06:00 hrs.  5 de Enero  de 2005

 

Boletín UNAM-DGCS-010

Ciudad Universitaria 

Pies de fotos al final del boletín

 

DESARROLLAN EN LA UNAM TÉCNICAS PARA REPARAR SUELOS CONTAMINADOS POR HIDROCARBUROS

 

·        Creadas por integrantes del Instituto de Ingeniería, se aplican con éxito en diferentes zonas del país, informó Rosario Iturbe Argüelles

·        La afectación por esa causa va más allá de las zonas petroleras debido, principalmente, a las tomas clandestinas en los ductos de diesel y gasolina, que provocan derrames

 

Integrantes del grupo de Saneamiento de Suelos y Acuíferos del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM desarrollan técnicas y métodos para evaluar y remediar suelos contaminados por hidrocarburos, que ya se aplican con éxito en diferentes zonas del país, informó Rosario Iturbe Argüelles.

 

La académica refirió que este grupo de investigación, como parte de los procedimientos de caracterización de los sitios afectados y de su comparación con parámetros establecidos por la normatividad mexicana, también hace evaluaciones de riesgos a la salud por posible contacto dérmico o ingestión de esos agentes tóxicos.

 

De ese modo, añadió, no sólo realizan la evaluación de los lugares, sino que proponen su limpieza eficiente para la degradación de compuestos; y mejoran las tecnologías existentes o desarrollan otras para ese propósito, pero con un costo menor (alrededor de 50 por ciento menos; por ejemplo, de mil 300 a 700 pesos por metro cúbico de suelo afectado).

 

El daño por esa causa, dijo la universitaria, se extiende en todo el territorio nacional más allá de las zonas petroleras, debido a las tomas clandestinas en los ductos, que provocan derrames, sobre todo los que llevan diesel y gasolina. "Lejos de disminuir, es mayor; a diario recibimos informes de nuevos sitios contaminados". Mientras se localizan y reparan dichas fracturas, en ocasiones ubicadas en zonas de difícil acceso, causan perjuicios a regiones agrícolas, advirtió.

 

La experta reconoció que dentro de las industrias, los vertidos accidentales o por mala operación han disminuido gracias a la mejora en procedimientos, aplicación de normas, realización de auditorías y, en general, por concientización del sector.

 

Empero, durante más de 50 años ese control no existió, por lo que todavía hay remanentes en las cercanías a refinerías, sitios de almacenamiento de petróleo o donde hay válvulas. Ahí hay dificultades, no por derrames, sino por los llamados "pasivos ambientales", suelos afectados desde hace tiempo, explicó.

 

La científica agregó que los hidrocarburos se forman de compuestos químicos, algunos de ellos tóxicos; por ejemplo, la gasolina tiene benceno; el diesel, poliaromáticos que producen afectaciones a la flora y fauna e, incluso, a los humanos que entren en contacto directo con ellos.

 

Así, abundó Rosario Iturbe, el principal problema a causa de ese tipo de polución es la pérdida de escenarios naturales, como pantanos y ríos, y productivos, como los campos de cultivo.

 

Frente a ese panorama, los universitarios han implementado diferentes técnicas de recuperación de suelos, tanto biológicas como fisicoquímicas. Una de ellas es el lavado con un tensoactivo de las sustancias adheridas al suelo. "Hemos estudiado una gran cantidad de detergentes, cuya principal característica es ser degradables para que no permanezcan en el sitio de tratamiento".

 

La adsorción, abundó, es un fenómeno que permite a las partículas contaminantes fijarse a las superficies. Al agregar una solución de agua con limpiador sobre el terreno, éste último separa ambos tipos de partículas, de modo que es posible recuperarlo posteriormente junto con los hidrocarburos.

 

Su aplicación puede realizarse con ayuda de pozos, donde son "inyectados" para el posterior rescate de aguas abajo de la dirección de flujo, las cuales reciben un tratamiento especial. Este método tiene la ventaja de que no es necesario extraer el suelo afectado.

 

Existen otras técnicas donde esto último sí se requiere. Consisten en formar pilas de tierra en donde se colocan drenes que llevan líquido con tensoactivo. La mezcla limpia para, finalmente, volver a poner el polvo en su sitio.

 

En el laboratorio del II se han estudiado diversos detergentes a diferentes concentraciones. "Hemos analizado por lo menos 20, sus proporciones y combinaciones con tipos de superficie, para determinar cuáles pueden dar mejores resultados", reconoció.

 

También han puesto en marcha un proceso biológico llamado biopilas, consistente en hacer una pirámide con el volumen contaminado e introducir drenes para airearlo y permitir la entrada de oxígeno. Además, se agregan nutrimentos, principalmente nitrógeno y fósforo, para estimular la actividad microbiana y que, de esa manera, aseguró, los microorganismos aumenten su capacidad de degradación o consumo del hidrocarburo.

 

Al cabo de dos o tres meses el suelo queda dentro de las normas. De hecho, se ha registrado buena eficiencia en una refinería de Ciudad Madero, Tamaulipas, y en la ex terminal de almacenamiento y distribución de diesel y gasolina de la ciudad de Zacatecas, donde hubo que limpiar para que se pudiera disponer de un terreno para un nuevo uso. Ahí, también se realizó un lavado, informó.

 

Entre las técnicas físicas estudiadas se encuentra el encapsulamiento, consistente en agregar compuestos a la zona dañada para cambiar por completo su textura y estructura, por lo que puede servir como material de relleno, por ejemplo, en taludes. Es recomendable en afectaciones severas, aclaró Iturbe Argüelles.

 

Este procedimiento, desarrollado en el Instituto, ya ha sido aprobado para su utilización por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, adelantó. Por el momento se aplica en áreas pantanosas del estado de Veracruz con serios prejuicios por hidrocarburos.

 

Al referirse a la evaluación de riesgos a la salud, la investigadora afirmó que se lleva cabo considerando las características físicas del entorno: clima, temperatura, área expuesta, distribución de la población, características del suelo, densidad, materia orgánica y profundidad del nivel freático, entre otros.

 

Tales particularidades se suman a las concentraciones de compuestos, a los diferentes tipos de bencenos y poliaromáticos. Luego, con ayuda de modelos matemáticos se obtienen números sobre su nivel de permisibilidad. Cuando hay riesgos para la salud se sugiere un tratamiento lo antes posible, enfatizó.

 

Los resultados de las investigaciones de Rosario Iturbe son apoyados por Petróleos Mexicanos y han sido publicados en revistas internacionales, como el Journal of Soils and Sediments, Remediation y Enviromental Monitoring and Assesment.

 

Por último, la experta resaltó la importancia de trabajar de manera interdisciplinaria, como ocurre en este equipo y, en especial, de formar recursos humanos en los niveles de licenciatura y posgrado capaces de dar solución a los problemas que enfrenta el país.

 

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FOTO 1

La contaminación de suelos por hidrocarburos está extendida en el territorio nacional por las tomas clandestinas en los ductos, que provocan derrames, expuso Rosario Iturbe Argüelles, del II de la UNAM.

 

FOTO 2

Rosario Iturbe Argüelles, del grupo de Saneamiento de Suelos y Acuíferos del Instituto de Ingeniería de la UNAM, informó que desarrollan técnicas para remediar suelos contaminados por hidrocarburos.