06:00 hrs.  11 de Diciembre  de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-918

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

CREAN AGENTES ECONÓMICOS EMIGRACIÓN A NACIONES DESARROLLADAS Y NO LA POBREZA: MANZANOS BILBAO

 

·        Señaló en la UNAM César Manzanos Bilbao, de la Universidad del País Vasco, España

·        Los pobres no llegan a concebir la posibilidad de un proyecto migratorio; lo hacen quienes pueden costearse el viaje y tienen redes familiares, indicó

·        La hiperexplotación es una necesidad del actual sistema mercantilista y está organizada por agentes sociales reales, aseguró

 

Es una falacia que las migraciones a regiones o países ricos se originen por la pobreza y la búsqueda de una “vida mejor”; son los propios agentes financieros, empresariales y comerciales quienes crean vías de acceso a las zonas donde se instalan nuevas actividades en los diversos sectores económicos, señaló César Manzanos Bilbao, de la Universidad del País Vasco, España.

 

Durante una conferencia dictada en el Posgrado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, destacó que los motivos y procesos que provocan los flujos humanos contemporáneos tienen elementos comunes en todo el mundo: “Se dice que la población de escasos recursos emigra del sur al norte dentro de una nación, o de una nación a otra, pero es un mito perverso”.

 

En la mayoría de los casos ni siquiera son los más pobres quienes emigran, sino de entre esos conjuntos, son los sectores que se pueden costear el viaje y tienen redes familiares o de compatriotas que se asentaron antes, explicó. Los depauperados no llegan a concebir la posibilidad de un proyecto de esa envergadura.

 

La hiperexplotación, que se hace especialmente en mujeres, infancia y adolescencia, es una necesidad del actual sistema mercantilista y está organizada por agentes sociales reales, indicó.

 

Por tanto, dijo, son perfectamente identificables sus autores y las zonas de producción donde se crean las condiciones para las nuevas formas de expolio y desigualdad, o el neoesclavismo,  que afectan a cientos de millones de personas, no como resultado del concepto abstracto, ambiguo, poli y ambivalente de “globalización”, sino de la iniciativa de sujetos concretos.

 

Informó que son entidades financieras y empresas las que requieren de ese fenómeno para revitalizar de forma permanente sus tasas de ganancia, con la complicidad de las administraciones, que desarrollan una estrategia subsidiaria a la iniciativa industrial directa y se olvidan de su función de protección social y de velar por el interés general.

 

Detrás de la aparente ineptitud institucional para cumplir las normas formales que prohiben estas prácticas, se oculta la implicación activa de los Estados con estos imperativos capitalistas, añadió.

 

Manzanos Bilbao destacó que la explotación no es un problema que preocupe ni a los inversores, ni a los productores, ni a los consumidores, ni siquiera es un mal menor, es simplemente una necesidad, una realidad imprescindible para mantener el nivel de vida de quienes poseen poder adquisitivo, condición necesaria para garantizar el futuro del modelo socioeconómico desigual.

 

Cuando más necesaria se hace la actuación de los gobiernos y organismos internacionales para combatir la violencia y usufructo de la población inmigrante, más mermada está su función protectora y lo que es más grave: son dependientes de los intereses privados, por lo que resulta fundamental revisar su papel, advirtió. 

 

“Los Estados sustituyen de forma progresiva sus políticas de protección social por las de seguridad, definiendo a los inmigrantes no como trabajadores a quienes se debe acoger, respetar en su diversidad e integrar en su vida, sino como enemigos a neutralizar, utilizar y doblegar”, consideró.

 

Con ello se pasa del paradigma de condición de vulnerabilidad y peligro, al de peligrosidad para la convivencia, en la medida como no se limita a servir como mano de obra dócil y sumisa, prosiguió.

 

Las actuales políticas migratorias no son en realidad tales, sino de seguridad, regulación coercitiva de esos flujos, que en su expresión masiva, desordenada, en condiciones de subempleo, autoexplotación, de restauración progresiva de la neoesclavitud, y en cualquier caso de violación sistemática de salvaguardas sociales y laborales, facilita la rentabilidad económica.

 

Son directrices de contención indiscriminada mediante el control policial y militar, para hacer cumplir las restricciones entre países y regiones a la libre circulación de personas, de regulación coactiva en función no de las necesidades de los sujetos potenciales o realmente trabajadores, sino de las demandas de los agentes que precisan mano de obra barata, desorganizada y privada de derechos, finalizó.

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César Manzanos Bilbao, de la Universidad del País Vasco, España, señaló en la UNAM que los agentes financieros, empresariales y comerciales crean vías de acceso a las zonas de migración.

 

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Los motivos y procesos que provocan los flujos humanos contemporáneos tienen elementos comunes en todo el mundo, señaló en la UNAM el profesor español César Manzanos Bilbao.