Boletín UNAM-DGCS-944
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al final del boletín
EL SERVICIO
MAREOGRÁFICO NACIONAL EVITA PÉRDIDAS MILLONARIAS A MÉXICO
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Osvaldo Sánchez Zamora, encargado de esta
instancia del IGf de la UNAM, destacó que además contribuye a la programación
de las actividades productivas marítimas
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También se usa para delimitar la zona
federal marítimo–terrestre, establecer bancos de nivel, planos de referencia,
tablas de predicción y construcción de obras, además de un sinnúmero de
investigaciones científicas, añadió
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Tiene instaladas 15 estaciones: nueve en el
Océano Pacífico y seis en el Golfo de México
El Servicio Mareográfico
Nacional (SMN), dependiente del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM,
contribuye a la planeación y programación de las actividades productivas
relacionadas con los mares y océanos, con lo que se evitan pérdidas
millonarias.
Al detectar las variaciones en
las corrientes marinas en las costas de México, origen de fenómenos como El
Niño, tsunamis o maremotos, o el incremento en el nivel medio de los océanos,
los especialistas del SMN alertan a la población, lo que permite tomar medidas tendentes a la prevención de daños a
las personas o materiales.
De ahí destacó el doctor
Osvaldo Sánchez Zamora, encargado del Servicio, la importancia de que el país
cuente con un área especializada en esta relevante tarea.
Los datos que recabamos,
explicó, tienen aplicaciones de utilidad nacional, como la delimitación de la
zona federal marítimo–terrestre, establecimiento de bancos de nivel, planos de referencia,
tablas de predicción –fundamentales para la entrada y salida en los puertos de todo
tipo de embarcaciones– y construcción de obras, además de un sinnúmero de
investigaciones científicas.
Además, se realizan los pronósticos anuales, dijo, la hora
en que se produce la pleamar y bajamar –la movilidad máxima y mínima del agua–
por día y para cada muelle a través de sus estaciones, nueve en el Océano
Pacífico y seis en el Golfo de México.
Están ubicadas en Ensenada, Baja California; La Paz, Baja
California Sur; Guaymas, Sonora; Mazatlán, Sinaloa; Puerto Vallarta, Jalisco;
Lázaro Cárdenas, Michoacán; Acapulco, Guerrero; Salina Cruz, Oaxaca; y Puerto
Madero, Chiapas; Tuxpan y el puerto de Veracruz, Veracruz; Ciudad del Carmen,
Campeche; Puerto Progreso, Yucatán; Puerto Morelos, Quintana Roo, y
recientemente en El Mezquital, Tamaulipas, cerca de Matamoros.
Tales sitios se eligieron por
su importancia y condiciones de seguridad; asimismo, aseguró, por cumplir
condiciones como la profundidad del mar para las mediciones.
Expuso que las variaciones del
nivel oceánico se deben a múltiples factores. Uno de los más importantes es la
marea, producto de la atracción del sol y de la luna sobre la Tierra. Otro es
la gravitación terrestre. Ese fenómeno, abundó el experto, hace que el suelo
del océano tenga ondulaciones, hondonadas de grandes dimensiones.
Se produce también porque el
fondo del mar tiene, en ciertos lugares, pendientes abruptas. Así, las
"perturbaciones" marinas pueden llegar a ser de hasta 100 metros en
la vertical. En el Océano Índico, ejemplificó, hay una que se extiende en
varios miles de kilómetros, por eso no es perceptible a simple vista. En la
costa oeste de México, enfrente de Baja California, hay otra de consideraciones
importantes, dijo Osvaldo Sánchez.
Varía su volumen, también, si
se trata de una bahía o de un lugar con mar abierto. Si hubiera una elevación
global de los océanos, el ingreso del agua en Acapulco sería lento, a
diferencia de Lázaro Cárdenas, donde el efecto sería directo y más rápido,
expresó.
Otros fenómenos, como
huracanes y tsunamis, producen variaciones bruscas del nivel del mar que se ven
reflejadas en los registros obtenidos por el SMN desde 1952, recordó, cuando el
IGf fundó el Servicio con ayuda de la Secretaría de Marina y la Dirección
General de Puertos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, así como
del Interamerican Gedoetic Service, de Estados Unidos.
Con el tiempo, prosiguió, el
número y ubicación de las estaciones del SMN han variado. Por ello, se posee
información de, por lo menos, 30 localidades distintas.
Sánchez Zamora sostuvo que los
datos más usados son los de cada hora. Se trasmiten por correo en el caso de
los registros gráficos, y por Internet, en los digitales. Además, ya se tiene
instalado un equipo de transmisión vía satélite.
En cada estación hay un
mareógrafo, formado por un flotador que sube y baja dentro de un tubo en donde
entra agua. Para un registro correcto, precisó, se necesita una columna mínima
de tres metros en el régimen de bajamar o marea baja.
Su ubicación respecto de la
costa varía. Por ejemplo, en Puerto Progreso la pendiente es tan suave que la
estación se construyó a más de un kilómetro y medio de la playa. En Veracruz se
ubica a 10 metros de la orilla. En la mayoría de los casos se usan muelles.
Según explicó Osvaldo Sánchez
Zamora, son muchos sus usuarios. El conocimiento del nivel medio del mar es
utilizado por los barcos, no sólo de la armada, sino de la marina mercante y
los de Pémex, para saber sus horarios de entrada y salida de los puertos.
Asimismo, por investigadores
dedicados a la oceanografía física o biológica; a geofísica (sismos) y
meteorología (huracanes); a geodesia (medición de las dimensiones y la forma de
la Tierra), entre otros. Además, para la planeación de construcciones marítimas
como puertos, plataformas petroleras o ductos, asentó.
Entre las instituciones que
utilizan la información se encuentran el Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática; Petróleos Mexicanos, Comisión Federal de Electricidad,
compañías de seguros e, incluso, la industria turística.
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Foto 01
La información generada por el
Servicio Mareográfico Nacional –dependiente de la UNAM– es utilizada en aplicaciones
prácticas de utilidad nacional, aseguró su encargado, Osvaldo Sánchez Zamora.
Foto 02
Según Osvaldo
Sánchez Zamora, del SMN –dependiente del IGf de la UNAM–, el conocimiento del
nivel medio del mar se usa por los barcos para saber sus horarios de entrada y
salida de los puertos.