06:00 hrs.  17 de Diciembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-1029

Ciudad Universitaria

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A PESAR DE LA FALTA DE APOYOS LA PRODUCCIÓN APÍCOLA MEXICANA OCUPA EL TERCER LUGAR A ESCALA MUNDIAL

 

·        Destacó Adriana Correa, académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM

·        Su mérito es que no está a cargo de profesionistas, sino de campesinos, señaló

·        Quintana Roo, Campeche y Yucatán son los estados de mayor actividad, con el 50 por ciento del total nacional, indicó

 

A pesar de que la producción apícola mexicana ocupa el tercer lugar en el ámbito mundial, el quinto en las exportaciones mexicanas, y es la tercera generadora de divisas en el sector pecuario, no recibe el reconocimiento y apoyo necesarios, afirmó Adriana Correa, jefa del Departamento de Producción Animal, Abejas, Conejos y Organismos Acuáticos, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVyZ) de la UNAM.

 

Tienen mayor mérito los resultados generados por esta industria, porque no está a cargo de profesionistas, sino de gente del campo, de campesinos que en muchas ocasiones no saben leer ni escribir bien y, a pesar de ello, han tomado cursos de capacitación.

 

Su trabajo es de calidad, obedecen reglamentaciones, están unidos y se adaptan para no contaminar las mieles y conservar el rango que se tiene en las ventas al exterior, recalcó.

 

 

Cabe mencionar que ni las áreas de aves, cerdos y bovinos, con toda su tecnología, tienen la calidad de exportación que los apicultores y, sin embargo, es una actividad poco reconocida en el país, consideró.

 

Informó que Quintana Roo, Campeche y Yucatán son los estados de mayor producción, con el 50 por ciento del total nacional; después sigue la zona del Pacífico y el Golfo; posteriormente el Altiplano y al último el Norte del país, donde 80 por ciento de la actividad es la polinización de los cultivos, 15 generación de miel y 5 por ciento propóleos, jalea, veneno y cera. 

 

Si bien en esta última región la obtención mielera no es la más importante, polinizar sí, porque es cuando los apicultores rentan sus abejas en la etapa de floración; las meten a los sembradíos y les pagan entre 50 y 600 pesos por colmena; esto no sólo garantiza una buena cosecha, sino una entrada extra por sus servicios, precisó.

 

En cambio, agregó, en el Sureste se genera el dulce en tres temporadas; ello se debe a que tienen floración constante y no hay cambios bruscos de temperatura.

 

Todo ello se desprende de los trabajos que esa Facultad, enfatizó, realiza con instituciones como la Universidad de Welf en Ontario, Canadá, y en México con el INIFAB, con su Centro de Mejoramiento Genético en Villa Guerrero.

 

El estudiantado de posgrado se prepara allá y elabora sus tesis de licenciatura y grado en temas como mejoramiento genético y patología apícola, concretamente contra Varroa destructor, porque es un ácaro que no sólo afecta a las abejas sino que también les transmite enfermedades bacterianas, detalló.

 

En este lugar, abundó, se busca la manera de controlarlo sin antibióticos para no contaminar la miel; de lo contrario, en castigo el mercado europeo impondría precios altos.

 

 

 

 

Se prueban técnicas para erradicar este ácaro en lo posible, pero sin necesidad de emplear químicos, puntualizó. Ello consiste en quitar panales contaminados, controlar la humedad con inclinaciones de las colmenas, cerrar piqueras, contar con un buen sistema de alimentación artificial, hacer cambios de reinas a tiempo, mantener las poblaciones en niveles adecuados, sin debilidad y puedan enfrentar problemas bacterianos de este tipo.

 

También, México es uno de los países punteros en cuanto a investigación; eso permite que las publicaciones nacionales sean de mucho valor en el mundo, aseveró. De hecho, en otros países los trabajos editados se basan en muestras de 25 colmenas; en nuestro caso, las más pequeñas son de 300.

 

Además se tienen apiarios en Tonatico y Tres Marías; el primero se emplea para generación de conocimiento, mientras el otro es ocupado principalmente en enseñanza. Aquí hay un espacio creado con los problemas comunes para un profesional, para que el alumno los conozca y en campo pueda resolverlos, mencionó.

 

De forma adicional, concluyó, se tiene un convenio con el Centro de Educación Ambiental Acuexcomac de San Luis Tlaxialtemalco,  Xochimilco. En el área apícola se echará a andar un laboratorio de patología en donde se dará servicio de diagnóstico de enfermedades; también dotar de pies de cría para mejoramiento genético y distribuciones de reinas, y que de este modo puedan controlar la africanización; asimismo, en el Centro se impartirán cursos de capacitación a los apicultores.

 

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La producción apícola mexicana no está a cargo de profesionistas, sino de campesinos, destacó Adriana Correa, académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM.

 

FOTO 02.

La producción apícola mexicana ocupa el tercer lugar en el mundo, afirmó Adriana Correa, jefa del Departamento de Producción Animal, Abejas, Conejos y Organismos Acuáticos de la FMVyZ de la UNAM.