Boletín UNAM-DGCS-882
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RINDE LA UNAM HOMENAJE AL DESTACADO FILÓSOFO LEOPOLDO ZEA
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El rector Juan Ramón de la Fuente coincidió
con el señalamiento que en el 2000 hizo el humanista, en el sentido de que
pretender borrar todo el pasado reciente de México traería una transición
accidentada
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Zea vivió en su circunstancia, México y
América Latina. Su pensamiento tiene mucho de vigente, indicó
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Se inauguró una exposición bibliográfica y
fotográfica del filósofo y se develó la placa de la Sala de Seminarios del
CCyDEL que lleva su nombre
La Universidad Nacional rindió
homenaje póstumo al filósofo Leopoldo Zea, quien durante 62 años desarrolló una
importante trayectoria profesional y académica, y una obra reconocida en el
ámbito internacional.
El rector Juan Ramón de la Fuente coincidió con la afirmación hecha en el año 2000 por el destacado latinoamericanista, al subrayar que si se pretendía de manera general borrar todo el pasado reciente de México, se tendría una transición accidentada.
Se trata, resaltó, de un
pensador objetivo, libertario y más empapado de la realidad de lo que está la
mayoría de los políticos. Su contacto intenso con los jóvenes y la gente común
de México y América Latina le permitía tener una visión filosófica que adquiría
expresiones concretas en la realidad.
Zea vivió en su circunstancia
–que era el país y la región latinoamericana– y filosofó en ella de manera
lúcida e intensa. Su pensamiento, abundó, tiene mucho de vigente, por lo que
son tiempos oportunos para recordarlo, dado que los hechos han mostrado cuánta
razón tenía.
Luego del acto y como parte
del homenaje, organizado por la Coordinación de Humanidades, la Facultad de
Filosofía y Letras (FFyL) y el Centro Coordinador y Difusor de Estudios Latinoamericanos
(CCyDEL), el rector, acompañado por la esposa de Leopoldo Zea, María Elena
Rodríguez; el embajador de Cuba en México, Jorge Bolaños, y la investigadora
emérita Elisa Vargas, inauguraron una exposición bibliográfica y fotográfica
del latinoamericanista, enriquecidas por dos títulos, así como develaron la
placa de la Sala de Seminarios del CCyDEL que lleva su nombre.
En el auditorio Mario de la
Cueva de la Torre II de Humanidades, donde se reunieron la coordinadora de
Humanidades, Mari Carmen Serra Puche; los directores de la FFyL, Ambrosio
Velasco, y del CCyDEL, Estela Morales; la comunidad de ese Subsistema y la
familia del homenajeado, De la Fuente recordó que cuando en 2000 Leopoldo Zea
recibió la Medalla “Belisario Domínguez”, por parte del Senado de la República,
dio un discurso polémico, inteligente y penetrante.
Esa disertación, subrayó, fue
un tanto profética. Coincidió con Zea cuando decía: “si no somos capaces de
discernir entre lo mucho de lo bueno que se ha hecho en este país en los últimos
70 años y lo mucho de lo malo que también ha ocurrido. Y no somos capaces de
mantener lo bueno y modificar lo malo, mucho me temo que tendremos una
transición accidentada”.
El rector resaltó que era el
inicio del actual sexenio, por lo que las palabras de Zea han resultado no
alejadas de la realidad. Consideró que se deben encontrar fórmulas que permitan
alcanzar los acuerdos fundamentales que la nación requiere para avanzar en el
proceso de la consolidación democrática.
Zea, recalcó, es uno de los múltiples
pensadores contemporáneos en los que se pueden encontrar reflexiones con una
clara aplicación a la vida cotidiana.
De la Fuente mencionó como
otra coincidencia con Zea, la necesidad de profundizar y fortalecer la
educación en América Latina y México y, de manera fundamental, la superior.
Tras recordar aspectos de la
vida académica y profesional del filósofo, señaló que con su labor y al dar
continuidad a la obra de sus maestros, como José Gaos, logra seguir viviendo en
nuestra circunstancia con dignidad y mantiene sus aportaciones.
La UNAM como hoy se percibe y
vive, puntualizó, sería inimaginable sin ciertas figuras señeras que han
marcado la pauta y orientado su vocación moderna, pero que además han servido
con severidad como Leopoldo Zea.
En su presentación, la titular
del CCyDEL, Estela Morales Campos, planteó que el pensamiento de Leopoldo Zea
muestra que en todo ser humano se unen lo común y lo diferente como conceptos
universales. Estos dos rasgos están presentes en el conjunto que conforman los
países, donde se registran las circunstancias geográficas, demográficas,
políticas, ideológicas y culturales que van a integrar lo latinoamericano.
El humanista, expuso, conoció
y estudió esta diversidad, en la búsqueda de una América Latina unida, con un
compromiso por hacer realidad la igualdad en la diferencia y con el pensamiento
de lo regional como una identidad original y propia.
Leopoldo Zea, externó, concibe
al hombre latinoamericano como “un hombre entre hombres” y a su cultura como
una expresión concreta de la realidad. Así, se puede apreciar con dignidad y en
un plano de igualdad lo europeo, africano, asiático y latinoamericano.
Estela Morales expresó que el
filósofo tenía claro que para que ese ser tenga presencia, se conozca y se
autovalore, requiere de espacios que
favorezcan su estudio, donde investigadores busquen soluciones a problemáticas
identificadas, donde lo local y lo que hay en él sea objeto y sujeto de
análisis, y que este conocimiento se difunda y divulgue, así como que se formen
cuadros jóvenes que contribuyan a la manifestación identitaria.
A su vez, el director de la
FFyL, Ambrosio Velasco Gómez, manifestó que una nota distintiva del pensamiento
humanista de Leopoldo Zea fue la de su autenticidad. Esto es, filosofar desde
las circunstancias y los problemas propios de México y América. Ello,
compromete el rigor académico con la sensibilidad hacia la injusticia, la
opresión y la dominación imperialista, a fin de denunciarlos y vislumbrar
soluciones posibles.
En esa tarea filosófica,
social, ética y públicamente comprometida, dejó en claro, no hay tregua ni
lugar para la contemplación autocomplaciente.
Quien fuera director, profesor
emérito, fundador de la carrera de Estudios Latinoamericanos y autor de amplia
obra, señaló, fue figura notable de la tradición humanística que se ha
desarrollado en la Facultad por más de 450 años.
Ambrosio Velasco apuntó que
contra el imperialismo cultural y filosófico Leopoldo Zea luchó más de 60 años
desde la Universidad Nacional y, en particular, de la FFyL. Expandió este
combate a toda América Latina en busca de su identidad propia, de la auténtica
cultura de México y la región, y contribuyó, desde el ámbito de las
humanidades, a su emancipación de toda dominación, concluyó.
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