Boletín UNAM-DGCS-927
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al final del boletín
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Sus agentes
no están bien preparados en materia penal: Héctor Fix Zamudio, profesor emérito
de la UNAM
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De ahí la
importancia de dotarlos de una carrera ministerial, que podría garantizar su
autonomía
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Los órganos
de procuración de justicia en el país tienen deficiencias y padecen
burocratismo, ineficiencia y corrupción, entre otros males
Las averiguaciones previas son
la falla principal del Ministerio Público (MP) en México, dado que sus agentes
no están lo suficientemente preparados en materia penal, señaló Héctor
Fix-Zamudio, investigador emérito del Instituto de Investigaciones Jurídicas
(IIJ) de la UNAM.
De ahí la importancia de
dotarlos de una carrera ministerial. Si bien se ha realizado capacitación
especializada, falta mucho por hacer. Esta formación debe ser similar a la que
reciben los jueces, como ocurre, por ejemplo, en los países europeos.
Al participar en el Seminario
“Perspectivas de reforma en materia de justicia penal y seguridad pública en
México”, el jurista destacó que sólo con este tipo de acciones se puede
garantizar la autonomía del MP, uno de los temas centrales dentro del paquete de
reformas planteado al poder legislativo.
Recordó que la investigación
de los delitos, la averiguación previa y las consignaciones están en manos de
esta figura, por lo que su instrucción académica necesita de organismos como el
Instituto de la Judicatura, donde se requerirá de varios años para obtener una
acreditación. Sin embargo, su independencia deberá acompañarse de otras
salvaguardas.
En su oportunidad, Miguelángel García Domínguez, diputado del
Partido de la Revolución Democrática, destacó que los órganos de procuración de
justicia en el país tienen deficiencias y el burocratismo, ineficiencia,
corrupción, violación de derechos humanos y falta de eficacia en su rol social
son sus grandes males.
Todo ello incrementa la
delincuencia en México. Explicó que el artículo 21 constitucional señala que la
investigación y persecución de los delitos incumbe al MP, el cual se auxiliará
en una policía bajo su autoridad y mando inmediato. Sin embargo, en la práctica
hay dos corporaciones paralelas y autónomas entre sí.
Lo anterior, precisó, provoca
un funcionamiento desequilibrado entre ambas instancias y deficiencia
operativa. La función policiaca le correspondió en alguna época al juez de
instrucción; después se dio esa responsabilidad al encargado actual, quien se
ha convertido en un burócrata para levantar actas y mandar oficios.
También hay deficiencias
programáticas. Las averiguaciones previas tramitadas en las procuradurías no
proporcionan los productos finales y útiles establecidos, como la consignación
o alguna otra forma de finiquito. En el caso de los juicios penales, tampoco se
busca una sentencia condenatoria, sino su trámite.
A su vez, Martha Tamayo
Morales, senadora del Partido Revolucionario Institucional, señaló que la
reforma penal propuesta conlleva transformaciones profundas de nuestro sistema.
Si bien se busca la profesionalización e independencia del MP, su autonomía
depende de los controles institucionales.
Al respecto, mantiene una
contradicción importante: la designación del fiscal y de los fiscales
regionales, con ratificación del Senado, sigue a discreción del Ejecutivo. Esto
dista de un órgano autónomo.
Al tomar la palabra, Juan José
Rodríguez Rodríguez Pratts, senador del Partido Acción Nacional, apuntó que el
Estado mexicano es débil y hueco, desde fuera se ve como una fortaleza
imponente, pero al entrar se ven columnas endebles y un piso frágil.
Por ello, consideró que “el
gran reto de nuestra generación es reconstituirlo en toda su gama jurídica”.
Recordó que hay un derecho de acceso al poder, es decir, el electoral, que deja
mucho que desear, porque es una estructura burocrática, excesivamente cara y
aún hay conflictos posteriores a los comicios.
Además, apuntó que se deben
perfeccionar las políticas públicas, que tienen una mala constitución y no
deslindan con claridad lo público de lo privado y social, un elemento esencial
del Estado de derecho, una responsabilidad frente a la ciencia jurídica y al
poder; además de cómo se ejerce; ahí también se tienen asignaturas pendientes,
como las garantías del ciudadano ante el poder.
Esto dota de sentido a la
división de poderes, cuya teoría ha sido rebasada, pues se ejerce como mera
asignación de funciones, y se puede hablar de organismos autónomos exitosos,
como la Banca Central, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, y los
órganos electorales totalmente independientes, concluyó.
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FOTO 01
Martha Tamayo Morales
y Miguelángel García Domínguez participaron en el Seminario “Perspectivas
de reforma en materia de justicia penal y seguridad pública en México”, efectuado
en el IIJ de la UNAM.
FOTO 02
Héctor
Fix-Zamudio, investigador emérito del IIJ de la UNAM, aseveró que las
averiguaciones previas son la falla principal del Ministerio Público en México,
dadas las insuficiencias de sus agentes.