Boletín UNAM-DGCS-009
Ciudad Universitaria
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TIENEN LAS
MUJERES MAYOR RIESGO DE INFECTARSE DE VIH/SIDA
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Son más vulnerables en los ámbitos
biológico, epidemiológico y social, aseguró la investigadora del PUEG, Patricia
Piñones
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El sexo femenino gana esta triste carrera a
los hombres, advirtió la académica de la UNAM
En las últimas dos décadas la
infección de VIH Sida en el sector femenino ha crecido de forma alarmante,
sobre todo en los países en vías de desarrollo. Este grupo se ha constituido, entonces,
en el sector de la población más vulnerable en los ámbitos biológico,
epidemiológico y social, afirmó la investigadora del Programa Universitario de
Estudios de Género (PUEG) de la UNAM, Patricia Piñones.
Afirmó que este padecimiento
desenmascara la gran discriminación y desigualdad que la humanidad ha creado
entre hombres y mujeres, por lo que esta epidemia debe enfrentarse con
perspectivas de igualdad entre los sexos,
“No se limita a conductas
personales, sino que se relaciona íntimamente con la condición que la sociedad
les ha dado. La mayoría de ellas está destinada a vivir de acuerdo con los
rígidos roles tradicionales y, frecuentemente, sus decisiones son tomadas por
otros, generalmente hombres”, aseveró.
Patricia Piñones consideró que
impulsar el concepto de “grupos de riesgo” ha tenido un alto costo pues, entre
otros problemas, las mujeres no son valoradas bajo esa categoría, denunció.
Asimismo, entre las opciones
que se han dado para evitar la transmisión del VIH, destacan actitudes misóginas,
cómo recomendarles la disminución en el número de parejas sexuales, cuando la
mayoría de las infectadas sólo tenía una relación. Otra es el uso del condón,
si su empleo depende del varón.
En el aspecto biológico,
precisó, son vulnerables al ser receptoras en el coito, porque gran parte de la
mucosa vaginal se expone al semen, el cual, en su caso, contiene mayor
concentración del virus. Es por ello que tienen mayor riesgo en comparación con
sus contrapartes.
Respecto al rubro
epidemiológico, agregó la especialista, tienden a mantener actividad
reproductiva y a casarse con hombres
mayores que ellas, lo que implica, generalmente, que éstos han tenido
más experiencias, y eso aumenta la probabilidad de contagio.
Asimismo, abundó, tienen
transfusiones con mayor frecuencia, principalmente por razones obstétricas, y
eso incrementa su adquisición por vía sanguínea. La vulnerabilidad social no se
limita sólo a lo sexual, sino también a su condición de desventaja en el campo
educativo, económico y legal.
Así, viven constantes
situaciones de riesgo: la iniciación coital temprana sin protección ni
información; subordinación física, psicológica y social, así como pobreza
agravada con carencia de autonomía financiera, que aumenta la desigualdad, falta de respeto y opresión,
aseguró la también académica de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Enfatizó que “el virus
prospera allí donde se les niega dignidad y respeto a las mujeres”. Pareciera,
explicó, que estos valores nada tienen que ver con el VIH/Sida, pero la
realidad demuestra lo contrario: si antes las cifras indicaban que por cuatro
hombres infectados había una portadora, esta epidemia los ha igualado.
Ello, dijo, se enlaza con la
cultura, nivel de preparación, entorno, así como factores socioeconómicos que
ejercen una fuerte influencia para que el vínculo de pareja, incluyendo el
campo sexual, sea desigual, se repita generacionalmente y, por lo tanto, las
relaciones sigan siendo inequitativas.
Es preciso reconocer, apuntó,
que la discriminación en su contra constituye un factor determinante en sus
vidas, porque no les permite tomar decisiones con autonomía y libertad, sobre
todo en el plano de la sexualidad y en el conyugal. Ellas, aseveró, están
educadas para ser débiles, y son tratadas como tal por sus esposos, familias,
religiones y sociedad en general.
Indicó que según datos de
Conasida, de las 53 mil personas registradas con Sida, ninguna utilizó condón
como medida de protección. De los casi 10 mil jóvenes infectados (8 mil varones
y 2 mil mujeres), 70 por ciento adquirió este mal en la adolescencia.
Patricia Piñones advirtió que
diariamente se infectan 16 mil individuos en el ámbito mundial y más de 50 por
ciento de los nuevos casos se dan entre jóvenes de entre 10 a 24 años. La
adquisición se da, en 75 por ciento, a través del coito. En México, detalló, es
la tercera causa de muerte entre hombres de 25 a 34 años, y la sexta entre sus
contrapartes de esa misma edad.
Informó que los datos
epidemiológicos señalan que en nuestro país 85 por ciento de los casos
notificados se encuentra en el grupo de 20 a 49 años. De acuerdo con las
características de la evolución del virus, esas personas lo adquirieron cinco o
diez años antes, lo que sitúa a la adolescencia como etapa principal de riesgo
para la infección. En nuestro país la iniciación sexual se produce entre los 15
y 18 años, informó.
Expuso que un informe dado a
conocer durante la Conferencia Panamericana sobre Sida mostró que muchos de los
nuevos casos ocurren entre mujeres casadas, niñas y niños. Se calcula, agregó,
que 14 mil menores en nuestro territorio han perdido a su padre, madre o ambos
por esta causa.
Concluyó que otro aspecto de
la vulnerabilidad femenina frente a esta enfermedad es el vinculado a la edad y
situación económica, pues afecta principalmente a los sectores discriminados
que carecen de educación básica, buenas viviendas, alimentación adecuada y sin
acceso a servicios médicos de calidad.
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Foto 01
“El virus del Sida prospera allí donde
se les niega dignidad y respeto a las mujeres”, aseguró la investigadora del
PUEG de la UNAM, Patricia Piñones.
Foto 02
La discriminación contra las mujeres constituye un factor determinante en sus vidas, afirmó la psicóloga de la UNAM Patricia Piñones.