Boletín
UNAM-DGCS-1068
Ciudad Universitaria
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PROVOCA EL OZONO ENFERMEDAD SIMILAR AL PARKINSON: RIVAS ARANCIBIA
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Informó la
profesora Selva Rivas Arancibia, de la Facultad de Medicina de la UNAM
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El ambiente
oxidante de ciudades como la capital mexicana es dañino, y colabora en la
incidencia temprana de padecimientos degenerativos y neurodegenerativos
· Las dietas ricas en antioxidantes pueden proteger a la mayoría de la población de este mal, con el consumo de frutas y verduras
Un
modelo experimental realizado por científicos de la Facultad de Medicina de la
UNAM, reveló que la exposición diaria de animales sanos de laboratorio a bajas
dosis de ozono produce una enfermedad similar al Parkinson, la cual avanza en
forma progresiva aunque cese la inhalación del contaminante.
La profesora Selva Rivas Arancibia, de
Fisiología, señaló que se puede inferir, a través de estos experimentos, que el
ambiente oxidante en el que viven los habitantes de ciudades como la capital
mexicana es dañino, y probablemente colabora en el aumento en la incidencia más
temprana de padecimientos tanto degenerativos como neurodegenerativos.
La
responsable del Laboratorio de Estrés Oxidativo y Plasticidad Cerebral expuso
que este prototipo permitirá avanzar en el estudio del Parkinson, así como en la comprensión de los
mecanismos de muerte celular por daño oxidante y su posible reversión por
fármacos.
Agregó
que este hallazgo es relevante porque aún cuando éste es un trastorno
multifactorial, en estos animales se pudo producir su desencadenamiento al
exponerlos a un solo factor ambiental a bajas dosis.
Precisó
que los ejemplares inhalaron 0.25 partes por millón de ozono durante cuatro
horas de lunes a viernes. A los 15 días se presentó ya un cuadro franco de
deterioro. Al cumplirse un mes, muerte neuronal, y en un lapso de entre dos y
tres meses aparecieron alteraciones conductuales y daño neuronal similar a la
enfermedad de Parkinson.
De
forma paralela, adelantó, en el Laboratorio experimental se diseñó un aparato
cuyo filtro es acuoso, y permite atrapar el ozono y transformarlo en oxígeno.
Ello posibilita que los lugares cerrados estén libres de éste y de partículas
contaminantes.
La
especialista aseveró que hay padecimientos en los cuales se ha demostrado
clínicamente su relación con el medio ambiente oxidante, como las enfermedades
degenerativas, inmunes, asma, y el aumento en la incidencia de las cardiacas.
El
estrés oxidativo provocado por ozono, apuntó, no sólo deteriora a la célula por un proceso directo sobre los
componentes de la membrana, como pueden ser los lípidos y proteínas, sino que
sirve como señalizador de muchas cadenas de eventos intracelulares que llevan a
un cambio en el metabolismo.
Las
personas sanas, abundó, tienen un equilibrio de óxido-reducción, el cual
permite que se lleven a cabo las funciones fisiológicas con normalidad, lo que
puede llegar a variar en atmósferas agresivas por efecto de la contaminación.
La
académica consideró que se ha pasado de un ambiente que generaba estabilidad en
el organismo, hacia uno que lo altera. “Eso no quiere decir que se vaya a
provocar un mayor número de padecimientos, pero lo que puede suceder es que los
pacientes cuyas funciones antioxidantes no son adecuadas, presenten más
fácilmente estas enfermedades, como los niños, pero en mayor medida los
ancianos”.
Recordó
que tanto Parkinson como Alzheimer hace 20 o 30 años atrás se registraban en personas de edades avanzadas, pero cada
vez más aparecen en etapas jóvenes.
Afirmó
que las dietas ricas en antioxidantes pueden proteger a la mayoría de la
población de este daño. Un ejemplo de ello es el consumo de las salsas verdes y
rojas, y en general las frutas y verduras.
Concluyó
que ha habido esfuerzos por reducir los niveles de ozono, principalmente al cambiar
la composición de la gasolina, pero aún no es suficiente.
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Selva Rivas
Arancibia, de la Facultad de Medicina de la UNAM, afirmó que hay padecimientos
en los cuales se ha demostrado clínicamente su relación con el medio ambiente
oxidante
FOTO 02.
El ambiente oxidante en el que viven los habitantes de ciudades como la capital mexicana es dañino, indicó la académica de la Facultad de Medicina de la UNAM, Selva Rivas Arancibia.