06:00 hrs.  23 de Diciembre  de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-948

Ciudad Universitaria 

Pies de fotos al final del boletín

 

RESGUARDA UNAM COLECCIÓN MADERABLE DE MÉXICO

 

·        La Xiloteca del Instituto de Biología es la de mayor valor científico y una de las más grandes del país

·        Cuenta con tres mil 500 ejemplares que representan a 393 familias, 552 géneros y mil 384 especies

·        Entre sus objetivos figura apoyar trabajos científicos de tipo taxonómico o ecológico, lograr un mejor uso de maderas no utilizadas y proponer nuevas aplicaciones, refirió su responsable, Josefina Barajas Morales

 

Con el fin de conocer las especies maderables que existen en México y determinar su capacidad para incorporarlas a la industria nacional, en beneficio sobre todo de las comunidades rurales, el Instituto de Biología (IB) tiene a su cargo la Xiloteca de la UNAM, bajo la dirección de Josefina Barajas Morales.

 

Dicha colección cuenta con tres mil 500 ejemplares que representan a 393 familias, 552 géneros y mil 384 especies principalmente de árboles, aunque también de arbustos y lianas. Los hay principalmente de nuestro país, aunque un 10 por ciento procede de otras latitudes, pues se han realizado intercambios con naciones como India, Canadá, Estados Unidos y Brasil.

 

Cabe señalar que 90 por ciento de estas muestras está respaldado por material de herbario y una base de datos, por lo que es el acervo de mayor valor científico y uno de los más grandes de nuestro país. Su principal objetivo, indicó la curadora, es aglutinar a la mayoría de variedades arbóreas mexicanas, pues no se sabe cuántas son; de hecho, no hay un cálculo preciso del total nacional.

 

Otro es describir a las no conocidas, tanto desde el punto de vista micro como macroscópico. Estudiar su anatomía es de gran importancia, pues, por ejemplo, “hay regiones en donde se presentan seis meses de sequía y los árboles no tienen hojas y casi  pierden las ramas, siendo únicamente los troncos los encargados de la sobrevivencia durante ese lapso”, señaló.

 

Uno más es apoyar trabajos científicos de tipo taxonómico o ecológico. Asimismo, lograr un mejor uso de las maderas no utilizadas y proponer nuevas aplicaciones. Éstas pueden clasificarse en comerciales (como pino y encino, que se usan para marquetería, artesanía, juguetes, piezas especiales de barcos, entre otras), de ornato (fresno) y las propias para la ciencia, precisó.

 

En el caso de las preciosas, de las cuales se tienen varias familias, como cedro, caoba y fresno, hay algunas otras nacionales que se pueden proponer para sustituirlas –siempre y cuando su abundancia sea grande– y disminuir la sobreexplotación. “La especie conocida como guardalagua podría bien utilizarse en lugar de la caoba, la cual es reconocida por sus propiedades de trabajo, colores y veteado, pero su cantidad no es mucha”, explicó.

 

Además, la Xiloteca del IB puede servir como referencia para diversos usuarios, pues “se encuentra en capacidad de identificar las ya descritas, lo cual permite asesorar a algunos sectores de la industria e iniciativa privada”. Por ejemplo, expresó, lo han hecho en las aduanas, para determinar ciertos lotes madereros y así establecer los aranceles adecuados.

 

Barajas Morales consideró que la colección universitaria está mucho más enfocada a las especies tropicales de plantas con flores o angiospermas, porque son de las que se desconocen más sus características y propiedades.

En México han recabado principalmente en las regiones cercanas a las estaciones del IB –Los Tuxtlas, Veracruz, y Chamela, Jalisco–, así como en la Selva Lacandona, Campeche, Estado de México, y Morelia, Michoacán, informó.

 

En el norte, agregó, el dominio es de coníferas o gimnospermas, como pino y ciprés, que son de las más explotables: si se hace un uso racional se pueden obtener crecimientos razonablemente rápidos, lo que no ocurre en la zona del Trópico, donde son más lentos. “Por eso la urgencia de conocerlas mejor, antes de que se acaben, sin tener idea cabal de ese recurso”.

 

Barajas Morales recordó que este espacio fue iniciado por Ramón Echenique-Manrique en 1971, tomando como base una colección de 112 tablillas de muestras reunidas por Faustino Miranda 20 años atrás.

 

Hacia 1978 se registró en el Índice de Xilotecas del mundo, denominado Index Xylariorum, una de las primeras formalmente reconocidas de nuestro país. En la actualidad es la más seria, sigue creciendo constantemente y su proceso de curación es adecuado, concluyó.

 

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Foto 01

Con el fin de conocer las especies maderables que existen en México y determinar su capacidad para incorporarlas a la industria nacional, la UNAM maneja la Xiloteca del Instituto de Biología, indicó Josefina Barajas Morales, su encargada.

 

Foto 02

La Xiloteca del IB de la UNAM cuenta con tres mil 500 ejemplares de 393 familias, 552 géneros y mil 384 especies de árboles, aunque también de arbustos y lianas, dijo su encargada, Josefina Barajas Morales.