Boletín UNAM-DGCS-953
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al final del boletín
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Egbert Sánchez, del CUIB, dijo que nuestro
país requiere de 10 a 12 años para instrumentar y robustecer esta exigencia
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Consideró que la Ley Federal de
Transparencia garantiza que cualquier persona pueda conocer sobre las
actividades de las dependencias gubernamentales
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Ha provocado que los estados de la república
generen sus propias leyes en la materia
Aunque México ha dado sus
primeros pasos en materia de transparencia y acceso a la información pública,
aún le tomará de 10 a 12 años robustecer e instrumentar los mecanismos para
hacer cabalmente efectivo este derecho característico de todo proceso democrático,
aseguró Egbert Sánchez Vanderkast, integrante del Centro Universitario de
Investigaciones Bibliotecológicas (CUIB) de la UNAM.
Resaltó la importancia para la sociedad que la promulgación de la Ley
Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en
vigor desde el 12 de junio del 2002, garantice que cualquier persona pueda
conocer sobre las actividades de los poderes de la Unión, los órganos
constitucionales autónomos o con autonomía legal y cualquier otra autoridad
federal.
Consideró que esta disposición
pone atención en los archivos. Es una nueva forma de conjuntar esfuerzos para
constituir un Estado democrático donde impere la fiscalización por parte de la
ciudadanía sobre el quehacer de los servidores públicos, transparentar la
gestión y rendir cuentas a la sociedad en su conjunto.
Reconoció que los esfuerzos de
México van un paso adelante. En Estados Unidos y Canadá se han dado casos en
donde las instancias encargadas de facilitar los informes requeridos toman
mucho tiempo para cumplir con esta obligación; en este último, por ejemplo, la
respuesta tardó tres años.
Sostuvo que ese precepto ha
provocado que los integrantes de la Federación generen sus propias leyes en la
materia. En tres años dieciséis estados se suman a la lista.
En el entramado de política
pública y derecho a la información la atención de la población está puesta
sobre la comunicación gubernamental, percibiéndola como un bien necesario para
la consolidación de conjuntos cada vez más democráticos, en los cuales persiste
el trinomio disponibilidad-diseminación-acceso.
Opinó que los archivos, la
administración de documentos oficiales y el acceso y transparencia del Estado
juegan un papel fundamental en la materia, que ha tenido varias etapas, en
donde nuestro país provee más datos para una colectividad más abierta. “Si
antes se podía considerar un privilegio para un grupo elitista o económico
alto, ahora tiene un carácter social y democrático”.
Egbert Sánchez comentó que se
debe ver a la nación como parte del concierto mundial, pues mantiene un Tratado
de Libre Comercio, acuerdos con la Unión Europea, es miembro de la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, y forma parte de los países
asiáticos, a través del Mecanismo de Cooperación Económica Asia-Pacífico. Por
ello, debe seguir los lineamientos que esos organismos dictan sobre
transparencia, para que mantenga informados a sus ciudadanos.
Señaló que en los próximos
años será importante efectuar estudios sobre las experiencias de las
instituciones gubernamentales federales y cómo se instrumenta la Ley de
Transparencia en cada entidad. “Hay mucha investigación por hacer, pero pocas
personas dedicadas a esta área”.
Además, en el sector estatal
se debe mejorar la eficiencia y calidad de dichos servicios. También evaluar la
satisfacción de las prácticas en su entorno; analizar el impacto, resultado y
ejecución, tanto de las entidades y organizaciones, como de los instrumentos de
medición utilizados.
Se deben contemplar estos
apartados en el contexto de la gestión del ciclo de vida de la información, y
hacer una revisión global de la infraestructura tanto nacional como
internacional.
Explicó que este concepto se
puede entender como un conjunto de principios, leyes, directrices, regulaciones
y procedimientos interrelacionados que conducen al control y gestión de la
vigencia de los datos, desde su producción, organización, distribución,
diseminación, recuperación y descarte.
Apuntó que la Ley Federal de
Transparencia ha sido bien recibida. Sin embargo, “aún tenemos que educar a la
sociedad, sobre todo para solicitar información. Muchas veces una persona no
sabe cómo formular sus preguntas, por lo que no se le da la respuesta
indicada”, concluyó.
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Foto 01
Pese a los
avances, México aún tiene mucho camino por recorrer en materia de transparencia
y acceso a la información pública, aseguró Egbert Sánchez, miembro del CUIB de
la UNAM.
Foto 02
Egbert Sánchez Vanderkast, del CUIB de la UNAM, señaló que en 10 ó 12 años México habrá robustecido su legislación en transparencia y acceso a la información pública.