Boletín UNAM-DGCS-955
Ciudad Universitaria
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EL SEPARADOR ISOTÓPICO DE LA UNAM, ÚNICO EN SU TIPO EN MÉXICO
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Puede calcular la antigüedad de restos
arqueológicos y fósiles, señaló el investigador del Instituto de Física, Efraín
Chávez Lomelí
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Ya se terminó la etapa de prueba del aparato
que puede ser usado también en proyectos de física nuclear, informó
La Universidad Nacional cuenta
con un Separador Isotópico único en su tipo en México, para calcular la
antigüedad de restos arqueológicos y fósiles, así como para desarrollar
proyectos de física nuclear.
El investigador del Instituto
de Física (IF), Efraín Chávez Lomelí, informó que concluyó este año la fase de
pruebas realizada con muestras estándar; sólo requiere un nuevo laboratorio
dedicado en forma específica a esta actividad, para aprovechar ampliamente el
aparato.
El físico nuclear explicó que
es una técnica para realizar el fechamiento de huesos en corto tiempo y con
pequeñas cantidades del material a estudiar. Consiste en acelerar átomos o
núcleos de carbono. Después, con el Separador, dividir los diferentes isótopos
en sus trayectorias, ya sean masa 12, 13 y 14. De esta manera, se obtendrá de
la muestra la concentración del último caso.
Como son pequeños fragmentos,
dijo Chávez Lomelí, el instrumento es sensible para medir una partícula de un
millón de millón de millones de tamaño. Por ello, sólo sirve para los isótopos
–átomos de un elemento con diferente masa y peso, así como propiedades
distintas– más ligeros, porque cuando los núcleos aumentan de masa se requiere
de campos magnéticos más intensos, como los del hidrógeno, berilio y aluminio.
En entrevista, detalló que en
la naturaleza hay 92 elementos, desde el hidrógeno hasta el uranio. En el caso
específico del carbón, explicó, el 99 por ciento del total existente tiene una
masa atómica nuclear de 12 unidades.
Pero el resto es de una variedad diferente de 13 unidades. Ambos son
átomos y núcleos estables, pues existen en la atmósfera. Sin importar el
mecanismo por el que se formaron, una vez en esta condición permanecen igual de
manera indefinida.
Sin embargo, subrayó el
especialista, se presenta otra variedad con una masa atómica más en su núcleo:
el carbono 14. La diferencia es que su propiedad no es estable; es radiactivo.
Un isótopo de este tipo, después de cierto tiempo, decae y se convierte en otro
elemento, en nitrógeno 14, el cual es un núcleo estable.
Para ello, precisó, debe pasar
un tiempo determinado, es decir, una “vida media”. Para el caso del carbono 14
son cinco mil 730 años. Esto lo convierte en una especie de reloj y permite
conocer el fechamiento de un hueso o cualquier otro material orgánico. El
proceso inicia a partir de que el organismo muere.
Mientras vive se renuevan sus
átomos en forma continua y su concentración corresponde a la cantidad que se
considera contemporánea. Pero, cuando perece y deja de funcionar la cantidad
empieza a decrecer, agregó.
El investigador del IF expuso
que debido a que este carbono no es estable, su presencia en la naturaleza es
pequeña. Así, para determinar la edad de un resto orgánico, se debe medir la
concentración con una precisión de una parte en un millón de millón de
millones.
Para describirlo y, con ello,
fechar el resto arqueológico o fósil, se llevan a cabo varias etapas, planteó.
Primero se prepara la muestra, un pedazo de tejido o hueso se debe convertir en
grafito, requerido para el acelerador.
El análisis puede durar minutos si el Separador Isotópico y la técnica,
en general, funcionan en forma adecuada. En el caso de la UNAM la fase de
prueba quedó concluida. Se efectuaron las medidas suficientes para demostrar que se puede hacer.
El Laboratorio Peletron,
aclaró, no está dedicado propiamente a este tipo de trabajos, sino a
modificación de materiales por implantación de iones, caracterización de
materiales con técnicas de origen nuclear, entre otros proyectos, y no se
piensa dedicar en exclusiva a hacer fechamientos con isótopos radioactivos o
radiometría.
Sin embargo, el físico nuclear
aseguró que en México hay una enorme necesidad de fechar no sólo restos de
valor histórico, sino de diferentes tipos de elementos. Se cuenta con la
capacidad científica y técnica para
llevar adelante un proyecto de esa naturaleza. Lo que hace falta es financiarla
y llevarlo adelante.
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FOTO 1
El investigador del Instituto de Física, Efraín Chávez Lomelí, informó que el Separador Isotópico de la UNAM que sirve para calcular la antigüedad de restos arqueológicos y fósiles, concluyó este año la fase de pruebas.
FOTO 2
El Separador Isotópico de la UNAM que sirve para
calcular la antigüedad de restos arqueológicos y fósiles, es único en su tipo
en México, informó el investigador del Instituto de Física, Efraín Chávez
Lomelí.