16:00 hrs. Noviembre 5 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-807

Ciudad Universitaria

 

 

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EL FACTOR RELIGIOSO, FUNDAMENTAL EN LAS ELECCIONES NORTEAMERICANAS

 

·        El miedo de los estadounidenses a raíz del ataque del 11 de septiembre fue central para un regreso a los valores y a una espiritualidad: coinciden especialistas de la UNAM

·        Con este triunfo inicia una debacle para el Partido Demócrata: José Luis Valdés-Ugalde

·        Las posiciones extremas de los dos candidatos fueron lo que provocó la alta participación electoral

·        Los comicios del pasado 2 de noviembre son la consolidación de una revolución neoconservadora

 

El factor religioso fue fundamental para el éxito del presidente Bush en las recientes elecciones en Estados Unidos; a éste se vinculan los valores y el miedo que produjo al ataque sufrido el 11 de septiembre de 2001, señaló José Luis Valdés-Ugalde, director del Centro de Investigación Sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM.

 

Lo anterior fue expuesto durante la mesa redonda “El resultado electoral en Estados Unidos 2004. ¿Crisis de gobernabilidad?”, realizada en el  Auditorio “Mario de la Cueva” de la Torre II de Humanidades.

 

El ataque que sufrió Estados Unidos produjo en los estadounidenses una sensación de fragilidad y exposición con respecto al exterior; esto provocó que la sociedad recurriera a los referentes tradicionales, a los valores morales que han dominado el imaginario colectivo.

 

Los norteamericanos se identificaron con un presidente al que reconocían porque era un creyente profundo, no sólo de Dios, sino de sus ideales; era coherente con lo que pensaba. Es decir, George W. Bush siempre siguió su política, independientemente de si era correcta o no.

 

De esta manera destaca la diferencia que hay entre una sociedad de un país desarrollado como Estados Unidos, de otras como Francia o Alemania, cuyos electores votan con el interés económico de por medio y nunca por la seguridad o la defensa.

 

Por otro lado, subrayó que con este triunfo inicia una debacle para el Partido Demócrata, que al mismo tiempo es la capitalización de un desastre ya anunciado. Los ciudadanos no olvidaron la importancia de los valores tradicionales y determinaron la elección.

 

Por su parte, Paz Consuelo Márquez-Padilla, del CISAN, destacó que estos comicios son la consolidación de una revolución neoconservadora. El presidente republicano fue reelecto con el mayor número de votos populares: obtuvo 274 del Colegio Electoral contra 252 de Kerry. Le ganó por más de tres millones de sufragios aproximadamente. Obteniendo así el mayor número de respaldo en la historia de los Estados Unidos.

 

Estos datos, dijo, son leídos como una autorización para seguir en el camino establecido. La percepción es que el pueblo estuvo de acuerdo con sus políticas tanto internas como exteriores.

 

Se expresó una profunda división de la sociedad norteamericana. Las dos posiciones de los candidatos se fueron a los extremos. La población se dividió en 51 por ciento conservadora y 48 liberal, aseguró.

 

Así, resaltó que esta victoria no se logró conforme a uno de los tradicionales axiomas de la política electoral debido al buen o mal estado de la economía. Tampoco se decidió por que se haya percibido una situación de crisis durante la cual los estadounidenses acostumbran cerrar filas detrás de su presidente. A pesar de ser un país en guerra, esta no fue la principal causa de la decisión electoral.

 

Su motor, reveló, fue algo más profundo: una preocupación por los llamados valores estadounidenses, asuntos sociales que hicieron que los ciudadanos salieran a sufragar. Las posiciones extremas fueron lo que provocó la alta demanda electoral.

 

Por su parte José Luis Orozco, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, apuntó que el miedo fue uno de los principales factores que provocó la elección de George W. Bush; no es algo nuevo. En la historia de los EU un gran número de elecciones ha sido definida por la histeria, que se puede encontrar desde los comienzos de la república.

 

En este sentido, el voto que le dio la victoria fue de la manipulación mediática. La falta de planteamientos, de alternativas serias en el sistema da a entender la forma en la cual los medios controlaron la jornada. También es una aceptación del llamado gozo armamentista.

 

Además, permite ver que el proceso de globalización entra en una nueva fase. Es una mononacionalización, con la expansión de un solo modelo nacional, que hará que las diferencias, incluso las europeas, tengan poco valor.

 

Esto nos lleva al gran resultado de estas elecciones. El viraje que se da de la elasticidad pragmática que caracterizó al sistema político norteamericano desde sus inicios por más de dos siglos, a la rigidez dogmática, que en su momento puede ser abiertamente imperial.

 

En su oportunidad, Manuel Chávez, de la Universidad del estado de Michigan, subrayó que el escenario de Estados Unidos representa la tensión y divisiones de la elite  política.

 

En cuanto al electorado, abundó, se mantiene relativamente cercano a la media promedio en cuanto a la opinión, prioridades, intereses y preferencias. La llamada polarización se da en temas que han divido a la población desde 1970, como el aborto y los derechos en torno a los matrimonios gays. Pero no son tan profundos en la mayoría de los temas nacionales.

 

 

 

En los últimos años la intensa competencia política ha provocado tácticas para atraer a los indecisos. La estrategia usada por la elite política integrada por líderes de opinión (medios, políticos y partidos), presentan una posición ideológica que sugiere la existencia de un país con fragmentaciones  significativas, consideró.

 

Pero a pesar de que esa nación atraviesa un periodo de división ideológica, no significa que haya un problema de gobernabilidad y menos, de separación y  polarización de los votantes, finalizó.

 

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Foto 01

 

Manuel Chávez, José Luis Valdés-Ugalde, César Pérez-Espinosa, Paz Consuelo Márquez-Padilla  y José Luis Orozco Alcántar, coincidieron en señalar que el factor religioso fue fundamental en las recientes elecciones en Estados Unidos.

 

Foto02

 

José Luis Valdés-Ugalde, del CISAN, resaltó los estados de la Unión Americana donde Bush obtuvo ventaja en las recientes elecciones presidenciales. (A su derecha César Pérez-Espinosa, del CISAN).