06:00 hrs.  17 de Diciembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-1028

Ciudad Universitaria

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NECESITA MÉXICO INSTITUCIONES QUE FORTALEZCAN LEYES CONTRA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

 

·        Aída Valero Chávez, decana del Consejo Técnico de la ENTS de la UNAM, afirmó que una norma por sí sola no funciona si no se crean instancias que le den vida

·        Este fenómeno no es un problema de niveles socioeconómicos sino de géneros, afirmó la investigadora universitaria

·        Culturalmente se le ha enseñado a las mujeres que son sujeto de obediencia, de hacer y de asumir, reveló

 

Es necesario actualizar la legislación en materia de violencia intrafamiliar, para entre otras cosas proteger por tiempo prolongado al denunciante, así como establecer instituciones que trabajen en la atención de este serio problema social, afirmó la coordinadora del Laboratorio de Investigación Sociomédica de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, Aída Valero Chávez.

 

Se necesitan nuevas leyes para sancionar la brutalidad doméstica, no solo una ley sino instancias que den vida a esa normatividad, señaló la decana del Consejo Técnico de la ENTS, quien cuestionó de qué sirve una disposición si no hay una cultura de respeto al género y a los hijos.

 

 

“Si hay una norma debe haber una serie de instituciones que le den vida, no sólo los ministerios públicos y las agencias de menores, sino albergues prolongados y capacitación femenina para el trabajo”, indicó Valero Chávez, quien reconoció que por más reglamentos de protección que se tengan, este fenómeno no se frenará si no hay organismos que garanticen soluciones, no sólo jurídicas sino sociales.

 

La violencia intrafamiliar no es un problema de niveles socioeconómicos sino de géneros. No es un asunto actual sino histórico. Hay incluso factores de carácter psicológico que son traídos por la construcción de la personalidad de cada una de las mujeres. Actualmente los medios de comunicación se han encargado de evidenciar este fenómeno, explicó.

 

“Se tienen fuertes aspectos de carácter psicológico. La educación, formación de valores, la propia construcción de la personalidad; es decir, históricamente en muchas civilizaciones el ser mujer las coloca en una situación de desventaja. No sólo en México sino en muchas culturas serlo es sinónimo de menos y el medio familiar, los aspectos étnicos influyen en ello”, reveló.

 

Culturalmente se le ha enseñado que es sujeto de obediencia, de hacer y de asumir. La educan, dijo, para el sometimiento y, sobre todo, en medio de la violencia donde se maneja el uso del poder físico, verbal y emocional. Si suman los factores familiares, económicos y de personalidad, la mujer está en una situación de desventaja enorme.

 

La violencia hacia ellas es un acto de poder que se ejerce por quien tiene mayor fuerza física, psicológica o de autoridad. En un momento dado dicha actitud tendrá que ver con aspectos psicológicos y sociales; es decir, serán las causas psicosociales de la intimidación, añadió.

 

Es un fenómeno complejo porque altera la seguridad y capacidad para enfrentar lo adverso. Es un problema grave de género de uso de poder y de cultura entre las mujeres, indicó. Después va a reproducirla con sus hijos, quienes sufrirán agresiones psicológicas, verbales y, en extremos, físicas. No es algo que se solucione generacionalmente. Tendrán que pasar muchos años para que haya relaciones de respeto e igualdad como seres humanos.

Es un aspecto grave, oculto y poco reconocido por las familias. Los hijos aprenderán a vivir en violencia, la legitimarán como una forma de convivencia y la incorporarán, en el peor de los casos, como parte de sus actividades, reconoció.

 

La importancia de la familia se encuentra en la influencia que ejerce en el desarrollo psicológico, emocional y social del individuo. Considerada la célula fundamental de toda sociedad, por tener como función primordial la reproducción del sistema sociocultural; su desarrollo y cambio ha sido inminente, alertó.

 

El acceso de la mujer a la educación, su ingreso al mercado laboral así como el uso de métodos de anticoncepción, son algunos de los factores que han incidido en el cambio de su estructura y han hecho más complejas las relaciones entre sus integrantes, concluyó.

 

 

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FOTO 01.

La decana del Consejo Técnico de la ENTS de la UNAM, Aída Valero Chávez, aseguró que se necesitan nuevos estatutos para evitar la violencia intrafamiliar.

 

FOTO 02

La violencia intrafamiliar no es un problema de niveles socioeconómicos sino de géneros, señaló Aída Valero Chávez, de la ENTS de la UNAM.