Boletín UNAM-DGCS-958
Ciudad Universitaria
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LOS PURÉPECHAS HAN SOBREVIVIDO A CINCO SIGLOS DE REZAGO Y RACISMO
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Fernando Nava López, del IIA de la
UNAM, dijo que a pesar del rezago y racismo en su contra, los también llamados
tarascos persisten en el uso de su lengua, prácticas ideológicas y costumbres
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Como tantos otros grupos autóctonos, no
han tenido asistencia especializada; no que suponga privilegio sino carácter
diferenciado
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Cuenta con más de 100 mil hablantes,
sobre todo en cuatro regiones de Michoacán: Pátzcuaro, Sierra Tarasca, Cañada
de Chilchota y Ciénega de Zacapu, indicó
La historia nacional debe
ponderar a los purépechas, grupo indígena que ha podido sobrevivir luego de
cinco siglos de la Conquista española, indicó Fernando Nava López, integrante
del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM.
Subrayó que a pesar del rezago
y racismo en su contra, los también llamados tarascos persisten en el uso de su
lengua, prácticas ideológicas y costumbres; motivo para que se les otorgue una
mayor atención.
El también director general
del Instituto Nacional de las Lenguas Indígenas comentó que muchos de los
servicios que a lo largo de la historia se les han prestado, y que hoy
continúan, son de tipo concesional. Esto los coloca en una situación de
desventaja.
Tras varios años de estudiar
esta etnia, Nava López refirió que, como tantos otros grupos autóctonos, no han
tenido asistencia especializada; no que suponga privilegio sino carácter
diferenciado, porque hablan su propio idioma y han sido desatendidos.
El lingüista y antropólogo
universitario expresó que a lo largo de los siglos, los purépechas (palabra que
significa el que visita o el visitante) han padecido marginación y miseria. “Se
implementaron campañas de vacunación para atacar un problema de salud; además
de los que se instrumentaron en otros campos, como el educativo, con la
publicación de textos en su propia lengua, pero no se han podido capitalizar de
forma adecuada”.
De acuerdo con el Instituto
Nacional de Estadística, Geografía e Informática, este idioma continúa en
retroceso ante el español y “cuenta con más de 100 mil hablantes, sobre todo en
cuatro regiones de Michoacán: Pátzcuaro, Sierra Tarasca, Cañada de Chilchota y
Ciénega de Zacapu". No obstante, dijo, hay migrantes en las ciudades de
México, Guadalajara y en algunos puntos de Estados Unidos.
Aseveró que forma parte del
conjunto pluriétnico nacional. Cada integrante es importante porque cuenta con
expresión propia, una manera de resolver su existencia e interactuar con el
medio; son un aporte a todas las experiencias de la población mexicana.
Una de las características que
más los identifica es el idioma, sus repertorios musicales, recetas
gastronómicas y prácticas de aprovechamiento ambiental, de transformación de
esos elementos para el consumo, sobre todo de animales, como peces, aves y
mamíferos; así como la utilización de plantas, tanto con fines nutricionales
como curativos. Sería saludable, abundó el investigador, “que se recuperaran
tales conocimientos y darles un beneficio para toda la sociedad”.
Rememoró que el origen del
pueblo purépecha es un misterio, porque carecían de una escritura que
permitiera la existencia de documentos para conocer su historia. Sólo se cuenta
con la Relación de Michoacán, referente a sus ritos, costumbres y tradiciones.
Sin embargo, hay arqueólogos
que han encontrado coincidencias etnológicas con los Chichimecas del norte de
México, aunque no son pocos los que sostienen que se relacionaban con pueblos
del Perú.
Este grupo se ubicó en
Michumacuán, palabra náhuatl que significa «lugar de pescadores». Se
establecieron en la región central de Michoacán, en torno al lago de Pátzcuaro,
asiento principal del imperio en Tzintzuntzan. Su influencia y poder se
extendieron por buena parte de México, ocupando los estados de Jalisco,
Guanajuato y Nayarit. Era una amplia civilización antes de la llegada de los
españoles.
Fernando López Nava se ha
dedicado en los últimos años a estudiar la música purépecha, sus pirecuas o
canciones. En ellas “hay de todo, desde un amplio repertorio para las fiestas,
como cuando se realizan los juegos pirotécnicos, hasta la reservada para
momentos especiales, como las bodas, e incluso para momentos tristes tienen
sones”, reveló.
Reconoció que el canto en esta
lengua es una expresión viva. No sólo se nutre de temas sentimentales, sino de
denuncia de problemas sociales como la contaminación e, incluso, la deficiente
educación. Estas formas permiten combinar elementos para que en una misma
palabra se expresen situaciones que en español, por ejemplo, requerirían de
varias.
Existe una amplia gama de
vocablos utilizados para esta actividad; incluso los instrumentos tienen
nombres. Los géneros son sones, abajeños y alabanzas, y forman parte de la gran
riqueza artística que a lo largo de su historia ha caracterizado a nuestra
nación, concluyó.
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FOTO 1
En México hay 100
mil hablantes del purépecha, sobre todo en Michoacán, pero también hay grupos
asentados en las ciudades de México, Guadalajara y Estados Unidos, aseguró el catedrático
de la UNAM Fernando Nava.
FOTO 2
Fernando Nava,
del IIA de la UNAM, refirió que a pesar del rezago y racismo en su contra, los
purépechas o tarascos persisten en el uso de su lengua, prácticas ideológicas y
costumbres.