Boletín UNAM-DGCS-048
Ciudad Universitaria
Blanca Mendoza |
Jaime Urrutia |
Pies de foto al
final del boletín
Científicos del Instituto de
Geofísica (IGf) de la UNAM aseguraron que la moderada actividad solar
registrada en los últimos diez días, que provocó tormentas geomagnéticas, tuvo
pocas repercusiones en el planeta. En consecuencia, sólo se reportaron ligeros
daños a un satélite científico, no propiciaron afectaciones en la salud humana
y, en materia climática, si es que tiene algunos efectos, éstos se podrán
conocer hasta dentro de cinco años.
Señalaron que en los
siguientes días el Sol seguirá activo hasta que la mancha aparecida en la
región denominada 0720 –inusual por su tamaño– desaparezca del disco solar, por
estar oculta en el lado oscuro debido a la rotación del astro. Su tiempo de
vida es de unas semanas.
Los especialistas resaltaron
la importancia de las investigaciones de esa entidad universitaria, al subrayar
que además del desarrollo de la ciencia básica, necesaria en cualquier país del
mundo, la generación de conocimientos tiene aplicaciones en el quehacer
cotidiano, como por ejemplo en la aviación y la energía eléctrica, entre muchos
otros.
En conferencia de prensa, el
director del IGf, Jaime Urrutia Fucugauchi, y los investigadores José Francisco
Valdés Galicia, responsable del Observatorio de Rayos Cósmicos; Xóchitl Blanco,
especialista en Física Espacial; Blanca Mendoza, coordinadora del Posgrado en
Ciencias de la Tierra, y Esteban Hernández, encargado del Observatorio
Magnético de Teoloyucan, hablaron sobre los efectos ocasionados en México por
las tormentas geomagnéticas registradas desde hace tres días.
Explicaron que se presentó una
intensa actividad solar generada por la aparición en el disco solar de una enorme
mancha en la región 0720, sobre la
superficie del astro, cuyo tamaño por lo general es de 50 mil kilómetros.
Ésta comenzó a desarrollarse
el pasado 10 de enero y cinco días después provocó varias explosiones
importantes, conocidas como fulguraciones.
Producto de estas reacciones
se lanzaron al espacio interplanetario rayos X, emisiones ultravioleta,
partículas energéticas y una enorme burbuja de gas incandescente. Las dos
últimas fueron observadas en la Tierra el mismo día 15 de enero por satélites y
en observatorios terrestres.
Aparecieron auroras boreales
en las regiones cercanas a los polos, en países escandinavos y sólo en una
parte de China y Mongolia.
Los investigadores detallaron
que la burbuja incandescente, llamada Eyección de Masa Coronal, llegó a nuestro
mundo el 17 de enero y ocasionó una tormenta geomagnética.
Ésta, desglosaron, es un
decrecimiento brusco en la intensidad del campo de nuestro planeta que se
produce por el choque de la burbuja con la frontera de este contorno, el cual
por lo regular está a una distancia diez veces mayor al radio de la Tierra.
En forma adicional, agregaron,
se detectó un descenso brusco en la intensidad de las radiaciones cósmicas, es
decir, de las partículas cargadas y energéticas que llegan a nuestro mundo
desde todo el Universo.
Luego, indicaron que el mismo
día 17 de enero el Sol se volvió a activar, lanzó más emisiones de partículas y
otra eyección de masa coronal, lo que ocasionó que el día 19 –ayer– hubiera
otra tormenta geomagnética y un nuevo decaimiento en la intensidad de la
radiación cósmica.
También ayer, informaron,
surgió otra explosión en la misma región del Sol, acompañada de otra eyección
de masa, pero ahora no se dirige hacia nosotros. Se espera que la mancha
desaparezca en dos días.
El Sol, señalaron, tiene
ciclos de actividad de once años y el actual está en descenso, volverá a
presentar intensidad hasta dentro de seis o siete.
El de ahora, precisaron, es el
ciclo solar número 23; en los últimos años se han registrados entre diez y 15
tormentas geomagnéticas anuales, pero se tiene el reporte que éstas disminuyen
cuando hay mayor actividad del astro.
Los especialistas comentaron
que las fulguraciones pueden propiciar problemas en las telecomunicaciones,
pero en esta ocasión no ocurrió así, porque la acción solar fue moderada.
Dijeron que el comportamiento
solar es capaz de penetrar y afectar el clima terrestre y modular la
temperatura global. Sin embargo, las consecuencias, si es que las hubo, se podrán conocer en una lapso entre cinco y
diez años.
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FOTO 1
Científicos del Instituto de
Geofísica de la UNAM, calificaron de moderada la actividad solar de los últimos
días, la cual provocó tormentas geomagnéticas que no causaron daños al planeta
Tierra.
FOTO 2
Las tormentas geomagnéticas
registradas en los últimos diez días fueron provocadas por la actividad solar
que para nuestro planeta fue moderada, señalaron científicos del Instituto de
Geofísica de la UNAM. En la gráfica, imágenes del proceso.
FOTO 3
A consecuencia de la actividad solar
de los últimos días aparecieron auroras boreales en las regiones cercanas a los
polos y los países escandinavos, informaron investigadores del Instituto de
Geofísica de la UNAM.