06:00 hrs.  31 de Diciembre  de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-964

Ciudad Universitaria 

Pies de fotos al final del boletín

 

DESPROTEGEN A TRABAJADORES LOS CONTRATOS LABORALES ATEMPORALES

 

·        Sirven para explotar y abusar de sus horarios, prestaciones y pago de salarios, indicó Ricardo Varela, académico de la FCyA

·        Las normas, reglas y valores han cambiado. Cómo pedirle a un asalariado que sea leal con su empresa si ésta a la primera dificultad despide gente o cierra, cuestionó

·        Una nueva Ley Federal del Trabajo deberá ser construida entre todos los actores involucrados, señaló

 

La atemporalidad de los contratos laborales es usada para explotar a los trabajadores y abusar de sus horarios, prestaciones y pago de salarios, destacó Ricardo Varela, coordinador del Programa de Posgrado en Ciencias de la Administración de la Facultad de Contaduría y Administración (FCyA) de la UNAM.

 

Hoy, sostuvo, los empleados están desprotegidos. Asimismo, las normas, reglas y valores han cambiado. Cómo pedirle a un asalariado que sea leal con su empresa si ésta a la primera dificultad despide gente o cierra, argumentó el académico universitario.

 

Desde el siglo pasado, recordó, cuando la Ley Federal del Trabajo (LFT) fue publicada, una de las obligaciones patronales y de los empleados era actuar en un marco de reciprocidad.

 

Entonces, añadió, las relaciones laborales se manejaban de acuerdo con presupuestos de producción que se modificaron dramáticamente. Las épocas de apertura le provocaron a la industria enfrentarse a problemas de mercado y fluctuaciones financieras.

 

Esto se manifestó en la interacción trabajador-patrón, refirió, la cual, como todos los vínculos humanos implica intercambio. Por ejemplo, a cambio de su jornada una persona debe recibir un salario razonable; sin embargo, desde hace años los sueldos en México quedaron rezagados.

 

También, darle al asalariado la oportunidad de desarrollase, además del reconocimiento del dueño y de la sociedad de que está haciendo una labor digna. Visto de este modo, señaló, ese lazo no sólo se circunscribe a un acto jurídico sino a cumplir tanto los objetivos particulares como los de la compañía.

 

Sin embargo, en la actualidad falta la seguridad que a principios del siglo pasado se tenía. Antes, las firmas sabían que contrataban a una persona bajo el concepto de empleo vitalicio, ahora es irregular, precisó.  De hecho, existe el empleo a prueba, práctica generalizada en México; hay casos en donde esta operación dura años. Existe otro tipo, el temporal, el cual se presta para utilizar a alguien por mucho tiempo, pero de manera provisional, abundó.

 

Debe agregarse que además del sueldo, aclaró, las empresas deben desembolsar dinero por concepto de seguro social, apoyos para vivienda e impuestos estatales sobre nóminas, que ha encarecido el pago al servicio del trabajo subordinado. Por esta situación, muchas veces las organizaciones privilegian el pago por honorarios, figura que tampoco existe en las leyes.

 

Le retribuyen a la gente como si se tratara de dentistas o abogados, pero con todas las obligaciones de un empleado de base, denunció; con ello, se ahorran cargas sociales. Otro de los cambios es que se asigna labor en casa, con lo que ahorran espacio, pago de servicios y papelería. Esto, bajo ciertas condiciones de supervisión, evita el desplazamiento al centro de trabajo y permite flexibilidad de horario.

 

Otro problema en este plano, añadió, son las autoridades que imparten justicia en la materia. Aunque las empresas han crecido al igual que el número de conflictos y demandas, las Juntas de Conciliación aún no lo han hecho. 

 

Ante este panorama, el académico universitario consideró necesario formular una nueva cultura laboral, en donde se dejen de lado los puestos definidos. Ahora, los asalariados deben centrarse en la satisfacción de necesidades del cliente y esto se logra con un equipo enfocado a alcanzar este objetivo.

 

Por su parte, destacó, los consorcios deben contar con grupos integrados por personas que puedan desempeñar más de una función dentro de cada industria.

 

En todo caso, las propuestas de reforma a la LFT deben ser analizadas en los ámbitos políticos, académicos, empresariales y sindicales; ser construida entre todos los actores involucrados; es decir, tendrá que contar con el concurso nacional, subrayó.

 

Al respecto, la FCyA aborda los problemas de este ámbito desde varios aspectos. Además de formar empresarios y profesionales de alto nivel, cuenta con los programas Emprendedores y de Pequeñas y Medianas Empresas, con los cuales contribuye a generar fuentes de empleo, concluyó.

 

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Foto 01

La atemporalidad de los contratos laborales sirve para explotar a los trabajadores y abusar de sus horarios, prestaciones y pago de salarios, afirmó Ricardo Varela, académico de la FCyA de la UNAM.

 

Foto 02

Ricardo Varela, de la FCyA de la UNAM, dijo que las propuestas de reforma a la LFT deben ser analizadas en los ámbitos políticos, académicos, empresariales y sindicales; supondrá contar con el concurso nacional.