11:00 hrs. Noviembre 11 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-825

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

OTORGAN A LUIS VILLORO DOCTORADO HONORIS CAUSA

 

·        La UAM confirió este grado al investigador emérito de la UNAM por su valiosa trayectoria  académica, aportaciones a la vida universitaria y al desarrollo de la ciencia en México; además de sus contribuciones al pensamiento filosófico

·        La Filosofía, aseguró el homenajeado, “no es una ciencia al lado de otras; se sitúa en el inicio y fin” de ellas y, sin embargo, ninguna disciplina puede existir sin ella

·        Fue investido por el rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana, Luis Mier y Terán Casanueva

 

El investigador emérito de la UNAM, Luis Villoro, recibió el Doctorado Honoris Causa por parte de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), por su valiosa trayectoria académica, sus aportaciones a la vida universitaria y al desarrollo de la ciencia en México, además de sus contribuciones al pensamiento filosófico, al ejercicio creativo, fecundo y generoso tanto en docencia como en formación de recursos humanos, en educación y cultura.

 

En la ceremonia donde fue investido con este grado por el rector general de la UAM, Luis Mier y Terán Casanueva, el homenajeado aseguró que la Filosofía “no es una ciencia al lado de otras; se sitúa en su inicio y fin” y sin embargo ninguna disciplina puede existir sin ella, pues “todo conocimiento nace de una pregunta y sólo puede desarrollarse si es conforme a la razón, si tiene sentido plantearla” y si puede dar lugar a algún saber.

 

Surge de la perplejidad ante el mundo que nos rodea y de la duda ante todo planteamiento que pretenda comprenderlo. Su condición no es la seguridad que dan nuestras explicaciones, sino la insatisfacción que incita a la interrogación permanente, añadió.

 

Tampoco es una doctrina, sino una actividad que pone en cuestión las aprendidas. Por eso, no es exclusiva de una profesión, está en toda actividad racional que lleve en su raíz el arte de cuestionar; puede surgir en cualquier curso de la vida, en cualquier ocupación, en todo hombre o mujer, explicó.

 

Tener una actitud en ese sentido consiste, así, en acceder a la reflexión, a “toda crítica frente a lo que se da por conocido, toda puesta en duda sobre lo incuestionado, toda voluntad de autenticidad y cambio, tanto en la vida personal como en el curso de la sociedad humana”, subrayó.

 

En su intervención, Luis Mier y Terán Casanueva, rector general de la UAM, destacó que el investido es un destacado investigador que nos ha servido “para conocer y reconocernos en esa unidad de lo diverso que es nuestro pasado, un tiempo siempre abierto para su reinterpretación y dispuesto, además, a polemizar con la convulsión del presente”.

 

Las constantes del trabajo del autor de Los grandes momentos del indigenismo en México, El proceso ideológico de la revolución de Independencia, El poder y el valor: fundamentos de una ética política y De la libertad a la comunidad, resaltó el funcionario, han sido el ser, conocimiento y sociedad, que bien podrían representar la agenda de las modernas instituciones del saber.

 

Luis Villoro argumentó que la Filosofía trata de enseñar también un arte de vida, el de no someterse sin cuestionar las convenciones vigentes; el de seguir el camino que dicta la propia verdad, sin plegarse a los engaños con que suelen disfrazarse los poderes existentes. Además, dijo, debe cumplir una función de resistencia ilustrada.

 

Siendo de esta forma, se preguntó ¿qué función puede cumplir en una universidad? Dicha institución, sustentó, depende de los recursos que recibe de los gobiernos, de la sociedad en su aceptación y participación comunitaria, del poder político en su sostenimiento desde el Estado. Desde sus orígenes fue instrumento, de la iglesia en unos tiempos, de los duques y príncipes en otros, de las clases burguesas, mercantiles y ligada a empresas ahora.

 

Sin embargo, se caracterizan también por la tensión entre la obediencia a los poderosos y la tendencia a escapar de ellos. “Entre todas las estructuras del poder, es la menos apta, la más díscola a obedecerlos”; esto en cualquier tipo de régimen, acotó.

 

Por eso es el campo donde es posible atender al amor a la sabiduría; al reconocer su valor alcanza la raíz de la educación superior que le está encomendada. También levanta ante la sociedad, la existencia del pensamiento crítico frente a las creencias aceptadas sin discusión. “Por eso –precisó– toda actitud filosófica, si es auténtica, puede estar, como la universidad misma, por encima del poder”.

 

Finalmente, Luis Villoro dijo recibir “esta honrosa distinción como un compromiso personal”: la de dar un testimonio permanente de su amor a la ciencia, pero también al conocimiento.

 

 

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FOTO 01

 

Luis Villoro, investigador emérito de la UNAM, recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Autónoma Metropolitana, por sus méritos académicos, aportaciones a la vida universitaria y al desarrollo de la ciencia en México.

 

 

FOTO 02

 

El rector general de la UAM, Luis Mier y Terán Casanueva, invistió al investigador emérito de la UNAM, Luis Villoro, con el Doctorado Honoris Causa.