Boletín UNAM-DGCS-854
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al final del boletín
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Ha causado graves daños en el individuo,
familia y entorno, señaló la directora de la Facultad de Psicología
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Durante la inauguración del Diplomado Intervención
breve para consumidores de alcohol, tabaco y otras drogas
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Necesario, cambiar la clasificación de las
drogas para su combate, afirmó Víctor Manuel Guisa Cruz, director general de
los Centros de Integración Juvenil
En la última década las adicciones se han convertido en
un problema emergente en el área médica, por los graves daños ocasionados en el
individuo, familia y entorno comunitario, señaló Lucy María Reidl, directora de
la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.
En la inauguración del
Diplomado Intervención breve para consumidores de alcohol, tabaco y otras
drogas, a cargo de Jesús Kumate Rodríguez, presidente del Patronato Nacional de
los Centros de Integración Juvenil, agregó que aunado a esto, el gasto generado
tanto para las estrategias de prevención como de tratamiento ocasionan un
desequilibrio de costo-beneficio.
A su vez, Víctor Manuel Guisa Cruz, director general de
los Centros de Integración Juvenil, afirmó que es necesario cambiar la
clasificación de drogas legales e ilegales para combatir la farmacodependencia,
pues todas causan daño y provocan alteraciones en el funcionamiento físico y
mental del ser humano.
Al ofrecer la conferencia Panorama epidemiológico:
alcohol, tabaco y drogas, reveló que en México hay 44 mil muertes al año
atribuibles de forma directa al tabaquismo, y entre 122 y 147 decesos diarios
por enfermedades agravadas debido a esa causa.
Se calcula que fumar complica en un 45 por ciento los
padecimientos isquémicos del corazón; 51 los cerebrovasculares; 84 enfisema y
bronquitis crónica, y hasta en un 90 por ciento el cáncer de pulmón, bronquios
y tráquea. Además, es la puerta de entrada a sustancias más fuertes, “por lo
cual es de vital importancia detenerlo de forma preventiva en edades
tempranas”, aseguró.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA)
2002, en cuatro años aumentó de 9 a 14 millones el número de fumadores,
constituido en 68 por ciento por varones. Una tercera parte de los usuarios se
concentra en la Ciudad de México, mientras que en el campo se registraron 2.5
millones de adictos a la nicotina. El 11.2 del total manifiestan uso severo, y
72 por ciento inició su consumo antes de los 19 años.
Respecto del alcohol, Guisa Cruz señaló que 9.3 por
ciento de la población urbana cae en criterios de dependencia. La ingestión per
cápita en el 2002 entre la población de 12 a 17 años fue de mil 201 litros en hombres y 0.148 en
mujeres.
En el Distrito Federal, las delegaciones en donde menos
se bebe son Milpa Alta (58.2 por ciento de la población reportó no hacerlo) y
Xochimilco (el 45.2 por ciento). En donde se presentaron más casos de no
asistencia al trabajo por esta causa fueron Benito Juárez (con 52.9 por ciento)
y la Gustavo A. Madero (con 47 por ciento).
Entre los jóvenes se eleva al doble la ingesta (de 15.5 a
más de 30 por ciento). Es en esa etapa cuando los adolescentes sufren presión
social por parte de sus amigos; es parte de sus rituales. Por tanto, “es aquí
donde se debe trabajar en actividades preventivas y de control”. A los 14 años
el consumo se da en 52.8 por ciento de los muchachos, pero a los 18 años en 87.
Acerca de las drogas ilegales, comentó que su consumo
aumenta en nuestro país. La ENA 2002 destaca que existen en México 3.5 millones
de personas entre los 12 y 65 años que han usado estupefacientes por lo menos
alguna vez en su vida; de estos, casi tres millones se ubican en zonas urbanas,
y se estiman en 570 mil las personas que los ingieren de manera regular.
En el contexto mundial, este problema no es homogéneo:
crece en algunos ambientes por su disponibilidad o moda, por ejemplo. Llama la
atención que en América la más popular es la cocaína, pero en el norte
prevalecen las anfetaminas; en Oceanía son las opiáceas; y en Europa y Asia las
anfetaminas y metanfetaminas son consumidas también.
En nuestro país, a decir del mismo documento, su uso
entre los 12 y 65 años se presentó en 1.68 por ciento: cannabis en 0.6 por
ciento; anfetaminas, 0.1; cocaína, 0.35, y heroína, 0.1 por ciento. “Estoy seguro
–dijo– que no hay especialista en el área de la salud que no haya visto
pacientes con un problema adictivo”.
Por ello, insistió Cristóbal
Ruiz Gaytán López, secretario técnico del Consejo Nacional contra las
Adicciones, se requiere de respuestas eficaces para atacar a este complejo
fenómeno. De ahí la importancia de la capacitación y formación de recursos
humanos calificados.
“Debemos ofrecer a la
comunidad y a la sociedad en general, una oferta de servicios accesible,
diversificada, profesionalizada e inter y multidisciplinaria, basada en
intervenciones específicas y dirigidas al alcoholismo, tabaquismo y otras
drogas”, aseveró.
En todo el mundo, recalcó, el
consumo de sustancias con efecto psicoactivo va en aumento, mientras se
registra una disminución en la edad de inicio y una baja percepción del riesgo;
aunado a ello, hay una gran permisividad social en torno al uso de drogas
legales como bebidas fermentadas y cigarros, finalizó.
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FOTO 1
Cristóbal Ruiz
Gaytán, Lucy María Reidl y Jesús Kumate Rodríguez participaron en la
inauguración del Diplomado Intervención breve para consumidores de alcohol,
tabaco y otras drogas, en la FP de la UNAM.
FOTO 2
Víctor Manuel Guisa Cruz, director general de los Centros de Integración Juvenil, afirmó en la UNAM que es necesario cambiar la clasificación de drogas para combatir la farmacodependencia.