Boletín UNAM-DGCS-836
Ciudad Universitaria
Pie de fotos al final del boletín
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Axel Didriksson, director del CESU, señaló
que deben contemplarse dentro de una estrategia global de política formativa
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Universidad y biblioteca componen una
simbiosis, indicó la investigadora Margarita Almada de Ascencio
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Participaron en la III Conferencia
Internacional sobre Bibliotecas Universitarias, efectuada en la UNAM
Es necesario propugnar por una
conducción de carácter social y educativo de las tecnologías de información y
comunicación, advirtió el director del Centro de Estudios Sobre la Universidad
(CESU), Axel Didriksson.
Al participar en la III Conferencia
Internacional sobre Bibliotecas Universitarias, celebrado en la UNAM, expuso
que estas herramientas se deben incluir en una estrategia global de política
formativa y no como un simple mecanismo de
modernización por la vía de la generalización técnica.
El especialista en temas de
educación superior, abundó que las decisiones deben ser rápidas para definir la
orientación que se requiere, y en las universidades debe ser sobre estructuras
y procesos académicos, organizacionales, de innovación y sociales, hacia la
multiculturalidad, equidad, igualdad y democratización.
En su ponencia “Universidad y
nuevas tecnologías de la información y
comunicación”, insistió en que su utilidad y fin no deben depender de una mera
ordenación productiva, sino de las decisiones sociales, educativas, económicas
y políticas que se tomen al respecto.
En el Teatro del Museo Universum,
Axel Didriksson detalló que el proceso de transición para determinar estos
instrumentos debe multiplicar la articulación de ambientes de aprendizaje,
donde el estudiante participe en forma indistinta, ya sea presencial, formal, a
distancia o a través de e-learning. Añadió que presentarlas como un proceso de
adecuación per se puede llevar a una generalización sin revolución educativa.
Por ello, dijo, se debe dar
prioridad a las estrategias académicas y curriculares de investigación y
difusión para calificar su incorporación, así como predeterminar que
conocimiento y formación tienen un valor social fundamental, por encima del
interés del mercado, del sector privado y del beneficio particular.
Los docentes e investigadores,
subrayó, tienen la palabra en relación con estos temas, porque el académico es
el primer sector de impacto por su papel y ubicación en el proceso de
producción y transferencia de saberes.
En su oportunidad, Virginia
Cano, del Queen Mary University College
del Reino Unido, comentó que la biblioteca ha sido considerada como un ágora
donde se generan ideas, en el marco del intercambio interpersonal y de
documentos.
Sin embargo, opinó que se ha
considerado a su versión digital como un archivo, donde no se contempla
relación con los usuarios. Por ello, aseveró, debe observarse como un espacio
de aprendizaje, donde puede personalizarse la atención ante las necesidades
educativas de los alumnos, a través de software con este tipo de base de datos.
Al respecto, Margarita Almada
de Ascencio, del Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas,
expuso que Universidad y biblioteca componen una simbiosis.
Así, continuó, el acervo
electrónico debe ir transformándose junto con la institución educativa y ser
apoyo decidido en su proceso de cambio, pues puede orientarse a ser un centro
independiente de formación, así como de
operación de procesos de educación a distancia y presenciales.
La Universidad, dijo, es un
ecosistema intelectual en donde sus actores son la comunidad y sus agentes el
Estado, la sociedad nacional e internacional. Su desarrollo dependerá del éxito
con el que se asimile y transfiera el conocimiento. Cualquier interferencia o
indiferencia al proceso de esta ecología de juegos restringe o disminuye el
cumplimiento de su misión, finalizó.
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PIES DE FOTO
Foto 01
Margarita Almada
de Ascencio al participar en la III Conferencia Internacional sobre Bibliotecas
Universitarias, en el Teatro Universum de la UNAM.
Foto 02
Axel Didriksson, director del CESU,
se refirió al tema de las nuevas tecnologías de la información y comunicación,
al participar en la III Conferencia Internacional sobre Bibliotecas
Universitarias.
Foto 03
Margarita Almada
de Ascencio, Axel Didriksson y Silvia González Marín, durante la III
Conferencia Internacional sobre Bibliotecas Universitarias.