06:00 hrs.  23 de Diciembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-1048

Ciudad Universitaria

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FACILITA EL MÉTODO APRENDIZAJE BASADO EN PROBLEMAS, PROCESO DE ENSEÑANZA

 

·        Señaló Pablo Hofmann, el responsable del Programa de ABP en la Facultad de Medicina de la UNAM

·        El método estimula el aprendizaje autodirigido y permite la práctica del estudiante con situaciones reales

·        En los últimos años ha tomado más arraigo en las instituciones de educación superior; en la FM se aplica a estudiantes de los primeros años de la carrera

·        Marcela López, titular de la Unidad de Programas Educativos para el Reforzamiento de la Licenciatura, abundó que se propician  alumnos con mayor compromiso para esta carrera

 

La adquisición de conocimientos, así como el desarrollo de habilidades y actitudes resultan de vital importancia en el proceso de enseñanza, de ahí que el método denominado Aprendizaje Basado en Problemas (ABP), tenga éxito en su aplicación en la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

 

Así lo señaló Pablo Hofmann, responsable del ABP, pues en este modelo es el alumno quien busca el conocimiento que considera necesario para resolver las diversas cuestiones que se le plantean.

 

El método tiene implícito en su dinámica de trabajo el desarrollo de habilidades, actitudes y valores benéficos para la mejora personal y profesional del alumno de los primeros años de la carrera. “Sirve como un simulador de la vida real para que puedan utilizarlo como base y motivación para la búsqueda, integración y aplicación de la información de una manera autodidacta o autodirigida”, agregó.

 

Informó que en esta entidad universitaria el Programa se aplica para dos tipos de alumno: para el que ingresa al Programa  Núcleos de Calidad Educativa (NUCE); y para los del Programa de Atención a Alumnos en Regularización (PAAR).

 

Explicó que en los últimos años el programa ABP ha tomado más arraigo en las instituciones de educación superior, pues es un método que estimula el autoaprendizaje y permite la práctica del estudiante al enfrentarlo a situaciones reales y a identificar sus fortalezas.

 

Tiene sus primeras aplicaciones y desarrollo en la escuela de medicina en la Universidad de Case Western Reserve en los Estados Unidos y en la Universidad de McMaster en Canadá en la década de los sesenta. Esta metodología se desarrolló con el objetivo de mejorar la calidad de la educación médica, al cambiar la orientación de un currículum que se basaba en una colección de temas y exposiciones del maestro, a uno más integrado y organizado en problemas de la vida real y donde confluyen las diferentes áreas del conocimiento que se ponen en juego para dar soluciones.

 

En el ABP un grupo pequeño de alumnos se reúne, con la guía de un tutor, a analizar y resolver un problema seleccionado o diseñado especialmente para el logro de ciertos objetivos de aprendizaje, dijo.

 

El responsable de estos equipos trabaja con 5 o 6 alumnos, no da clase; funciona como guía y facilitador en la búsqueda de información; por ello los estudiantes hacen la búsqueda, definen sus propios temas de acuerdo a las materias que se pueden cubrir. De esta manera, en el ABP el profesor a cargo del grupo actúa como un tutor en lugar de ser un maestro convencional experto en el área y transmisor del conocimiento.

 

Ayuda a los alumnos a reflexionar, identificar necesidades de información y les motiva a continuar con el trabajo, es decir, los guía para alcanzar las metas propuestas. Así, en cada una de las etapas, se procuran datos, se discuten, llegan a la conclusión de que relación tiene con el asunto planteado. En la Facultad de Medicina es a través de casos o situaciones clínicas.

 

Así los alumnos dialogan y concluyen la relevancia de la información que tienen con respecto al escenario médico y finalmente se hace una evolución sobre qué partes o temas de cada una de las materias han logrado cubrir, abundó.

 

Los planteamientos se elaboran de acuerdo a un esquema preestablecido por universidades que se adaptan a nuestro sistema educativo, refirió.

 

Es importante señalar que el objetivo no se centra en resolver el caso clínico planteado sino en que éste sea utilizado como base para identificar los temas de aprendizaje para su estudio de manera independiente o grupal, es decir, el problema sirve como detonador para que los alumnos cubran los objetivos del curso.

 

El académico destacó que al estimular habilidades autodirigidas, los alumnos mejorarán su capacidad para estudiar e investigar sin ayuda de nadie y afrontar cualquier obstáculo, tanto de orden teórico como práctico, a lo largo de su vida. Aprenden a resolver o analizar situaciones del mundo real y a aplicar los conocimientos adquiridos.

 

Esto les da mayor capacidad a los egresados de esta Facultad para competir en el ámbito profesional; que el alumno destaque y tenga posibilidades no nada más de repetición de la información sino de correlación y aplicación, y finalmente de seguirse actualizando, expuso.

 

Informó que el ABP sólo se aplica en los primeros años de la carrera. Sin embargo, se busca hacerlo más eficiente y poder extenderlo al resto de la generación.

 

 

Abundó que en la Unidad de Programas Educativos para el Reforzamiento de la Licenciatura de la Facultad de Medicina, bajo la jefatura de Marcela López Cabrera, al que pertenece el ABP, se manejan diversos aspectos como el desempeño de los jóvenes, a quienes se les hace un seguimiento personalizado.

 

Su ejemplo, es el propio NUCE, que busca generar un patrón de pensamiento en el alumno de medicina para desarrollar habilidades y destrezas que no se habían contemplado en los médicos egresados de la Facultad, señaló López Cabrera.

 

Ya se tienen varias generaciones con este sistema, de hecho se utilizan egresados de este programa como tutores de ABP, además de otras personas, agregó.

 

Marcela López abundó que con este programa se propician  alumnos con mucho mayor compromiso para la carrera de Medicina, y formar facultativos del más alto nivel e interesados en la salud del país.

 

Además de este programa, los alumnos están incluidos en un programa de acercamiento temprano a la investigación. Esto quiere decir, que en los primeros años están 12 horas en un laboratorio de  alto nivel y familiarizados con la docencia en la Facultad de Medicina, concluyó.

 

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FOTO 01.

La adquisición de conocimientos, así como el desarrollo de habilidades y actitudes resultan de vital importancia en el proceso de enseñanza, señaló Pablo Hofmann, de la Facultad de Medicina de la UNAM.

 

FOTO 02

Marcela López, de la FM de la UNAM, señaló que con el Programa de Aprendizaje Basado en Problemas se propician  alumnos con mucho mayor compromiso para la carrera de Medicina.