Boletín UNAM-DGCS-837
Ciudad Universitaria
Pie de fotos al final del boletín
NUEVA ETAPA DE DESARROLLO DEL INSTITUTO DE BIOLOGÍA
·
René Drucker dijo que el Sistema de Informática para la
Biodiversidad y el Ambiente es un proyecto de largo plazo que marca una nueva
forma de hacer ciencia en esta casa de estudios
·
La UNAM es más que una institución de educación superior, porque además
de docencia e investigación, coadyuva a la resolución de problemas: Rosaura
Ruiz
El Instituto de Biología (IB) de la UNAM
ha contribuido de forma importante al desarrollo de diversas áreas de la
especialidad en nuestro país. Al cumplir 75 años entra en una nueva etapa de
desarrollo que se completará con gran éxito en los próximos años, coincidieron
Rosaura Ruiz, secretaria de Desarrollo Institucional, y René Drucker Colín,
coordinador de la Investigación Científica.
En este marco Drucker Colín destacó el Sistema de Informática
para la Biodiversidad y el Ambiente (SIBA) que impulsa ese Instituto e
involucra a 15 entidades más es un proyecto de largo plazo que define la nueva
forma de hacer ciencia en esta casa de estudios.
A su vez, la secretaria de Desarrollo
Institucional, mencionó que el IB comienza un nuevo periodo en un contexto
mundial en el cual la tecnociencia ha sido la base del desarrollo, sobre todo
en los últimos años.
De ahí la importancia del SIBA, que inaugura un
nuevo momento para la ciencia en esa dependencia, resaltó Rosaura Ruiz. La UNAM
es más que una institución de educación superior, porque además de dedicarse a
la investigación y la docencia, brinda múltiples servicios al país y coadyuva a
la resolución de sus problemas
René Drucker recordó que la Universidad ha
realizado magnificas aportaciones al conocimiento, tarea en la que es
indispensable efectuar cambios para no perder el lugar preponderante de la UNAM
y por ello se requiere la participación y colaboración de expertos de
diferentes disciplinas.
El trabajo multi e interdisciplinario
contribuirá a lograr la mejor integración de la información que ella misma
genera, abundó el coordinador de la Investigación Científica.
La que se obtenga y acumule del SIBA, generada
en el Subsistema de la Investigación Científica mediante las propuestas de los
directores de las 16 instituciones, producirá datos fundamentales para México,
inclusive en los campos de la seguridad nacional, por ello adquiere mayor
importancia e interés que la UNAM encabece este esfuerzo, subrayó.
Además, Drucker Colín expuso que en momentos en
que estamos inmersos en la disyuntiva de si la ciencia es útil o no, si se debe
apoyar o no, “proyectos de esta envergadura demuestran al país, a los
ciudadanos y autoridades, que los universitarios, cumplimos con las tareas que
nos ha encomendado la nación”.
Acompañado de los investigadores eméritos
Bernardo Villa y Teófilo Herrera, reiteró que el desarrollo de trabajos
multidisciplinarios, como SIBA, redundará en enormes beneficios. Además, dijo, este Subsistema ha
iniciado una nueva etapa en la cual se buscan mecanismos oportunos para
emprender grandes proyectos, estratégicos para la Universidad y el país.
La UNAM no puede trabajar como lo hizo en el
pasado, es decir, con sus investigadores laborando de manera aislada, sin
relación con especialistas de otras disciplinas e instituciones, consideró.
Necesita nuevos modelos para hacer ciencia y asegurar su mayor impacto.
En su oportunidad, Tila María Pérez Ortiz,
directora del IB, recordó que en el Diario Oficial de 1929, en el cual se
expidió la Autonomía de esta casa de estudios, se lee en la última página: “El
Instituto de Biología quedará formado por la actual Dirección de Estudios
Biológicos, dependiente de la Secretaría de Agricultura y Fomento...”.
Sin embargo, no fue sino cuatro meses después,
el 9 de noviembre, que la dependencia entró en funciones en la Casa del Lago,
siendo Isaac Ochoterena su primer director.
