Boletín
UNAM-DGCS-1065
Ciudad Universitaria
Pie de fotos al
final del boletín
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Lo realiza el
grupo encabezado por Mikhail Tlenkopatchev, del Instituto de Investigaciones en
Materiales
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Los universitarios
proponen el tratamiento químico del hule después de un proceso criogénico vía
descomposición catalítica; pues es más barato y se puede obtener gasolina
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En México cada año
se desechan 25 millones de neumáticos; en una década se tendrán 250 millones de
piezas inservibles
Científicos del Instituto de Investigaciones
en Materiales de la UNAM trabajan en un método para reciclar llantas, basado en
la degradación catalítica, informó Mikhail Tlenkopatchev, responsable del grupo
encargado de esta labor.
En
México, indicó, se estima que circulan más de 18 millones de vehículos, los
cuales anualmente desechan 25 millones de neumáticos –23 por ciento procedentes
del Distrito Federal–, de los cuales sólo cinco por ciento se renueva. De este
modo, en una década se tendrán al menos 250 millones de piezas inservibles,
cada una de las cuales representará un grave problema; “esto sin considerar los
millones que se han acumulado en los pasados cinco años”.
Recordó
que lo tradicional con estos materiales es reusarlos, en 5 y 10 por ciento y
luego de un tratamiento, en las carpetas asfálticas o se les incinera para
producir energía. Otra alternativa es recuperar de ellas el hule y el acero que
contienen. Esto último se hace a través de criogenia, una técnica que consiste
en refrigerarlas a bajas temperaturas con nitrógeno líquido, para después
triturarlas y descomponerlas en hule, acero, nylon y carbón.
Este
proceso representa sólo el primer paso del reciclaje, el cual finaliza con la
fabricación de productos comercialmente relevantes. En ese sentido, dijo que
existen métodos físico-mecánicos (los ultrasónicos), físico-químicos (como la
pirólisis) e incluso biológicos (por
bacterias); pero no han tenido el éxito deseado y falta mucho para desarrollarlos
de manera favorable.
Así,
explicó Mikhail Tlenkopatchev, los universitarios proponen el tratamiento
químico del hule después del proceso criogénico, vía descomposición catalítica.
Este método es mucho menos costoso que los existentes debido a la
disponibilidad y eficacia de los catalizadores, que pueden reutilizarse varias
veces. Además, las condiciones de degradación utilizadas son suaves, al hacerse
a temperatura ambiente o a 40 ó 50 grados centígrados.
Por
ejemplo, aseguró, existe un procedimiento físico denominado pirólisis; cuyas
condiciones son duras: requiere de 200 a 300 grados centígrados. Los productos
finales son hidrocarburos y existe la posibilidad de hacer gasolina, pero es
costoso.
En
este caso, detalló, la alternativa puede tomar dos rutas después de la
separación criogénica: suave o profunda. En la primera se obtienen hules
reutilizables para la fabricación de nuevas llantas. En la otra, hidrocarburos
líquidos y solubles bien definidos, con peso molecular y estructura controlada;
los cuales se pueden usar para la elaboración de productos industriales como
adhesivos, plastificantes, pinturas y, últimamente, es posible la obtención de
gasolina.
Entre
las virtudes de su método destacó que es más barato y que ellos mismos idean
los catalizadores, los cuales cuentan con amplia disponibilidad y son eficaces
en la descomposición del hule, después de la separación criogénica de las
llantas; “pueden reutilizarse varias veces, y tienen un bajo costo”. Además, el
proceso se puede hacer en condiciones menos agresivas: con gradación ambiental
o hasta 50 grados.
Mikhail
Tlenkopatchev recalcó que esta investigación está en fase de pruebas. Se requiere experimentar, primero en una
planta piloto y después a escala industrial, para analizar cómo funciona a
estos niveles el catalizador. De hecho, en la actualidad se está en pláticas
con las autoridades ambientales para optimizar este procedimiento y agilizar su
comercialización.
La
naturaleza, concluyó, no puede degradar las llantas con facilidad, sino tardar
entre 20 y 40 años, y durante este tiempo se forman diferentes tipos de gases
venenosos para el ser humano, pues son hidrocarburos. Además, el material del
cual están elaborados los neumáticos proviene del petróleo, que es un recurso
no renovable. Por eso es importante trabajar en métodos que aborden este
problema.
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FOTO 01
En el Instituto de Investigaciones
en Materiales de la UNAM, el grupo encabezado por Mikhail Tlenkopatchev
desarrolla un método para reciclar llantas, basado en la degradación
catalítica.
FOTO 02.
Mikhail Tlenkopatchev, del Instituto de Investigaciones en Materiales de la UNAM, dijo que en México cada año se desechan 25 millones de neumáticos.