Boletín UNAM-DGCS-075
Ciudad Universitaria
La obra científica de Manuel
Sandoval Vallarta “está hoy tan viva como en la época que fue concebida” y es
fundamental para el desarrollo de México al crear y mantener una sólida
tradición en el campo de la ciencia, señaló el investigador emérito de la UNAM
Marcos Moshinsky Borodiansky.
Al dictar la conferencia Manuel
Sandoval Vallarta: el científico, el educador, el funcionario público y el
hombre, como parte de las actividades que con motivo del Año Internacional de
la Física se ofrecen en el Museo de las Ciencias Universum, señaló que este
personaje contribuyó de manera importante a conocer la composición de la
radiación cósmica, además de incursionar en campos como comunicaciones
eléctricas, teoría electromagnética, física atómica, mecánica cuántica y
relatividad general.
En el Massachusetts Institute
of Technology (MIT), Estados Unidos, obtuvo el doctorado en 1924. Tres años más
tarde fue a Alemania como becario de la Fundación “Guggenheim”, que en aquella
época era “el centro de investigación en física del mundo”. Entre otros, fueron
profesores suyos Albert Einstein y Max Planck.
Sandoval Vallarta, prosiguió,
fue un gran educador. Entre sus méritos figura el haber iniciado en este campo
a jóvenes del mundo entero, los que después hicieron una brillante carrera
científica. Entre los mexicanos de este grupo figuran Carlos Graef Fernández y
Jaime Lifshitz. Dio clases en la
Universidad Nacional, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y El Colegio de
México.
Por casi un cuarto de siglo,
consideró Moshinsky Borodiansky –quien fuera su alumno–, primero en el
Instituto Nacional de la Investigación Científica y luego en el Instituto
Nacional de Energía Nuclear, dirigió el seminario de física más importante del
país. “Se puede afirmar que la mayor parte de la física teórica seria que se
hizo o hace en el país hubiera sido impensable sin su estímulo”.
También desempeñó múltiples
puestos públicos y llevó la representación del país a un gran número de foros
internacionales, aseveró. Dirigió durante 20 años el órgano del gobierno
federal dedicado a promover la investigación científica en el país: la entonces
Comisión Impulsora y Coordinadora de la Investigación Científica.
Fue, además, vocal de la
Comisión Nacional de Energía Nuclear de 1956 a 1972, y subdirector científico
del Instituto Nacional de Energía Nuclear, que sustituyó a la anterior. Allí
impulsó la investigación en física básica, propició la formación en México y el
extranjero de personal técnico y profesional, y mantuvo estrechos contactos con
organismos homólogos de todo el orbe, entre otras cuestiones.
Sus actuaciones como representante
de México en foros tales como el Organismo Internacional de Energía Nuclear en
Viena, Austria, o en reuniones técnicas auspiciadas por la ONU fueron
sobresalientes. Fue director del IPN y subsecretario de Educación Pública.
Recordó que era difícil ganar
su respeto y confianza, pero su amistad era inquebrantable. “Su aspecto
ascético hacía pensar que sólo se dedicaba al trabajo y la meditación; no
obstante, gustaba del trato con personas de carácter e intereses diferentes al
suyo”. Su amistad con el escritor Alfonso Reyes, por ejemplo, fue profunda,
concluyó.
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FOTO 01
El investigador
Marcos Moshinsky dictó la primera conferencia con motivo del Año Internacional
de la Física en el Museo de las Ciencias Universum de la UNAM, sobre las
contribuciones del físico mexicano Manuel Sandoval Vallarta.
FOTO 02
El investigador
emérito de la UNAM Marcos Moshinsky Borodiansky señaló que la obra científica
de Manuel Sandoval Vallarta es fundamental para crear y mantener una sólida
tradición en el campo de la ciencia.