06:00 hrs.  22 de Diciembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-1044

Ciudad Universitaria

 

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NO HAY IMPEDIMIENTOS LEGALES PARA LA PRÁCTICA DE  LA EUTANASIA EN ANIMALES

 

·        Afirmó Beatriz Vanda Cantón, profesora de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM

·        Debería realizarse cuando se trata en un paciente en etapa terminal o si experimenta dolor a consecuencia de una fractura, tumor o quemadura, y éste no puede ser controlado con analgésicos de rutina, indicó

·        Se presenta con mayor frecuencia en animales de compañía, aquellos que son elegidos por las personas como amigos o compañeros de vida, espacio y actividades, dijo

 

No hay ninguna restricción para que los profesionales de la salud les practiquen la eutanasia a los animales, pero está debe permitirse sólo en casos de la etapa terminal para evitar abusos, afirmó Beatriz Vanda Cantón, profesora de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVyZ) de la UNAM. 

 

Abundó que a su juicio solo es  justificada la medida cuando se trata de una enfermedad crónica, incurable, avanzada, o si el animal experimenta dolor como consecuencia de una fractura, tumor o quemadura, y éste no puede ser controlado con analgésicos de rutina.

 

El concepto de eutanasia se aplica cuando se trata de evitar tanto el dolor causado por el padecimiento como la ayuda para la pérdida de vida sin propiciar sufrimiento al animal; de lo contrario se le define como sacrificio, refirió.

 

No obstante, precisó, esos términos sólo justifican el quitar la vida. En su opinión, el primero de ellos sería aceptable sólo en seres empleados para consumo humano, porque sirven de alimento y, con ello, dan vida a las personas.

 

En ese sentido, subrayó, eutanasia es la práctica de dar muerte cuando se realiza con sobredosis de analgésicos vía intravenosa, previa tranquilización, y cuando el ejemplar está grave, tiene una enfermedad incurable o es tan anciano que ya no puede ser autosuficiente. En caso contrario es un exterminio o matanza.

 

La especialista en patología explicó que esta decisión se presenta con mayor frecuencia en animales de compañía, es decir, todos aquellos que son elegidos por las personas como amigos o compañeros de vida, espacio y actividades. Si bien, antes sólo se consideraba en este rubro a perros y gatos, ahora pueden ser también peces, hurones y aves.

 

Aunque el médico puede recomendar al dueño no hacer la eutanasia a una mascota sana y joven, la gente tiene la mentalidad de que quien paga manda y si no lo hace éste, lo hará otro, acotó.

 

Asimismo, el profesional debe formarse un criterio y entender que esta facultad, que no lo hace sujeto de cargos judiciales ni problemas morales, es una gran responsabilidad, la cual muchas veces se emplea para cubrir una mala práctica profesional, señaló.

 

Es decir, ejemplificó, si no se da con el diagnóstico y no se sabe cómo curar a un animal, se limita a decir que es un caso complicado y recomienda matarlo para no hacerlo sufrir; de esta manera salva su reputación.

 

Es preciso que los médicos veterinarios hagan ver a quienes obtienen un ejemplar, que éste no siempre será pequeño, joven o bonito, y le va a generar problemas, pero ello no es causal para eliminarlo, recalcó.

 

 

Por ejemplo, en algunos países de Europa, cuando la gente adquiere un animal de compañía firma un contrato de adopción, y se compromete a alimentarlo y tenerlo en un espacio adecuado, y no lo va a abandonar. Esto garantiza que se hace responsable de él hasta su muerte, comentó.

 

Hay casos, abundó, donde no queda más remedio que practicar la eutanasia, y a eso se le llama preparación. Entonces, el veterinario debe acompañar al dueño y al paciente. Debe explicarle al propietario que la vida es un proceso y tiene fin, que todos los seres vivos mueren y en esa situación ese paso es la mejor alternativa porque ya no tiene calidad en su existencia.

 

Al dueño se le recomienda despedirse de su compañero y que le agradezca por los años compartidos; asimismo, es importante que esté con él al momento del fallecimiento, indicó.

 

Ello se puede llevar a cabo en el consultorio u hospital, pero ahora se piensa que es mejor ir a casa, para no moverlo ni estresarlo, que no sienta que al final lo echaron de su hogar o lo abandonaron, concluyó. 

 

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FOTO 01.

Eutanasia es la práctica de dar muerte cuando se realiza con sobredosis de analgésicos por vía intravenosa, y el animal está grave, afirmó Beatriz Vanda Cantón, de la FMVyZ de la UNAM. 

 

 

FOTO 02

El veterinario debe formarse un criterio y entender que la facultad de la eutanasia, que no lo hace sujeto de cargos judiciales, es una responsabilidad, enfatizó Beatriz Vanda, profesora de la UNAM.