06:00 hrs.  24 de Diciembre  de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-950

Ciudad Universitaria 

Pies de fotos al final del boletín

 

NECESARIOS PROGRAMAS PARA ATENDER ADECUADAMENTE A LA POBLACIÓN ANCIANA

 

·        Rosa María Hernández Belmont, catedrática del Posgrado de la ENTS de la UNAM,  señaló que el aumento en la esperanza de vida provocará severos problemas si no se toman medidas adecuadas desde ahora, especialmente en naciones subdesarrolladas

·        De acuerdo con estadísticas de la OMS y el PNUD, la esperanza de vida para el 2050 será de 81.3 años

 

La población de la tercera edad en México y los países en desarrollo crece cada día más, pero no hay suficientes programas ni bases económicas para atenderla como se requiere, expuso la profesora del Posgrado de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, Rosa María Hernández Belmont.

 

La también especialista en trabajo social en el sector salud y desarrollo humano, advirtió que la combinación del aumento de la longevidad y la reducción de la tasa de fertilidad ha dado lugar a un incremento de ancianos en todo el mundo.

 

De acuerdo con estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la esperanza de vida para el 2000 fue de 74 años y para el 2050 será de 81.3. Esta vertiginosa transición provocará que las naciones en desarrollo tengan graves problemas para ocuparse de los estratos envejecidos y enfermos, una tarea ardua aún para las sociedades prósperas.

 

Para la primera década de este siglo la gente vivirá en promedio 76.6 años: hombres 74.2, mujeres 79.1; para 2030 se estiman 79.8 años: 77.5 y 82.1 para uno y otro sexo, y en 2050 la expectativa es de 81.3 años: 79 en varones y 83.6 para sus contrapartes. La diferencia para ellos es de 19 años, y de 23 para ellas. Son periodos largos para su proceso como seres humanos.

 

Ello permite advertir que a pesar de ser más jóvenes que el resto del mundo, los países de América Latina envejecen rápidamente. En nuestra nación este porcentaje se duplicará de 2000 a 2025. La rápida emigración de trabajadores apenas maduros a Estados Unidos acelera esta tendencia.

 

Explicó que a diferencia de las naciones florecientes, que intentan mantener la salud financiera de sus sistemas de pensiones y atención médica, los Estados pobres ni siquiera tienen sistemas básicos de protección social para sus ancianos.

 

En México, por ejemplo, la mayoría de la población de la tercera edad carece de sustento, y aproximadamente la mitad no cuenta con servicios de salud, lo que hace temer que la incidencia de enfermedades irá en aumento a medida que la ciudadanía envejezca.

 

Rosa María Hernández Belmont explicó que en el país los anuncios clasificados sólo buscan trabajadores de menos de 33 años. Es decir, hay un sector estigmatizado, aunque la lucha contra la discriminación por edad, la búsqueda de la salud geriátrica y el diseño de edificios que faciliten a los ancianos entrar y desplazarse aún son temas nuevos para naciones más preocupadas por la mortalidad infantil y el desempleo entre los jóvenes.

 

En ese sentido, la catedrática demandó el establecimiento de programas para transformar, desde la niñez, ese paradigma y pasar a una nueva cultura para el respeto del adulto mayor y cambiar las tendencias de empleo, porque mucha gente tiene experiencia y no se le aprovecha.

 

Hernández Belmont aseguró que el futuro de ese segmento –que en un futuro será 30 por ciento de la población– lo debemos construir hoy. Se deben recomponer y establecer valores intelectuales, económicos, políticos, sociales y culturales, en donde participen niños, adolescentes, jóvenes, adultos y los propios involucrados.

 

Al respecto, las instituciones de educación superior deben formar especialistas para su atención en las áreas espiritual, emocional, intelectual y física, además de transformar esa cultura del desprecio por una más clara, ordenada y benéfica.

 

En este sentido, concluyó la maestra Hernández Belmont, la ENTS de la UNAM es la única escuela que tiene una especialidad en este rubro y su tarea es transformar la vida de quienes lo han dado todo por México.

 

-o0o-

 

Foto 01

 

La catedrática de la ENTS, María Hernández Belmont, explicó que el acelerado envejecimiento de la población provocará que las naciones en desarrollo tengan graves problemas para atender a esta población.

 

Foto 02

De acuerdo con estadísticas OMS la esperanza de vida para el 2000 fue de 74 años y para el 2050 será de 81.3 años, señaló María Hernández Belmont.