Boletín
UNAM-DGCS-1031
Ciudad Universitaria
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REINTRODUCEN AL
HURÓN DE PATAS NEGRAS A MÉXICO, CON LA AYUDA DE LA UNAM
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Especialistas del
Instituto de Ecología utilizan herramientas de vanguardia para ayudar en la
recuperación de esta especie en territorio nacional
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En 1967 fue declarada en
peligro de extinción. Ya en 1970 sólo había pequeñas poblaciones, y en 1979
murió el último hurón en cautiverio
El
Instituto de Ecología de la UNAM realiza el programa de reintroducción a México
del hurón de patas negras (Mustela nigripes), con el objetivo de recuperar esta
especie que se consideraba extinta en Norteamérica en los años setenta, informó
Jesús Pacheco Rodríguez, integrante del Laboratorio de Ecología y Conservación
de Fauna Silvestre de la entidad.
El
biólogo precisó que se ha delineado toda una estrategia para lograr una
población viable a largo plazo en la estación de Janos-Casas Grandes,
Chihuahua, en el marco de un acuerdo trilateral entre Canadá, Estados Unidos y
México, al ser uno de los mejores hábitats para esta variedad.
Para
ello, los expertos universitarios utilizan herramientas de vanguardia que
incluyen sistemas de información geográfica y análisis de viabilidad de
población, donde se toman en cuenta variables como su movimiento territorial,
densidad y hábitos conductuales, entre otras.
Estudiantes
y académicos realizan en la zona monitoreos de hasta 900 horas hombres durante
periodos de 8 a 10 días, con el objetivo de proteger a la especie, agregó.
Pacheco
Rodríguez indicó que a partir del año 2001 hasta la fecha –con excepción del
año 2004- se han liberado 239 hurones en México, provenientes de centros de
reproducción de Estados Unidos y Canadá, con todos los permisos necesarios.
Se
espera que en el 2010 se logre establecer una población viable que permita
incluso el traslado de algunos individuos nacidos en México hacia los países
vecinos del norte, ante las óptimas condiciones del hábitat, pues en el
territorio nacional no ha sido registrada la peste bubónica y existen grandes
colonias de perros llaneros que representan el principal alimento de los
hurones, aseveró.
De
los animales liberados en nuestro país, dijo, se tiene el registro de que hay
20 hurones en Janos, donde las hembras han logrado reproducirse, proceso
detectado gracias a un par de microchips instalado en su piel, abundó el
especialista.
La
importancia del proyecto, agregó, consiste en recuperar una especie que se
consideraba extinta en forma silvestre en los setenta.
El
hurón de patas negras, expuso, es un elemento clave en los ecosistemas de
pastizales que van desde Canadá hasta México, aunque estas áreas están
amenazadas ante el cambio de uso de suelo con fines de ganadería y agricultura.
Estas
zonas, puntualizó, se han ido perdiendo, lo que afecta el hábitat de 350
especies asociadas de vertebrados, anfibios, reptiles, aves y mamíferos en
Janos. En México no había registro de hurones de patas negras, sólo de
subfósiles del norte y sur del área de reintroducción.
Precisó
que es un animal totalmente nocturno, que se desenvuelve en sitios alejados de
poblados o zonas agrícolas. Mide 30 centímetros de largo y su cuerpo tiene la
forma de una salchicha. Está adaptado a vivir en las madrigueras de los
perritos llaneros, los cuales son su principal alimento. Es un animal inteligente, de las familias de las
comadrejas.
En
1900, se registraron programas de erradicación de los perritos llaneros en
Norteamérica, por lo que en los años cincuenta, el hurón fue la especie más
amenazada de las praderas.
En
1967 fue declarada en peligro de extinción. Ya en 1970 sólo había pequeñas
poblaciones. En 1979 murió el último hurón en cautiverio. Sin embargo, en 1981
un pequeño grupo fue descubierto en Meeteetse, Wyoming, pero cuatro años
después la peste y el moquillo diezmaron a la población hasta quedar sólo 18 hurones.
Éstos
últimos fueron la base para iniciar el programa de reproducción de esta especie
en Sybille, Wyoming. Se hicieron reintroducciones a sitios en Estados Unidos y
se volteó la mirada a México, que tiene todas las condiciones ideales.
El
hecho de que no haya peste en México representa que las poblaciones de perritos
llaneros se mantengan altas y las del hurón de patas negras puedan lograr un
nivel aceptable, concluyó.
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FOTO 01
El Instituto de
Ecología de la UNAM participa en el programa de reintroducción del hurón de
patas negras a México
FOTO 02.
El hurón de patas
negras mide 30 centímetros. Esta especie ha tenido serios problemas de
conservación en Norteamérica