06:00 hrs.  25 de Enero  de 2005

 

Boletín UNAM-DGCS-059

Ciudad Universitaria

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A MAYOR DEMOCRACIA, MENOR CORRUPCIÓN: MARK WARREN

 

 

 

·        El catedrático de la University of British Columbia, dijo que una mayor participación de la población permite un control más férreo sobre los funcionarios públicos

·        Dictó la conferencia “La democracia contra la corrupción”, en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM

·        Las áreas más afectadas por este ilícito son los contratos gubernamentales, el financiamiento de las campañas políticas, o su influencia en regulaciones legislativas

 

 

Mientras haya más espacios de deliberación y presencia pública en una democracia, y sea más participativa la toma de decisiones y la administración pública, mayores serán las posibilidades de reducir los índices de corrupción, reconoció en la UNAM Mark E. Warren, catedrático de la University of British Columbia en Vancouver, Canadá.

 

Al dictar la conferencia “La democracia contra la corrupción”, organizada por el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), explicó que en una sociedad democrática la mayor intervención de la población permite un control más férreo sobre las tareas de los funcionarios públicos, y con ello evitar actos de deshonestidad.

 

Además, la existencia de grupos preocupados por el funcionamiento de la administración pública ayuda a mejorar la transparencia, pero estas agrupaciones no necesariamente tienen que estar actuando en contra de la corrupción, sino que sólo basta que intervengan en el ámbito común para el cumplimiento adecuado de las responsabilidades de los servidores del Estado.

 

Explicó que en una democracia las áreas más afectadas por los ilícitos, y en las que todos los gobiernos tienen problemas, son los contratos gubernamentales, el financiamiento de las campañas políticas y la influencia de éstas con regulaciones legislativas.

 

Este régimen puede ser usado para luchar contra la corrupción. “Un consenso está emergiendo: no son suficientes las políticas actuales para controlarla; es esencial que los ciudadanos participen en los esfuerzos en su contra”, refirió.

 

Sin embargo, abundó, los especialistas proponen que se deben incluir los mecanismos de las instituciones clásicas de las democracias constitucionales, incluyendo la separación de poderes, la independencia judicial, las elecciones libres e imparciales y los medios de comunicación independientes.

 

“Si se observan las encuestas nacionales, encontraremos una estrecha correlación: a más democracia menos corrupción. De los 25 países más honestos que aparecen en el Índice de la percepción de Corrupción 2004, publicado por Transparencia Internacional, 24 son democracias, con la sola excepción de Hong Kong”, reveló.

 

Afirmó que dos áreas de la actividad participativa, la esfera de la deliberación pública y la sociedad civil son, por supuesto, sólo dos de sus dominios. Además, hay una liga fundamental compleja y dialéctica.

 

La corrupción es uno de los caminos clave que evidencia que los recursos políticos de la violencia y la coerción han sido “domesticados”, y reaparecen subterráneamente como cohecho.

 

Indicó que se puede comenzar a desenmarañar esa complejidad si se entiende la deshonestidad política como una de las formas de desempoderamiento democrático. “Así, podremos identificar una agenda de reforma que refuerce los poderes que la conforman”.

 

El especialista canadiense comentó que hay diferentes mecanismo que se refuerzan unos a otros y que van transformándose e incrementándose, como la posibilidad de adquirir información, el trabajo periodístico, así como el de los grupos de la sociedad civil y de los ciudadanos.

 

Ello incluye leyes de libertad de la información y de transparencia que obligan a los gobiernos a conducir sus asuntos abiertamente; además de abogados de la ciudadanía como los ombudsman, inspectores y fuertes sistemas de auditoría.

 

Concluyó que estos métodos funcionan bien cuando se cuenta con un sistema político competitivo, y los promotores de dichos mecanismos tienen incentivos importantes para recomendarlos.

 

 

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Foto 01

Las posibilidades de reducir la corrupción se darán en tanto haya más espacios de deliberación y presencia pública en una democracia, aseguró Mark E. Warren, de la University of British Columbia.

 

Foto 02

En el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Mark E. Warren, de la University of British Columbia, Canadá, dictó la conferencia “La democracia contra la corrupción”.