Al iniciar sus labores, sostuvo, se dedicó a la
investigación de los fenómenos biológicos mediante once secciones: biología
general e histología; botánica; hidrobiología, herpetología e ictiología; helmintología;
malacología y carcinología; paleontología, farmacología, química y fisiología.
Por ello, no es de extrañar que del IB se desprendieran años más tarde los
institutos de Fisiología Celular, Ciencias del Mar y Limnología, y Ecología.
A 75 años de su fundación, es una de las más
grandes y complejas entidades de la UNAM dedicadas a la generación del
conocimiento. Sus 150 académicos se agrupan en los departamentos de Botánica y
Zoología, además del Jardín Botánico. También cuenta con las estaciones de
biología tropical “Los Tuxtlas” y “Chamela”.
Desde sus orígenes ha mantenido la
responsabilidad de formar, enriquecer, custodiar y estudiar las Colecciones
Biológicas Nacionales –el Herbario Nacional, cuyo acervo sobrepasa el millón de
ejemplares, y las 10 colecciones de zoología–, elementos fundamentales para el
Instituto y valioso patrimonio de la Universidad y del país.
“En la medida en que se ha vuelto más urgente
conservar la biodiversidad ha surgido la necesidad de tener información
taxonómica oportuna y de alta calidad”, refirió. Así, el objetivo estratégico
del IB y el eje central de su desarrollo radica en la creación de la Unidad de
Informática de la Biodiversidad (UNIBIO).
La iniciativa busca ordenar, sistematizar y
analizar el enorme patrimonio de flora y fauna que posee. Se trata de conectar
las distintas bases de datos de las colecciones, agregando campos de
coordenadas geográficas e imágenes digitales para analizar la biodiversidad y
hacer proyecciones sobre las especies.
UNIBIO se conectará junto con las unidades de
otras áreas mediante un Portal de Biodiversidad y Ciencias Ambientales del
SIBA, que a su vez será parte de otro proyecto universitario llamado Sistema de
Información Digital (SIDI), el cual permitirá el acceso a todo el acervo que
existe en la UNAM, tanto de ciencias como de humanidades.
En ese sentido, la Universidad reformula sus
principios de hacer ciencia para lograr una mayor integridad, finalizó la
funcionaria.
Durante su participación, Antonio Lot, en
representación de los ex directores, recordó que en 1929, año de la autonomía
universitaria, emergió el nombre del IB como una de las primeras instituciones
de investigación científica de la Universidad Nacional.
Este día no sólo debemos celebrarlo por la edad
alcanzada, sino por la construcción de una entidad de gran abolengo en la que
se han formado numerosos investigadores; algunos, destacados líderes.
Lo que distingue al Instituto de otros centros
son los acervos de las mejores colecciones biológicas nacionales y su
especializada biblioteca, custodio de un resguardo importante y único de
documentos valiosos sobre la historia natural de México.
Manifestó que el manejo inteligente de la
información proveniente de los registros biológicos institucionales para dar servicio
a la sociedad, deja de ser un anhelo de la comunidad científica para
convertirse en una realidad, a través de la UNIBIO.
En la ceremonia también se anunció que el
IB adquirió un secuenciador de 16 capilares, el cual servirá de apoyo al
posgrado en Ciencias Biológicas, y se presentó el libro Iconografía y Estudio
de Plantas Acuáticas de la Ciudad de México y sus alrededores, obra
conmemorativa del aniversario.
-o0o-
PIES DE FOTO
FOTO 01
René Drucker,
coordinador de la Investigación Científica, saluda a los investigadores
eméritos Bernardo Villa y Teófilo Herrera, previo a la presentación del Sistema
de Informática para la Biodiversidad y el Ambiente que impulsa el Instituto de
Biología de la UNAM.
FOTO 02
Tila María Pérez,
René Drucker y Rosaura Ruiz durante la presentación del Sistema de Informática
para la Biodiversidad y el Ambiente que impulsa el Instituto de Biología de la
UNAM, en el 75 aniversario de su fundación.
FOTO 03
Antonio Lot, en
representación de los ex directores del Instituto de Biología de la UNAM,
recordó que esta entidad fue una de las primeras instituciones de investigación
científica de la Universidad.