06:00 hrs.  20 de Diciembre  de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-941

Ciudad Universitaria 

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AUMENTA EL NÚMERO DE PERSONAS CON TRASTORNOS DEL SUEÑO; LA CLÍNICA DE LA UNAM ATIENDE A MUCHAS

 

·        Se estima que uno de cada tres sujetos padece alguna de las aproximadamente 100 alteraciones que existen al dormir

·        Los especialistas de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM, diagnostican estudios y brindan tratamientos a la población en general

·        Es el único centro en donde se puede identificar a niños neonatos con riesgo de muerte súbita infantil o muerte de cuna; también se detecta epilepsia asociada al sueño

 

Una de cada tres personas en México padece alguno de los cien trastornos del sueño, cifras que van en aumento. Sus principales síntomas son insomnio y somnolencia diurna, es decir, dificultad para descansar por la noche o bien, sentir fatiga durante el día, señaló Reyes Haro Valencia, de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

 

Ante los problemas de salud que generan estas situaciones, los especialistas de la Clínica de Trastornos del Sueño de esta entidad universitaria –ubicada en el Hospital General de México– realizan diagnósticos oportunos, así como diferentes estudios y tratamientos adecuados según la causa y tipo de paciente.

 

El jefe de este espacio abundó que si bien cualquier persona puede experimentar insomnio en algunas ocasiones, hay quienes lo padecen con mayor frecuencia lo que afecta su calidad de vida, pues les produce irritabilidad, ansiedad, depresión y falta de concentración.

 

Una de las perturbaciones más comunes es la apnea obstructiva, caracterizada por ronquido, dificultad para respirar e inquietud. Los afectados no reciben suficiente oxigeno, y su reposo no es de calidad. En el día presentan somnolencia excesiva.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  

Haro Valencia explicó que esta situación puede ocasionar que la gente se duerma en situaciones de riesgo, como al conducir un vehículo. Además, hay disminución en la productividad, aumenta el riesgo de sufrir accidentes en el hogar y trabajo; la vida personal se ve alterada; la capacidad sexual e intelectual disminuye, hay problemas de atención, aprendizaje y memoria, alertó.

 

No hay factores orgánicos asociados, sino psicofisiológicos. “Hubo algo en su vida que les conmovió en algún momento: alguna pérdida afectiva, profesional o la inquietud por alguna expectativa”. Influye también el consumo de estimulantes, como café, cigarrillo, chocolates o refresco de cola, que dificultan el descanso; a ello debe agregarse la altitud y ruido excesivo, explicó.

 

Sin embargo, aclaró el especialista, hay pacientes con narcolepsia, capaces de conciliar el sueño en todo momento. Hay otro grupo que toma medicamentos, los cuales crean problemas de dependencia, además de modificar la duración de las etapas de ese proceso. Estas anormalidades requieren tratamiento distinto. En ambos casos, dijo, los hay cien por ciento efectivos para hacer que el sujeto vuelva a ser funcional en sus actividades diurnas.

 

Reyes Haro Valencia resaltó que en la clínica que dirige se tiene mucho cuidado para identificar en cada paciente la causa de su dificultad, qué le está produciendo todas esas alteraciones. La terapia debe enfocarse a ese origen.

 

Asimismo, explicó que la población infantil también sufre de trastornos llamados parasomnias, como sonambulismo, terrores nocturnos, orinarse en la cama (enuresis), rechinar de dientes y pesadillas. En los recién nacidos prematuros el problema se manifiesta como falta de respiración mientras duermen, lo cual puede ocasionarles síndrome de muerte súbita o de cuna.

 

 

El niño respira bien mientras está despierto, pero apenas se relaja, deja de inhalar, tienen apnea central. A ellos se les hace un estudio en donde se precisa la complicación, y se les da un estímulo; luego de seis meses quedan fuera de peligro, subrayó.

 

Recordó que esta es la única clínica en el país en donde se puede identificar este tipo de trastornos. “Somos el único centro en donde se detectó la epilepsia asociada al sueño, que regularmente se manifiesta por movimientos bruscos y convulsiones. A través de las técnicas aplicadas se identifica si hay crisis en este periodo.

 

“Distintos hospitales del interior de la república nos envían pacientes. Llevamos seis años atendiendo a estos problemas, que cada vez son más frecuentes en la población”. En este sentido, recalcó, la UNAM hace una importante labor porque se ocupa no solo de universitarios, sino del público en general, en las mejores instalaciones y con un equipo multidisciplinario, conformado por neuropediatras, psiquiatras, neurólogos, psicólogos, neurofisiólogos, odontólogos y nutriólogos.

 

A decir del especialista la importancia de la atención oportuna radica en que esta actividad es fundamental en la vida humana “Tiene muchas funciones demostradas,  la principal es el descanso, restaurar funciones, recuperar energía que gastamos durante el día. Este reintegro físico y mental sucede durante en ese periodo”.

 

Los procesos cognitivos se favorecen. Tendrá importantes connotaciones en cuanto a memoria, pensamiento y aprendizaje. Mientras yacemos se refuerza el sistema inmunológico, para combatir enfermedades o evitar que se desarrollen nuevas, concluyó.

 

 

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Foto 01

Se estima que una de cada tres personas padece uno de los aproximadamente 100 trastornos de sueño que existen, destacó Reyes Haro Valencia, Jefe de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM.

 

Foto 02

Reyes Haro Valencia, jefe de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM, informó que los especialistas de este centro diagnostican, realizan estudios y brindan tratamientos a la población que padece estas alteraciones.