Boletín UNAM-DGCS-087
Ciudad
Universitaria
Pie de fotos al
final del boletín
RECIBE ACADÉMICO DE LA UNAM EL PREMIO SVEN BROHULT
·
La Fundación Internacional para la Ciencia
lo otorgó a Enrique Galindo Fentanes, del Instituto de Biotecnología
·
Fue galardonado por su importante trayectoria
y contribuciones en Ingeniería química
·
Es el primer mexicano y el séptimo
científico del mundo que recibe este importante reconocimiento
Por su destacada trayectoria y
relevantes contribuciones en materia de Ingeniería química, el investigador del
Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, Enrique Galindo Fentanes, recibió
el Premio Sven Brohult a la
excelencia académica que otorga la Fundación Internacional para la Ciencia
(IFS, por sus sigas en inglés), lo que lo convierte en el primer mexicano en
obtener este importante reconocimiento.
En una solemne ceremonia
realizada en Viena, Austria –aunque la sede del IFS se ubica en Estocolmo,
Suecia–, el presidente del Consejo de la Fundación, Bruno Messerli, entregó
esta distinción trianual a Galindo Fentanes, séptimo científico del mundo al
que se le ha concedido este galardón.
Esta institución financia
diversas investigaciones para impulsar el desarrollo sustentable y tiene
presencia en 85 países en crecimiento.
El grupo de Ingeniería en Bioprocesos
del IBt, encabezado por Enrique Galindo Fentanes, se dedica a implementar
técnicas de cultivo celular a gran escala, conocidas como tecnologías de
fermentación, fundamentales para obtener bioproductos de interés comercial.
Entre los estudios más
avanzados está la generación de elementos para las industrias petrolera y de
alimentos, como biofungicidas o agentes de control biológico, demandados en la
agricultura porque no afectan la salud de las personas ni del medio ambiente.
Uno de ellos es la goma
natural xantana, desarrollada por científicos de la UNAM hace 20 años a
solicitud del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), a partir de la bacteria Xanthomonas campestris, utilizada para
evaluar el uso de polímeros como viscosificantes para eficientar la extracción
del hidrocarburo. La Universidad transfirió la tecnología a dicho Instituto,
patentándola de manera conjunta.
En la opinión de Galindo
Fentanes, en la actualidad resultaría adecuado darle uso industrial, pues se
recurre con mayor frecuencia al proceso de “recuperación secundaria y
terciaria” del energético, consistente en inyectar presión al manto del
yacimiento con el propósito de que el material –ya sin presión suficiente para
emerger en forma natural– salga de las profundidades.
Explicó que el microorganismo base es un
patógeno de plantas como coles y coliflores, provocándoles la “pudrición
negra”. En colaboración con fitopatólogos del Colegio de Posgraduados de
Chapingo, desarrolló estudios para determinar si las cepas más virulentas producirían
mayor cantidad de xantana. Detalló que forma un tapón en el tejido vascular de
la planta, lo cual impide transporte de nutrientes y, por ende, muere de
inanición.
Luego, se colectó su variedad
silvestre más agresiva –con mayor producción que los de colección– y se produjo
goma con altos rendimientos y elevado poder viscosificante.
El especialista habló sobre
otros usos. Como en el sector alimentario. Mediante un proceso similar se
obtuvo la misma sustancia, pero más pura, lo que permite dar consistencia y
textura a helados y aderezos, y mantener suspendida –sin sedimentarse– la pulpa
de fruta que contienen algunas bebidas.
Enrique Galindo y su grupo de
investigación también trabajan para obtener otra goma, los alginatos,
proveniente de otra bacteria no patógena que habita en el suelo: la Azotobacter vinelandii.
En todo caso, el proyecto de
la xantana, agregó, sirvió además como modelo de estudio de diferentes aspectos
microbiológicos y de bioprocesos, lo que les facilitó incursionar, recientemente,
en el campo de los biofungicidas.
Con base en el hongo Trichoderma harzianum, argumentó, el
producto ha sido evaluado en pruebas de campo en cosechas de jitomate, ajo y
garbanzo. La formulación, desarrollada en el IBt–UNAM, permitió aumentar la obtención
del primero, con calidad de exportación, hasta en 40 por ciento.
Por otra parte, una enfermedad
llamada antracnosis ocasiona pérdidas importantes en los plantíos de mango en
todo el país. Se caracteriza porque en la piel de la fruta aparecen manchas
negras debido a la infección de un hongo.
En colaboración con
fitopatólogos del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD),
unidad Culiacán, los académicos de la UNAM optaron por utilizar biofungicidas
para elevar la producción y calidad esos frutos tropicales para la venta al
exterior; ya se han hecho pruebas semicomerciales.
Oriundo del Distrito Federal, Galindo
Fentanes es ingeniero químico con posgrado en la UNAM, cuenta además con una
estancia posdoctoral en la Universidad de Birmingham, Inglaterra. Es autor de
cerca de 100 artículos de investigación original, así como de cinco patentes. Entre otras distinciones recibió en 1994 el Premio de
la Academia de la Investigación Científica.
-oOo-
FOTO 01
Enrique Galindo
Fentanes, del IBt de la UNAM, recibió el Premio Sven Brohult a la excelencia
académica que otorga la Fundación Internacional para la Ciencia. Es el primer
mexicano en obtener este importante reconocimiento.
FOTO 02
El especialista
de la UNAM Enrique Galindo Fentanes explica cómo obtienen los fungicidas o
agentes de control biológico para las industrias petrolera y de alimentos, cuya
investigación le valió el Premio Sven Brohult de la IFS.