06:00 hrs.  21 de Diciembre  de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-944

Ciudad Universitaria 

Pies de fotos al final del boletín

 

EL SERVICIO MAREOGRÁFICO NACIONAL EVITA PÉRDIDAS MILLONARIAS A MÉXICO

 

 

·        Osvaldo Sánchez Zamora, encargado de esta instancia del IGf de la UNAM, destacó que además contribuye a la programación de las actividades productivas marítimas

·        También se usa para delimitar la zona federal marítimo–terrestre, establecer bancos de nivel, planos de referencia, tablas de predicción y construcción de obras, además de un sinnúmero de investigaciones científicas, añadió

·        Tiene instaladas 15 estaciones: nueve en el Océano Pacífico y seis en el Golfo de México

 

El Servicio Mareográfico Nacional (SMN), dependiente del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM, contribuye a la planeación y programación de las actividades productivas relacionadas con los mares y océanos, con lo que se evitan pérdidas millonarias.

 

Al detectar las variaciones en las corrientes marinas en las costas de México, origen de fenómenos como El Niño, tsunamis o maremotos, o el incremento en el nivel medio de los océanos, los especialistas del SMN alertan a la población,  lo que permite tomar medidas tendentes a la prevención de daños a las personas o materiales.

 

De ahí destacó el doctor Osvaldo Sánchez Zamora, encargado del Servicio, la importancia de que el país cuente con un área especializada en esta relevante tarea.

 

Los datos que recabamos, explicó, tienen aplicaciones de utilidad nacional, como la delimitación de la zona federal marítimo–terrestre, establecimiento de bancos de nivel, planos de referencia, tablas de predicción –fundamentales para la entrada y salida en los puertos de todo tipo de embarcaciones– y construcción de obras, además de un sinnúmero de investigaciones científicas.

 

Además, se realizan los pronósticos anuales, dijo, la hora en que se produce la pleamar y bajamar –la movilidad máxima y mínima del agua– por día y para cada muelle a través de sus estaciones, nueve en el Océano Pacífico y seis en el Golfo de México.

 

Están ubicadas en Ensenada, Baja California; La Paz, Baja California Sur; Guaymas, Sonora; Mazatlán, Sinaloa; Puerto Vallarta, Jalisco; Lázaro Cárdenas, Michoacán; Acapulco, Guerrero; Salina Cruz, Oaxaca; y Puerto Madero, Chiapas; Tuxpan y el puerto de Veracruz, Veracruz; Ciudad del Carmen, Campeche; Puerto Progreso, Yucatán; Puerto Morelos, Quintana Roo, y recientemente en El Mezquital, Tamaulipas, cerca de Matamoros.

 

Tales sitios se eligieron por su importancia y condiciones de seguridad; asimismo, aseguró, por cumplir condiciones como la profundidad del mar para las mediciones.

 

Expuso que las variaciones del nivel oceánico se deben a múltiples factores. Uno de los más importantes es la marea, producto de la atracción del sol y de la luna sobre la Tierra. Otro es la gravitación terrestre. Ese fenómeno, abundó el experto, hace que el suelo del océano tenga ondulaciones, hondonadas de grandes dimensiones.

 

Se produce también porque el fondo del mar tiene, en ciertos lugares, pendientes abruptas. Así, las "perturbaciones" marinas pueden llegar a ser de hasta 100 metros en la vertical. En el Océano Índico, ejemplificó, hay una que se extiende en varios miles de kilómetros, por eso no es perceptible a simple vista. En la costa oeste de México, enfrente de Baja California, hay otra de consideraciones importantes, dijo Osvaldo Sánchez.

 

Varía su volumen, también, si se trata de una bahía o de un lugar con mar abierto. Si hubiera una elevación global de los océanos, el ingreso del agua en Acapulco sería lento, a diferencia de Lázaro Cárdenas, donde el efecto sería directo y más rápido, expresó.

 

Otros fenómenos, como huracanes y tsunamis, producen variaciones bruscas del nivel del mar que se ven reflejadas en los registros obtenidos por el SMN desde 1952, recordó, cuando el IGf fundó el Servicio con ayuda de la Secretaría de Marina y la Dirección General de Puertos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, así como del Interamerican Gedoetic Service, de Estados Unidos.

 

Con el tiempo, prosiguió, el número y ubicación de las estaciones del SMN han variado. Por ello, se posee información de, por lo menos, 30 localidades distintas.

 

Sánchez Zamora sostuvo que los datos más usados son los de cada hora. Se trasmiten por correo en el caso de los registros gráficos, y por Internet, en los digitales. Además, ya se tiene instalado un equipo de transmisión vía satélite.

 

En cada estación hay un mareógrafo, formado por un flotador que sube y baja dentro de un tubo en donde entra agua. Para un registro correcto, precisó, se necesita una columna mínima de tres metros en el régimen de bajamar o marea baja.

 

Su ubicación respecto de la costa varía. Por ejemplo, en Puerto Progreso la pendiente es tan suave que la estación se construyó a más de un kilómetro y medio de la playa. En Veracruz se ubica a 10 metros de la orilla. En la mayoría de los casos se usan muelles.

 

Según explicó Osvaldo Sánchez Zamora, son muchos sus usuarios. El conocimiento del nivel medio del mar es utilizado por los barcos, no sólo de la armada, sino de la marina mercante y los de Pémex, para saber sus horarios de entrada y salida de los puertos.

 

Asimismo, por investigadores dedicados a la oceanografía física o biológica; a geofísica (sismos) y meteorología (huracanes); a geodesia (medición de las dimensiones y la forma de la Tierra), entre otros. Además, para la planeación de construcciones marítimas como puertos, plataformas petroleras o ductos, asentó.

 

Entre las instituciones que utilizan la información se encuentran el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática; Petróleos Mexicanos, Comisión Federal de Electricidad, compañías de seguros e, incluso, la industria turística.

 

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Foto 01

La información generada por el Servicio Mareográfico Nacional –dependiente de la UNAM– es utilizada en aplicaciones prácticas de utilidad nacional, aseguró su encargado, Osvaldo Sánchez Zamora.

 

Foto 02

Según Osvaldo Sánchez Zamora, del SMN –dependiente del IGf de la UNAM–, el conocimiento del nivel medio del mar se usa por los barcos para saber sus horarios de entrada y salida de los puertos.