Boletín UNAM-DGCS-957
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al final del boletín
EN LA UNAM TRATAN EL PARKINSON CON NEURONAS DERIVADAS DE CÉLULAS MADRE EMBRIONARIAS
·
En el Instituto de Fisiología Celular se
implantan neuronas de células madre en ratas afectadas
·
Iván Velasco Velázquez refirió que esas
células liberan dopamina, neurotransmisor para que esos componentes, ubicados
en el centro del cerebro, cumplan su función
·
La incidencia de ese mal es de 0.1 por
ciento de la población mundial, y de uno y dos por ciento de mayores de 60 años
En el Instituto de Fisiología
Celular (IFC) de la UNAM se transplantan con éxito neuronas derivadas de
células madre embrionarias en ratas con mal de Parkinson, con lo cual se
registra una disminución de la enfermedad, afirmó el doctor Iván Velasco
Velázquez.
Esas células mantienen, por
largos períodos, su capacidad de liberar dopamina, sustancia o neurotransmisor
necesario para que esos componentes, ubicados en el centro del cerebro, se
comuniquen y cumplan su función, añadió.
El Parkinson se caracteriza
por temblores y dificultad en la movilidad y coordinación del cuerpo. Aparece
en los humanos por la muerte de dichas neuronas en una zona específica y
pequeña llamada sustancia nigra. Afecta al 0.1 por ciento de la población
mundial y entre uno y dos por ciento de mayores de 60 años, por lo que habría
alrededor de medio millón de mexicanos en ese rango de edad con este problema,
alertó.
Sus causas se desconocen; una
pequeña proporción se relaciona con factores hereditarios, pero la mayoría –alrededor
de 90 por ciento– lo manifiestan esporádico, abundó.
El científico señaló que las
células madre no están diferenciadas y son capaces de crecer de manera
controlada. Su característica más interesante es su posibilidad de generar
tipos especializados en grandes cantidades, idóneos para la cura de ciertas
enfermedades.
En este caso, este grupo de
investigación busca neuronas dopaminérgicas a partir de ese origen, para el
tratamiento de padecimientos del sistema nervioso.
Dichas células se pueden obtener
de un estadio temprano de los embriones, cuando todavía no hay formación de
órganos. Su plasticidad o capacidad de diferenciación es mayor a la de
cualquier otro tipo y pueden generar toda la estructura de los organismos, en
este caso mamíferos, expresó.
Se diferencian de las
somáticas, restringidas a un solo tipo. Por ejemplo, las de la sangre sólo
pueden generar células sanguíneas incluyendo glóbulos blancos o rojos y
plaquetas.
“Si una persona padece de una
enfermedad de cierta parte del cuerpo donde no se han identificado claramente
células madre, se podrían usar las embrionarias para generar los tipos
celulares que se necesiten y después realizar trasplantes”, dijo.
El científico, que ha dado a
conocer sus trabajos en revistas prestigiadas como Science y Nature, refirió
que el proceso de diferenciación hasta llegar a ser neuronas dopaminérgicas en
un ratón toma poco más de tres semanas; en los humanos de 7 y 8 semanas. Pueden
producirse teóricamente sin límite, pues su fuente tiene alta capacidad de
producción.
Explicó la técnica para
establecer qué cantidad de componentes necesitan los roedores con Parkinson: se
les inyectó una toxina en la zona indicada para dañar uno de los hemisferios
cerebrales y provocar una conducta de giro, donde repiten movimientos
circulares de forma repetida.
El procedimiento se realiza
mediante introducción directa de 500 mil células en cada animal. La alteración
conductual se revierte gracias al transplante. “Es la manera más rápida que se
ha encontrado para evaluar si funciona o no, indicó. Después de dos a cuatro
semanas se observa que la actividad giratoria desaparece completamente”.
Además, agregó, se han
realizado estudios de tomografía por emisión de positrones para determinar
cuánto tiempo sobrevive el transplante y la dopamina es liberada en los
mamíferos.
A pesar de que la dotación
“dentro del cerebro de las ratas está en una zona restringida, bastante menor a
la que normalmente recibe dopamina en condiciones naturales, la liberación del
neurotransmisor es suficiente para que los receptores se vean completamente
restaurados. Es decir, hay una reversión completa de las alteraciones”.
Se encontró también este
efecto con microdiálisis, pues a pesar de procurarse una baja cantidad de esa
sustancia, sí se registra una clara mejoría.
Al respecto, informó que los
universitarios –en colaboración con científicos de Estados Unidos– realizaron
una evaluación de ocho meses. Si la vida de los roedores es de alrededor de dos
años y el conjunto de trasplantados era de jóvenes adultos (de dos o tres
meses), se considera que vivieron un periodo considerable con el trasplante
funcionando de manera óptima. Además, ese procedimiento no produce tumores.
Iván Velasco recordó que los
tratamientos actuales en humanos son farmacológicos; empero, son transitorios,
funcionan siempre y cuando existan todavía neuronas dopaminérgicas en los
pacientes, a quienes se les administra levodopa, un precursor.
También ha habido ensayos
clínicos donde enfermos fueron transplantados con células provenientes de fetos
abortados. No siempre hubo recuperación funcional y en una proporción baja tuvo
alteraciones conductuales.
De ahí la importancia de
continuar con este tipo de investigaciones que, eventualmente, podrían llevar
al tratamiento y cura del Parkinson, aunque eso no ocurrirá en el corto plazo,
aclaró el investigador.
“Faltan años de estudios in
vitro para determinar con precisión la capacidad de las células madre para
generar distintas unidades y después trasplantarlas a modelos animales para
observar si hay recuperación funcional
o no. Si así ocurriera faltarían análisis de bioseguridad” para evitar
efectos secundarios importantes. Hasta entonces se procedería al tratamiento en
fase experimental de personas que necesiten esa incorporación.
Este uso podría ser, incluso,
útil en otras enfermedades, no sólo del cerebro sino de otros órganos, como la
diabetes tipo 1, caracterizada por la muerte de células beta en el páncreas,
encargadas de secretar insulina.
Cualquier padecimiento donde
haya una pérdida selectiva y localizada de este tipo, como la esclerosis
lateral amiotrófica, podría encontrar remedio. La utilización de las células
madre derivadas de embriones humanos deberá discutirse en nuestro país.
Prohibirla sería desperdiciar la capacidad de saber si eventualmente podría
mejorarse la calidad de vida de muchos pacientes. “La investigación debe estar
abierta a todas las opciones posibles, siempre con una legislación clara”,
concluyó Velasco Velázquez.
--o0o--
Foto 01
El mal de Parkinson, caracterizado por temblores y
dificultad en la movilidad y coordinación del cuerpo, se produce en humanos por
la muerte de neuronas dopaminérgicas en una zona específica y pequeña del
cerebro, dijo Iván Velasco, del IFC de la UNAM.
Foto 02
Iván Velasco Velázquez, del IFC de la UNAM, explicó
que su grupo transplanta con éxito neuronas dopaminérgicas en ratas con el mal
de Parkinson, con lo cual se registra una disminución de la enfermedad.