en el Laboratorio experimental se diseñó un aparato cuyo filtro es acuoso, y permite atrapar el ozono y transformarlo en oxígeno. Ello posibilita que los lugares cerrados estén libres de éste y de partículas contaminantes.

 

La especialista aseveró que hay padecimientos en los cuales se ha demostrado clínicamente su relación con el medio ambiente oxidante, como las enfermedades degenerativas, inmunes, asma, y el aumento en la incidencia de las cardiacas.

 

El estrés oxidativo provocado por ozono, apuntó, no sólo deteriora a  la célula por un proceso directo sobre los componentes de la membrana, como pueden ser los lípidos y proteínas, sino que sirve como señalizador de muchas cadenas de eventos intracelulares que llevan a un cambio en el  metabolismo.

 

Las personas sanas, abundó, tienen un equilibrio de óxido-reducción, el cual permite que se lleven a cabo las funciones fisiológicas con normalidad, lo que puede llegar a variar en atmósferas agresivas por efecto de la contaminación.

 

 

La académica consideró que se ha pasado de un ambiente que generaba estabilidad en el organismo, hacia uno que lo altera. “Eso no quiere decir que se vaya a provocar un mayor número de padecimientos, pero lo que puede suceder es que los pacientes cuyas funciones antioxidantes no son adecuadas, presenten más fácilmente estas enfermedades, como los niños, pero en mayor medida los ancianos”.

 

Recordó que tanto Parkinson como Alzheimer hace 20 o 30 años  atrás se registraban en personas de edades avanzadas, pero cada vez más aparecen en etapas jóvenes.

 

Afirmó que las dietas ricas en antioxidantes pueden proteger a la mayoría de la población de este daño. Un ejemplo de ello es el consumo de las salsas verdes y rojas, y en general las frutas y verduras.

 

Concluyó que ha habido esfuerzos por reducir los niveles de ozono, principalmente al cambiar la composición de la gasolina, pero aún no es suficiente.

 

 

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Selva Rivas Arancibia, de la Facultad de Medicina de la UNAM, afirmó que hay padecimientos en los cuales se ha demostrado clínicamente su relación con el medio ambiente oxidante

 

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El ambiente oxidante en el que viven los habitantes de ciudades como la capital mexicana es dañino, indicó la académica de la Facultad de Medicina de la UNAM, Selva Rivas Arancibia.