11:00 hrs. Noviembre 9 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-818

Ciudad Universitaria

 

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FUNDAMENTAL, RECUPERAR Y REINTERPRETAR  EL PASADO: JUDIT BOKSER

 

·        La obra de Henrich Heine sigue vigente en nuestros días, destacó Judit Bokser, coordinadora del Programa de Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM

·        Se le rinde un homenaje por su vasta obra en donde critica al nacionalismo alemán

·        La UNAM y la Universidad Autónoma Metropolitana organizan un coloquio internacional en homenaje al poeta germano

 

La obra de Henrich Heine sigue vigente en nuestros días. Al igual que el poeta alemán, debemos recuperar y reinterpretar el pasado desde nuestro presente. Así, de una forma selectiva y diferente vamos construyendo una presencia del ayer en el aquí y ahora, destacó Judit Bokser, coordinadora del Programa de Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. 

 

Durante la inauguración del Coloquio Internacional Identidad, (in) tolerancia, ironía política y poética histórica en Henrich Heine, realizada en el Auditorio “Isabel y Ricardo Pozas” de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), abundó que el legado del escritor germano nos enseña que los análisis en diversos campos pueden enriquecerse mediante la rearticulación histórica.

 

La actualidad e importancia del bardo se pone de relieve al constatar que en Düsseldorf, Alemania, su ciudad natal, el Instituto Heine realiza una edición completa de su vasta producción.

 

En toda ella, el autor examina la conformación del nacionalismo alemán, al cual hace una serie de atinadas críticas. Así, desde esta óptica del pensamiento intolerante, de la identidad xenofóbica, Henrich Heine transitó a la lucha y denuncia de toda forma de opresión de culturas, minorías étnicas, raciales, de género o religiosas contenidas en sus libros y en la crítica a los totalitarios.

 

Judit Bokser resaltó –en el homenaje que le rinden las universidades Nacional Autónoma de México y Autónoma Metropolitana (UAM)– que este acto académico representa el deseo de superar las delimitaciones y las fronteras institucionales, disciplinarias, nacionales.  Es un evento de reflexión conjunta que lleva a pensar cuáles son las líneas temáticas que no soportan el yugo del orden y la organización del saber.

 

Por su parte, Eustache Kuvelakis, del King’s College, London, en su ponencia La relación de Heine con Walter Benjamin, apuntó que el autor abre una vía a la obra poética, y al mismo tiempo a la crítica consciente de los entrejuegos políticos, sin sacrificar la especificidad de la poesía; de esta manera propone una escritura estratégica cuyo blanco es hacer notar lo que dice la censura y el mercado. Así, logra comunicarse con su público.

 

Trata de construir a partir de las exigencias políticas del presente un lenguaje nuevo que pretende no descontextualizar. Así, la historia para el alemán se escribe en el presente a partir del derecho y las exigencias del momento, es decir, a partir de una decisión política que tiene como objetivo volver a apoderarse del pasado. Con ello busca entenderlo y salvarlo, restituyendo así la historia y dándole todas las posibilidades de emancipación que contiene, anotó.

 

Retomando a Henrich Heine, subrayó: “La decisión política no es buena fuera de la historia, es una apuesta sobre las posibilidades concretas del presente y ella misma depende de condiciones preexistentes”.

 

La historia consideraba el teutón,  dijo, no es la marcha hacia el progreso o hacia la garantía de la redención. Es un campo de capacidades que la política estructura y permite compartir.

 

Por su parte, Jacques Gabayet, de la UAM, destacó que en la actualidad hay escasez de mohicanos como Henrich Heine, que quieran defender principios y valores universales de respeto y creación conjunta.

 

Recordó que su obra se mueve y comprende sólo si se toma en cuenta que sus problemas de identidad fueron la base o el corazón de su camino como hombre y como poeta. Nació en una familia judía que ensayó la asimilación en la sociedad alemana de finales del siglo XVIII y principios del XIX.

 

Fue tocado en lo más profundo de su identidad por la imposibilidad de pertenecer a un pueblo que estaba creando un nacionalismo intolerante como el alemán. Fue un militante que buscó la libertad, el respeto a las diferencias debido a su propio origen que le permitió una lectura universal, refirió.

 

Se caracterizó por su crítica a proyectos totalitarios, el amor a la diferencia, a la vida, el retorno a la mística hebrea y por su gusto a la existencia, concluyó.

 

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Foto 01

La obra de Henrich Heine sigue vigente. Al igual que el poeta alemán, debemos recuperar y reinterpretar el pasado desde nuestro presente, destacó Judit Bokser, coordinadora del Programa de Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. 

 

Foto 02

Eustache Kuvelakis, del King’s College, London, apuntó que Heinrich Heine abre una vía a la obra poética y, al mismo tiempo, a la crítica consciente de los entrejuegos políticos, sin sacrificar la especificidad de la poesía.