18:00 hrs. Octubre 26 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-775

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de foto al final del boletín

 

EN MÉXICO, LATENTE EL RIESGO DE DESENCANTO POR LA DEMOCRACIA: DIEGO VALADÉS

 

·        Si nuestro país no avanza en la edificación de un sistema representativo sólido, todo lo que hemos construido será necesariamente precario y perentorio, afirmó el director del IIJ

·        Luis Carlos Ugalde, consejero presidente del IFE, expuso que su legitimidad es vulnerable cuando los gobiernos son ineficaces o las disputas políticas parecen constantemente irresueltas

·        El magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Eloy Fuentes Cerda, participó también en el Seminario Internacional “El pensamiento jurídico y político de Norberto Bobbio”

 

En México está latente el riesgo de desencanto por la democracia. Si en nuestro país “no se avanza en la edificación de un sistema representativo sólido, si no fortalecemos a los partidos y al Congreso, si no se da respetabilidad a las instituciones ni se genera una vocación general de acatamiento de la ley, entonces todo lo que hemos construido será precario y perentorio”, afirmó Diego Valadés.

 

El director del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM consideró que la inercia democrática es más inestable que la autoritaria, y cuando se abandona el ejercicio de nuestros derechos sobrevienen episodios indeseables de recaídas arbitrarias. De ese modo, todas las sociedades hacen frente al reto de mantener renovado el pensamiento, actualizadas las entidades,  y de sostener los procesos democráticos.

En la mesa inaugural del Seminario internacional “El pensamiento jurídico y político de Norberto Bobbio”, organizado por esa dependencia universitaria, el Instituto Federal Electoral (IFE), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y Siglo XXI Editores, expuso que la democracia electoral llegó a México después de una larga serie de esfuerzos, acumulados a lo largo de generaciones.

 

Sin embargo, “no hemos procedido todavía a la consolidación de la democracia institucional, porque no hemos abordado uno de sus elementos clave: el desarrollo del sistema representativo, es decir, un entramado de partidos y un Congreso funcional”.

 

Diego Valadés recordó que según una encuesta realizada por el IIJ, los niveles de confianza están en uno de los umbrales más bajos que se puedan registrar en una sociedad moderna: 55 por ciento declaró desconfiar en las demás personas. La percepción hacia las instituciones no es favorable.

 

Retomar el camino del restablecimiento de la confianza requerirá de un gran esfuerzo, el cual sólo se puede emprender a partir de una revisión seria de las ideas políticas y jurídicas que contribuyan a encontrar los elementos para consolidar este régimen, aseveró.

 

En tanto, Luis Carlos Ugalde, consejero presidente del IFE, expuso que la legitimidad de la democracia está en riesgo cuando los  gobiernos son ineficaces o las disputas políticas parecen constantemente irresueltas. Por eso, requiere de un desarrollo institucional que haga compatible la representación de la pluralidad con la eficiencia en la gobernación.

 

La construcción de un régimen democrático no se agota, a pesar de su importancia, en los procedimientos para elegir gobernantes. Se necesitan fórmulas para evitar que los intereses diversos se bloqueen entre sí; aunque, “sin elecciones libres todas las demás libertades quedan en riesgo y el poder acaba por beneficiar sólo a unos cuantos”.

 

Como conjunto de reglas para resolver la competencia por el poder político este sistema es un asunto central en el pensamiento de Norberto Bobbio. “Ese es el primer paso que debe mantenerse sólido: el consenso que garantiza un mecanismo claro para tomar decisiones, los votos como indicador para distribuir la autoridad pública, no la violencia ni los indicadores de las encuestas”, añadió el consejero.

 

El régimen político debe servir para mejorar la convivencia, la calidad de vida y las oportunidades de las personas, pero no se puede olvidar que antes, la democracia soluciona la disputa por el poder. En México, aseguró, hoy se compite a través de los votos y eso debe continuar así.

 

No obstante, están ahí las promesas incumplidas. En ese sistema Norberto Bobbio observa algunas características negativas: de forma cotidiana se presentan fenómenos como la subordinación de individuos a grupos organizados que luchan por intereses particulares en detrimento de la representación política general; o la ingobernabilidad derivada de la incapacidad de las autoridades para procesar el conflicto y las demandas nacionales.

 

“Hemos visto que los resultados son insuficientes. Muchas veces existe, incluso, la tentación y falso dilema de optar por un régimen autoritario si hipotéticamente fuese capaz de resolver los problemas económicos. Pero eso es –acotó–, un falso dilema”.

 

A su vez, Eloy Fuentes Cerda, magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, refirió que el pensador italiano es uno de los más grandes filósofos del derecho y la política contemporánea. Fue un profundo conocedor del siglo XX y ha dejado uno de los legados más fructíferos y esclarecedores de las luchas y esfuerzos de esta época.

 

Su obra respondió a los eventos y procesos más decisivos que definieron la vida política de la humanidad en los últimos 100 años. Sus trabajos y pensamiento, recogidos en multiplicidad de publicaciones, permanecerá en el tiempo y espacio de la cultura jurídico-política universal, orientando a las nuevas generaciones de politólogos, académicos e investigadores sociales.

 

El pensador mantuvo la defensa del diálogo, incluso bajo circunstancias y contextos que no siempre fueron propicios para el desarrollo democrático. En este sentido, se debe recordar su integridad e independencia intelectual y su disposición para razonar con el adversario ideológico, sostuvo.

 

Por último, José María Castro, de la editorial Siglo XXI, manifestó que Norberto Bobbio es uno de los autores esenciales del siglo pasado, cuya vasta reflexión y producción intelectual en el campo del derecho y la política, se hace patente en una bibliografía cercana a tres mil títulos entre libros, ensayos, cursos, artículos reseñas y entrevistas.

 

Fue un pensador de la política. Elaboró ideas y discutió problemas. Además, se reconoció como un profesor. Solía decir: “Para decidir es necesario pensar y para pensar es condición aprender”, concluyó.

 

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FOTO 1

José María Castro, Eloy Fuentes, Diego Valadés y Luis Carlos Ugalde participaron en el Seminario internacional “El pensamiento jurídico y político de Norberto Bobbio”, organizado por el IIJ de la UNAM, IFE, TEPJF y Siglo XXI Editores.

 

FOTO 2

Eloy Fuentes Cerda, magistrado presidente del TEPJF; Diego Valadés, director del IIJ de la UNAM, y Luis Carlos Ugalde, consejero presidente del IFE, hablaron sobre el pensador italiano Norberto Bobbio.