Boletín
UNAM-DGCS-1028
Ciudad Universitaria
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NECESITA MÉXICO INSTITUCIONES QUE FORTALEZCAN LEYES CONTRA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
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Aída Valero Chávez, decana
del Consejo Técnico de la ENTS de la UNAM, afirmó que una norma por sí sola no
funciona si no se crean instancias que le den vida
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Este fenómeno no es un
problema de niveles socioeconómicos sino de géneros, afirmó la investigadora
universitaria
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Culturalmente se le ha
enseñado a las mujeres que son sujeto de obediencia, de hacer y de asumir,
reveló
Es
necesario actualizar la legislación en materia de violencia intrafamiliar, para
entre otras cosas proteger por tiempo prolongado al denunciante, así como
establecer instituciones que trabajen en la atención de este serio problema
social, afirmó la coordinadora del Laboratorio de Investigación Sociomédica de
la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, Aída Valero Chávez.
Se
necesitan nuevas leyes para sancionar la brutalidad doméstica, no solo una ley
sino instancias que den vida a esa normatividad, señaló la decana del Consejo
Técnico de la ENTS, quien cuestionó de qué sirve una disposición si no hay una
cultura de respeto al género y a los hijos.
“Si hay una norma debe haber una serie de instituciones que le den vida, no sólo los ministerios públicos y las agencias de menores, sino albergues prolongados y capacitación femenina para el trabajo”, indicó Valero Chávez, quien reconoció que por más reglamentos de protección que se tengan, este fenómeno no se frenará si no hay organismos que garanticen soluciones, no sólo jurídicas sino sociales.
La
violencia intrafamiliar no es un problema de niveles socioeconómicos sino de
géneros. No es un asunto actual sino histórico. Hay incluso factores de
carácter psicológico que son traídos por la construcción de la personalidad de cada
una de las mujeres. Actualmente los medios de comunicación se han encargado de
evidenciar este fenómeno, explicó.
“Se
tienen fuertes aspectos de carácter psicológico. La educación, formación de
valores, la propia construcción de la personalidad; es decir, históricamente en
muchas civilizaciones el ser mujer las coloca en una situación de desventaja.
No sólo en México sino en muchas culturas serlo es sinónimo de menos y el medio
familiar, los aspectos étnicos influyen en ello”, reveló.
Culturalmente
se le ha enseñado que es sujeto de obediencia, de hacer y de asumir. La educan,
dijo, para el sometimiento y, sobre todo, en medio de la violencia donde se
maneja el uso del poder físico, verbal y emocional. Si suman los factores
familiares, económicos y de personalidad, la mujer está en una situación de
desventaja enorme.
La
violencia hacia ellas es un acto de poder que se ejerce por quien tiene mayor
fuerza física, psicológica o de autoridad. En un momento dado dicha actitud
tendrá que ver con aspectos psicológicos y sociales; es decir, serán las causas
psicosociales de la intimidación, añadió.
Es
un fenómeno complejo porque altera la seguridad y capacidad para enfrentar lo
adverso. Es un problema grave de género de uso de poder y de cultura entre las mujeres,
indicó. Después va a reproducirla con sus hijos, quienes sufrirán agresiones
psicológicas, verbales y, en extremos, físicas. No es algo que se solucione
generacionalmente. Tendrán que pasar muchos años para que haya relaciones de
respeto e igualdad como seres humanos.
Es
un aspecto grave, oculto y poco reconocido por las familias. Los hijos
aprenderán a vivir en violencia, la legitimarán como una forma de convivencia y
la incorporarán, en el peor de los casos, como parte de sus actividades,
reconoció.
La
importancia de la familia se encuentra en la influencia que ejerce en el
desarrollo psicológico, emocional y social del individuo. Considerada la célula
fundamental de toda sociedad, por tener como función primordial la reproducción
del sistema sociocultural; su desarrollo y cambio ha sido inminente, alertó.
El
acceso de la mujer a la educación, su ingreso al mercado laboral así como el
uso de métodos de anticoncepción, son algunos de los factores que han incidido
en el cambio de su estructura y han hecho más complejas las relaciones entre
sus integrantes, concluyó.
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FOTO 01.
La decana del
Consejo Técnico de la ENTS de la UNAM, Aída Valero Chávez, aseguró que se
necesitan nuevos estatutos para evitar la violencia intrafamiliar.
FOTO 02
La violencia
intrafamiliar no es un problema de niveles socioeconómicos sino de géneros,
señaló Aída Valero Chávez, de la ENTS de la UNAM.