06:00 hrs.  29 de Diciembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-1065

Ciudad Universitaria

 

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DESARROLLAN MÉTODO PARA RECICLAR LLANTAS, EN LA UNAM

 

·        Lo realiza el grupo encabezado por Mikhail Tlenkopatchev, del Instituto de Investigaciones en Materiales

·        Los universitarios proponen el tratamiento químico del hule después de un proceso criogénico vía descomposición catalítica; pues es más barato y se puede obtener gasolina

·        En México cada año se desechan 25 millones de neumáticos; en una década se tendrán 250 millones de piezas inservibles

 

Científicos del Instituto de Investigaciones en Materiales de la UNAM trabajan en un método para reciclar llantas, basado en la degradación catalítica, informó Mikhail Tlenkopatchev, responsable del grupo encargado de esta labor.

 

En México, indicó, se estima que circulan más de 18 millones de vehículos, los cuales anualmente desechan 25 millones de neumáticos –23 por ciento procedentes del Distrito Federal–, de los cuales sólo cinco por ciento se renueva. De este modo, en una década se tendrán al menos 250 millones de piezas inservibles, cada una de las cuales representará un grave problema; “esto sin considerar los millones que se han acumulado en los pasados cinco años”.

 

Recordó que lo tradicional con estos materiales es reusarlos, en 5 y 10 por ciento y luego de un tratamiento, en las carpetas asfálticas o se les incinera para producir energía. Otra alternativa es recuperar de ellas el hule y el acero que contienen. Esto último se hace a través de criogenia, una técnica que consiste en refrigerarlas a bajas temperaturas con nitrógeno líquido, para después triturarlas y descomponerlas en hule, acero, nylon y carbón.

 

Este proceso representa sólo el primer paso del reciclaje, el cual finaliza con la fabricación de productos comercialmente relevantes. En ese sentido, dijo que existen métodos físico-mecánicos (los ultrasónicos), físico-químicos (como la pirólisis)  e incluso biológicos (por bacterias); pero no han tenido el éxito deseado y falta mucho para desarrollarlos de manera favorable.

 

Así, explicó Mikhail Tlenkopatchev, los universitarios proponen el tratamiento químico del hule después del proceso criogénico, vía descomposición catalítica. Este método es mucho menos costoso que los existentes debido a la disponibilidad y eficacia de los catalizadores, que pueden reutilizarse varias veces. Además, las condiciones de degradación utilizadas son suaves, al hacerse a temperatura ambiente o a 40 ó 50 grados centígrados.

 

Por ejemplo, aseguró, existe un procedimiento físico denominado pirólisis; cuyas condiciones son duras: requiere de 200 a 300 grados centígrados. Los productos finales son hidrocarburos y existe la posibilidad de hacer gasolina, pero es costoso.

 

En este caso, detalló, la alternativa puede tomar dos rutas después de la separación criogénica: suave o profunda. En la primera se obtienen hules reutilizables para la fabricación de nuevas llantas. En la otra, hidrocarburos líquidos y solubles bien definidos, con peso molecular y estructura controlada; los cuales se pueden usar para la elaboración de productos industriales como adhesivos, plastificantes, pinturas y, últimamente, es posible la obtención de gasolina.

 

 

Entre las virtudes de su método destacó que es más barato y que ellos mismos idean los catalizadores, los cuales cuentan con amplia disponibilidad y son eficaces en la descomposición del hule, después de la separación criogénica de las llantas; “pueden reutilizarse varias veces, y tienen un bajo costo”. Además, el proceso se puede hacer en condiciones menos agresivas: con gradación ambiental o hasta 50 grados.

 

Mikhail Tlenkopatchev recalcó que esta investigación está en fase de pruebas.  Se requiere experimentar, primero en una planta piloto y después a escala industrial, para analizar cómo funciona a estos niveles el catalizador. De hecho, en la actualidad se está en pláticas con las autoridades ambientales para optimizar este procedimiento y agilizar su comercialización.

 

La naturaleza, concluyó, no puede degradar las llantas con facilidad, sino tardar entre 20 y 40 años, y durante este tiempo se forman diferentes tipos de gases venenosos para el ser humano, pues son hidrocarburos. Además, el material del cual están elaborados los neumáticos proviene del petróleo, que es un recurso no renovable. Por eso es importante trabajar en métodos que aborden este problema.

 

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FOTO 01

 

En el Instituto de Investigaciones en Materiales de la UNAM, el grupo encabezado por Mikhail Tlenkopatchev desarrolla un método para reciclar llantas, basado en la degradación catalítica.

 

FOTO 02.

 

Mikhail Tlenkopatchev, del Instituto de Investigaciones en Materiales de la UNAM, dijo que en México cada año se desechan 25 millones de neumáticos.