06:00 hrs.  26 de Diciembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-1055

Ciudad Universitaria

Pie de fotos al final del boletín

 

USAN LA GEOPOLÍTICA PARA DEFINIR POLÍTICAS DE ESTADO EN ENERGÍA Y SEGURIDAD NACIONAL A LARGO PLAZO

 

·        Informó Miguel García Reyes, investigador del CEIICH de la UNAM

·        Los países desarrollados definen líneas de trabajo exterior para extender su influencia, mientras que en nuestro país son de gobierno

·        En el siglo XXI las potencias utilizan la geopolítica para conquistar y asegurar las fuentes de energía, entre las que destaca petróleo, agua y gas

 

Investigadores de la UNAM utilizan la geopolítica para formular políticas públicas de Estado en las áreas energética y de seguridad nacional, informó Miguel García Reyes, investigador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH). 

 

Explicó que en nuestro país las líneas de trabajo son de gobierno y por lo tanto son a corto plazo, en tanto que en los países desarrollados plantean líneas de trabajo exterior para extender su influencia, por lo tanto sus planes van de los 10 hasta los 50 años. Esto les permite hacer uso más racional y efectivo de sus recursos naturales y plantear escenarios para protegerse en las décadas por venir.

 

 

A pesar de tener una corta tradición en este sentido, en México se hacen políticas públicas cada sexenio. A diferencia de las de Estado, las primeras se utilizan en función de lo que dure el encargado de tomar decisiones o una administración legal. No es sólo problema nacional sino de la mayoría de los regímenes de bajo nivel de progreso. Este es uno de los obstáculos que ha impedido su crecimiento, porque no hay continuidad, alertó García Reyes.

 

En las de gobierno participan los funcionarios en turno, pero además las transnacionales, organismos financieros internacionales y empresas, entre otros. Mientras que en las de Estado intervienen gobierno y sociedad, definió.

 

Explicó que en el siglo XXI las potencias utilizan la geopolítica para conquistar y asegurar las fuentes de energía, entre las que destaca petróleo, gas y agua. Durante los siglos XIX y XX y la Guerra Fría fue formulada con fines destructivos, de conquista por el poder, mercados y territorios. Hoy, Estados Unidos reafirma con ella su dominio.

 

No obstante, precisó, esta herramienta puede emplearse para planificar y diseñar políticas públicas energéticas y de seguridad nacional a largo plazo. De ahí que universitarios del Seminario La Geopolítica en las Relaciones Internacionales de esta entidad, busquen mecanismos y estrategias para usarla para tal fin.

 

Abundó que esta especialidad, entendida como el estudio de los efectos del medio ambiente en el desarrollo político de una sociedad, permite la supervivencia de los países, pues todo pueblo se desenvuelve de acuerdo a sus recursos naturales, de lo contrario tendrá que ir en su búsqueda. Esa ha sido una práctica común del ser humano y hace que algunas comunidades avancen más que otras.

 

Es decir, aclaró, el hombre ha hecho geopolítica desde siempre. Es una ciencia que permite construir, enfrentar, o destruir imperios. Los primeros que la utilizaron fueron Alemania, Inglaterra, Francia y Rusia para consolidarse. Ellos dieron lugar al imperialismo.

 

En Estados Unidos, por ejemplo, además de ser planificadores, tienen gran cantidad de recursos humanos y financieros para hacer este tipo de trabajo; sus intereses son mayúsculos y deben cuidar sus mercados en África, Asia, Medio Oriente y América Latina, apuntó el académico.

 

Sirve para expandirse, enfrentar o moderar. Nuestro país siempre ha adoptado una posición de contención en su diplomacia; nunca de agresión. “México tiene ya la capacidad industrial, económica, financiera y educativa de iniciar una geopolítica expansionista, pero no en términos de construir un imperio, sino de intervenir más en los mercados mundiales, incluido el energético, en política internacional, en todos los ámbitos del quehacer interno y externo. Nuestro país lo puede llegar a hacer”, aclaró.

 

El primer paso es conocer el entorno exterior, dijo. En términos pacíficos se necesita saber qué pasa fuera y cómo afecta, cuál puede ser el grado de influencia en seguridad nacional y energía. Luego debe hacerse una planeación y uso racional de los recursos energéticos. Se puede ubicar dónde vender petróleo y gas, y dónde invertir recursos financieros o humanos.

 

García Reyes agregó que en el caso de la seguridad nacional, en México no se deben copiar modelos, como se ha hecho. En este caso tiene sus propias amenazas, y debe definir las reales. En la agenda aparecen retos transferidos de Estados Unidos: terrorismo e inseguridad fronteriza.

 

Por ello, sugirió, se ha considerado que más que una postura militarizada como la del país del Norte, debe ser social, porque el primer desafío es la pobreza, que genera más amenazas: migración, narcotráfico y deterioro de medio ambiente.

 

De ahí la importancia de las investigaciones que se hacen en el CEIICH; de hecho, esta problemática no se estudia de manera abierta, plural e interdisciplinaria con otros institutos. Por eso concluyó que la meta es formular y diseñar políticas públicas de Estado de seguridad nacional y energía, para hacérselas llegar a los partidos políticos, y las consideren en sus plataformas electorales.

-0o0-

 

FOTO 01.

Miguel García Reyes, del CEIICH de la UNAM, afirmó que en el siglo XXI las potencias utilizan la geopolítica para conquistar las fuentes de energía.

 

FOTO 02

La geopolítica permitirá la supervivencia de los países, afirmó Miguel García Reyes, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM.