Boletín
UNAM-DGCS-1039
Ciudad Universitaria
Pie de fotos al
final del boletín
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Como plantas de
tratamiento de aguas negras en los domicilios, consideró Hermilo Salas
Espíndola, de la Facultad de Arquitectura de la UNAM
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Los colegios de
arquitectos requieren participar de manera más decidida en la elaboración de
esta normatividad
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Lo más importante, aseguró
el investigador, es buscar un cambio global hacia una nueva actitud, la cual
requiere manejar formas diferentes de comportamiento en las comunidades
Es necesario implantar medidas de protección
ambiental urgentes en el Reglamento de Construcciones para la ciudad de México,
entre las que se incluyan las plantas de tratamiento de aguas negras en los
domicilios, para que no lleguen al drenaje central tan sucias y que en los
nuevos desarrollos urbanos se consuma líquido reciclado para regar jardines o
lavar coches.
Así lo consideró Hermilo Salas Espíndola,
coordinador del Diplomado Internacional en Consultoría Ambiental de la Facultad
de Arquitectura de la UNAM, para quien los colegios de profesionales requieren
participar de manera más decidida en la elaboración de esta normatividad, y en
la exigencia para hacer cumplir sus disposiciones.
Esta ciudad, advirtió, sólo podrá conservarse
sana si las edificaciones mejoran sus condiciones de construcción, por ello
debe haber reformas, y aunque en el ámbito jurídico existen referencias en ese
sentido, no hay una formalidad que obligue a su observancia.
Para
caminar en esa ruta, abundó, lo primero sería hacer estudios de impacto en el
entorno, que den un claro diagnóstico de qué problemas se tienen, al tomar como
base una planeación regional, no aislada, y en donde todos sepan que precisan
satisfacer determinados elementos.
Luego,
debieran proliferar las auditorías ambientales. “Tiene que haber un sentido de
responsabilidad en la población, de que todo lo que hacemos o dejamos de hacer
nos afecta a todos”.
Por
tanto, comentó, se impulsaría una ética en este sentido; ella se consolidaría
si se trabajase entre la colectividad a todos los niveles, desde la educación
preescolar hasta los estudios universitarios. Sólo así se conformará una
cultura integral.
Lo
más importante, insistió, es buscar un cambio global hacia una nueva actitud,
la cual requiere de manejar formas diferentes de comportamiento en las
comunidades. Para obtenerlas se han desarrollado nuevas áreas del conocimiento,
como la psicología ambiental, las cuales han permitido establecer un renovado
camino hacia la concientización.
“No
puede llegar el individuo a esta etapa si no hay un proceso formativo. En esto
se basa la nueva visión de la arquitectura y del análisis urbano. La idea es
llegar a una mejor calidad de vida”, aseguró Salas Espíndola.
A
escala mundial existen ya ciudades con sentido totalmente ambiental y
ecológico, como Vancouver, Canadá. En México se ha aplicado en fraccionamientos
de orden empresarial, donde incluyen áreas verdes, pues busca el paisaje como
un elemento de atracción. Agregó, el autor del libro El impacto del ser humano
en el planeta, que otra tendencia importante dentro de esta nueva corriente es
tratar de volver al mínimo uso de energía.
El
problema principal que enfrenta la arquitectura basada en este concepto,
expresó el investigador, es que “por la globalización nos imponen materiales,
formas de construir, programas de financiamiento que impiden llegar a este tipo
de soluciones”. No obstante, dijo, el talento y el dinero no están peleados.
“Se requieren nuevas mentalidades”.
La
principal motivación al trabajar en esta área, concluyó, es cuidar nuestra
salud espiritual, física y social. Si se logra resolver cómo prevenir para
vivir lo mejor posible, es el inicio para alentar una mayor calidad de vida, que
en lo arquitectónico se ve afectada por fenómenos como la contaminación por
ruido y la visual, entre otras.
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FOTO 01.
El Reglamento de Construcciones para
el Distrito Federal requiere incorporar mayores aspectos ambientales, afirmó
Hermilo Salas Espíndola, de la Facultad de Arquitectura de la UNAM.
FOTO 02
El arquitecto de la UNAM Hermilo
Salas Espíndola, dijo que los colegios de arquitectos debieran participar de
manera más decidida en la elaboración de la normatividad de construcción
urbana.