14:00 hrs.  20 de Diciembre  de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-942bis

Ciudad Universitaria 

 

Pies de fotos al final del boletín

 

 

FUNDAMENTAL LA LABOR DEL SECTOR SALUD PARA PREVENIR EL CÁNCER

 

·        Andrés Bendesky Corenstein, Premio Nacional de la Juventud 2003, dijo que es necesario buscar estrategias para disminuir la incidencia del tabaquismo y la exposición al arsénico

·        Con la medicina genómica, agregó, se individualizará el tratamiento

 

Para controlar el cáncer resulta más importante prevenirlo que tratarlo, para lo cual es fundamental la labor del sector salud, aseguró el estudiante de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Andrés Bendesky Corenstein, quien obtuvo el Premio Nacional de la Juventud 2003 en el área de Actividades Académicas.

 

En entrevista, consideró necesario que se busquen estrategias para disminuir la incidencia del tabaquismo –principal causante– y la exposición al arsénico, otro de los detonadores de la enfermedad en el mundo.

 

De los trabajos que se realizan en la actualidad sobre el cáncer, precisó que hay un gran avance en esta área, pues se aplicarán terapias más específicas para cada tipo, lo cual era imposible hace 15 años. Se trata, especificó, de un complejo de muchas enfermedades que no tendrá cura universal, pero sí puede ayudar en algunos casos particulares. Con la medicina genómica, se individualizará el tratamiento.

 

Luego, comentó que el gusto por la medicina nació por su interés en conocer la forma en que funciona el cuerpo humano, tanto en la salud como en la enfermedad. De ahí su gusto por la investigación básica.

 

Desde el año 2000, Andrés Bendesky colabora en el laboratorio de Patricia Ostrosky, del Departamento de Medicina Genómica y Toxicología Ambiental del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM, en proyectos de la genotoxicidad del metronidazol, el gen p53 y la susceptibilidad individual al cáncer.

 

La titular de este espacio, destacó, lo ha apoyado para la publicación de los avances de sus trabajos en revistas internacionales, experiencia grata que le ha permitido involucrarse cada vez más en el tema de las displasias.

 

Al detallar la labor que realiza en el laboratorio de Patricia Ostrosky, indicó que trabaja con muestras de sangre de pacientes, utilizan como modelo a los linfocitos obtenidos y se detectan los diferentes niveles de proteínas.

 

Además, se usan cultivos de células, líneas celulares que se utilizan en todo el mundo; se pueden comparar los resultados de las caracterizadas. Éstas se cultivan en el laboratorio y se les trata con sustancias, se les analizan los genes, su expresión,  las proteínas, daño al DNA que presentan por ciertos compuestos.

 

El estudiante de la FM se refirió al Premio Nacional de la Juventud 2003, el cual dijo que se lo debe completamente a la UNAM. Agradeció el apoyo recibido por la Facultad y las facilidades otorgadas para investigar. También reconoció el respaldo de su tutora Patricia Ostrosky para asistir a congresos internacionales y a estancias en el extranjero.

 

“La Universidad me ha permitido desarrollar mis capacidades, hacer lo que me gusta y prepararme lo suficiente para obtener resultados. Todos mis logros han girado alrededor de la UNAM”.

 

También habló sobre lo que considera su pasión: la investigación básica. Indicó que es una vocación que quien la tiene debe perseguirla. “Creo que es una parte fundamental del progreso de un país. No tiene el propósito de aplicarse inmediatamente. Es un cúmulo de conocimientos”.

 

De los retos que tiene informó que realizará un doctorado en biología molecular en Estados Unidos o Europa. “Con estas salidas le devolveré a la UNAM lo que me ha dado durante toda mi carrera”, concluyó. 

 

El premio, que otorga el Gobierno de la República a través del Instituto Mexicano de la Juventud, se concede a jóvenes menores de 25 años que destacan por una trayectoria ejemplar. Esta categoría reconoce el sólido desempeño, elaboración de investigaciones o estudios científicos, publicación o artículos académicos, conferencias impartidas, distinciones recibidas; además de la labor docente que puede desarrollar en los diversos niveles educativos a favor de la comunidad.

 

Andrés Bendesky estudia la carrera de Médico Cirujano en la FM y forma parte del grupo de Núcleos de Calidad Educativa (NUCE). Con un promedio de 9.96 es también integrante de la organización AFINES (Apoyo y Fomento a la investigación Estudiantil) y de la Environmental Mutagen Society.

 

Desde su ingreso a esta entidad en 1999, siempre tuvo inclinación por la investigación en biología molecular, especialmente lo relacionada con el cáncer, enfermedad que sigue estudiando.

 

Entre las distinciones  obtenidas, destacan los tres reconocimientos al mérito académico de la UNAM por haber obtenido promedio de diez en los estudios de licenciatura en los ciclos 2002-2003, 2000-2001, 1999-2000; el premio El Universitario del Año en el área de Medicina, y de la Revista EXP, de Editorial Expansión.

 

Ha sido preseleccionado de la XXXI Olimpiada Internacional de Química, en Tailandia; IV Olimpiada Iberoamericana de Química, en España; XXX Olimpiada Internacional de Química, en Australia, y ganador del primer lugar de la VIII Olimpiada de Química Metropolitana, en el Distrito Federal, y de la IX Olimpiada Metropolitana de Química.

 

A decir del galardonado, las estancias que ha realizado en el extranjero le han dejado muchas satisfacciones. En julio y agosto de 1999 realizó una estancia en el laboratorio de Sara Fuchs, en el Instituto Weizmann de Ciencias (Rehovot, Israel), en donde trabajó con inmunomodulación de la miastenia gravis.

La más reciente visita la hizo en septiembre–octubre del 2004 en el Laboratorio de Robert A. Weinberg en el Whitehead Institute, MIT (Cambridge, MA, EUA), investigando en biología molecular y celular del proceso metafísico de los tumores.

 

 

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Pies de foto

 

Foto 01

 

Andrés Bendesky Corenstein, estudiante de la Facultad de Medicina  de la UNAM, obtuvo el Premio Nacional de la Juventud 2003 en el área Actividades Académicas.

 

 

Foto 02

 

Por su interés en la investigación en biología molecular, especialmente relacionada con el cáncer, Andrés Bendesky Corenstein, estudiante de Medicina  de la UNAM, ganó el Premio Nacional de la Juventud 2003.