06:00 hrs.  29 de Diciembre  de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-959

Ciudad Universitaria 

Pies de fotos al final del boletín

 

EMPLEAN EN LA UNAM TECNOLOGÍAS DE FRONTERA PARA DETECTAR ENFERMEDADES

 

·        Especialistas de la Facultad de Medicina utilizan la Unidad de Tomografía por Emisión de Positrones (PET)

·        Sus principales aplicaciones se centran en el área de la oncología, neuropsiquiatría y cardiología, informó su titular,  Erick Alexanderson

·        Se hacen exámenes no invasivos, basados en la valoración de la distribución de material radioactivo en el paciente

·        Además, es utilizado para la formación de los alumnos de la FM

 

Especialistas de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM utilizan tecnología de frontera para establecer diagnósticos más certeros de las enfermedades con mayor incidencia entre la población, como oncología, cardiología y neuropsiquiatría. Equipo que también es usado para preparar a los estudiantes de esa dependencia.

 

Con la Unidad de Tomografía por Emisión de Positrones (PET, por sus siglas en inglés) se hacen exámenes no invasivos, basados en la valoración de la distribución de material radiactivo en el paciente, previamente administrado vía intravenosa, el cual se detecta posteriormente en una cámara especial (Ciclotrón), informó el coordinador de este espacio, Erick Alexanderson.

 

Este sofisticado y moderno equipo no sólo define el padecimiento, sino que facilita el pronóstico y respuesta del sujeto a una terapéutica determinada, añadió.

 

El experto explicó que el PET permite ubicar dónde se localizan los tumores malignos; detecta los cambios en el metabolismo de ciertos tejidos, como el cerebro, en las alteraciones de tipo neurológico y psiquiátrico; y visualiza qué tanto tegumento está muerto a consecuencia de un infarto, o si la irrigación que llega al corazón es adecuada o no en lo referente a afectaciones cardiológicas. 

 

Erick Alexanderson destacó que es un método para identificar pequeñas células cancerosas, las cuales dan suficiente respuesta al radiofármaco. Se puede rastrear no sólo dónde está sino hacia dónde ya se diseminó. En un solo análisis se verifican todos los sitios de extensión.

 

Es una gran ventaja, destacó, porque otras técnicas no hacen un barrido completo del cuerpo, sino que toman sólo secciones. Eso hace que los costos se abatan. Además, la sensibilidad es mayor que la lograda con la tomografía de resonancia magnética.

 

En el caso de la neuropsiquiatría, dijo, define tumores cerebrales y del sistema nervioso. Es útil en trastornos psiquiátricos como bipolaridad, depresión, esquizofrenia, epilepsia y Alzheimer. Observa los cambios en el metabolismo de los tejidos cerebrales.

 

Agregó que otra aplicación importante, y que está en pleno desarrollo en esta Unidad, es en contra de las alteraciones del corazón, principal causa de mortalidad en México. Manifiesta enfermedad coronaria, isquemia, ateroesclerosis coronaria o infartos.

 

Predice la evolución de un paciente y detecta afectaciones en etapas tempranas para evitar coágulos o muerte repentina. En caso de oclusión, ejemplificó, el PET permite cuantificar qué tanto tejido quedó después del evento. La sustancia radiactiva se fija a las células vivas pero no a las muertas, y eso indica su tamaño.

 

 

En cuanto a la isquemia, expresó, se hacen pruebas de estrés cardiaco para tratar de ver cómo se comporta y si la irrigación es adecuada. Este instrumento es la única forma para tasar el flujo coronario en números absolutos; ningún otro procedimiento, no invasivo, lo puede hacer, de manera que ahí se tiene un gran campo de investigación, desarrollo y aplicación clínica.

 

“Somos el único lugar en toda América Latina que ocupa esta Unidad para este órgano; grupos de otros países lo hacen en oncología. Nosotros nos hemos expandido”, subrayó. Incluso, el PET permite ir más allá de la morfología. No basta con observar anatómicamente un tejido, sino saber cómo está funcional, bioquímica, molecular y genéticamente. Hace una imagen molecular del cuerpo humano.

 

En una primera fase con esta tecnología se hace el diagnóstico de la enfermedad. Luego, cuando se trata al paciente, se puede evaluar el efecto de un medicamento sobre el desarreglo, aclaró.

 

El que una institución educativa como la UNAM cuente con este tipo de instrumentos, posibilita cumplir con la enseñanza e investigación, dos de sus principales compromisos. Por ello, adelantó, “estamos formando una subespecialidad para que médicos de reciente egreso de especialidades como medicina nuclear y radiología reciban entrenamiento durante un año en Tomografía por Emisión de Positrones”.

 

Por su parte, precisó que expertos de esta Unidad desarrollan proyectos que ubicarán a México y a la Universidad Nacional como líder en el país y probablemente en Latinoamérica.

 

Pero tampoco olvidan a los usuarios finales de este instrumento. Precisó que tienen convenios con diversas instituciones del sector salud y de gobierno, para que los internados de escasos recursos puedan tener  acceso a esta tecnología de punta.

 

Cabe recordar que el PET inició operaciones en 2002. Sin embargo, debido al éxito de este método en la FM, pronto habrá centros en diferentes puntos del país. Luego se extenderá a los principales hospitales privados de México, quienes solicitarán a los universitarios las dosis del material radiactivo para aplicarlo a sus clientes, concluyó. 

 

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Foto M11

 

Foto 01

La FM de la UNAM cuenta con la Unidad de Tomografía por Emisión de Positrones para detectar diversos padecimientos. Sus principales aplicaciones se centran en el área de oncología, neuropsiquiatría y cardiología.

 

Foto 02

Erick Alexanderson, coordinador de la Unidad PET de la FM de la UNAM, informó que esta tecnología no sólo sirve para el diagnóstico de enfermedades, sino para establecer el pronóstico y respuesta del paciente a una terapéutica determinada.