11:00 hrs. Octubre 15 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-745

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

RECREA LA ARQUITECTURA LOS GRANDES TEMAS DE LA CULTURA UNIVERSAL

 

·        Para el bogotano Rogelio Salmona es tan deudora de lo cotidiano como de lo más espiritual del arte

·        El proyectista dictó una conferencia magistral en el marco del Primer Coloquio Nacional de Teoría de la Arquitectura, organizado por la FA de la UNAM

 

La arquitectura contribuye a solucionar los pequeños problemas del hombre  y se encarga, al mismo tiempo, de los grandes temas de la civilización y las magnas obras de la cultura universal, afirmó el arquitecto bogotano Rogelio Salmona.

 

Esta actividad profesional es tan deudora de lo cotidiano como de lo más espiritual del arte, agregó Salmona, uno de los profesionales más destacados de América Latina.

 

La arquitectura es un acto de rememoración, es continuar en el tiempo lo que otros han, a su vez, recreado. Constituye un acto profundamente culto, pues no se solaza lo desconocido. Se encuentra entre el sueño y la realidad, recalcó el proyectista.

 

Al dictar una conferencia magistral en el marco del Primer Coloquio Nacional de Teoría de la Arquitectura, organizado por la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM, Rogelio Salmona comentó que esta disciplina es la mirada que recorre con rigor y entusiasmo las cosas nimias de la vida; que sublima y resuelve bien la normalidad.

 

Conviene, dijo, mirar atrás antes de dar un paso hacia delante. Sería desconocer los grandes conjuntos abiertos prehispánicos, la sutileza de la arquitectura colonial, la riqueza del mestizaje, la sencillez de la arquitectura popular y las innovaciones y causa social de la moderna”.

 

La memoria ayuda a encontrar el camino a la poesía, a descubrir que es posible y necesario componer con material, pero también con luz y penumbra, con humedad, transparencias y sesgos, para lograr una espacialidad idónea para los sentidos.

 

Premio Nacional de Arquitectura 1990, Rogelio Salmona afirmó que la armonía, sorpresa y encuentro también la conforman y esa es su profunda poética. La mejor es aquella que transforma sin modificar y que se descubre lentamente con emoción.

 

Así son, dijo el bogotano, los espacios abiertos de América Latina, plenos de silencio, levantados para enriquecernos, que fracturan la composición al buscar el acontecimiento, y al anunciar el lugar, forman signos y obligan a activar los sentidos. Son espacios evocadores que crean la atmósfera  de cada lugar y son un pálpito.

 

Su conocimiento es fruto de una continua búsqueda teórica; un trabajo por el cual se trata de capturar, sin lograrlo, el sueño del hombre por edificar su lugar. Por su complejidad no es solamente un hecho estético.

 

En el Teatro “Carlos Lazo” de la FA, Salmona sentenció: la arquitectura se vive, se habita. Sensaciones visibles, auditivas, olfativas y táctiles se perciben cuando nos movemos en sus espacios. Son rincones, como diría Gastón Bachelard, que conservan los recuerdos y las emociones del mundo.

 

“Lo que he buscado, a través de diversas experiencias arquitectónicas, particularmente las prehispánicas, es acercarme al problema del límite, porque en esa disposición ceremonial y cósmica encuentro una vivencia que me permite entender mejor su relación con el universo”, señaló.

 

Recordó que en los últimos proyectos ha tratado de encontrar ese límite en la espacialidad, que puede ser el cielo, el infinito, el horizonte, una repentina luminosidad, un reflejo, un cambio de atmósfera, una transparencia, pero a partir de esa frontera aparece o se sugiere otro elemento después de uno más, y así sucesivamente.

 

Entre arquitectura y universo, precisó, la línea es virtual, pero se hace patente en un momento en que la naturaleza incide sobre ella, es como un lugar indecible que sólo se puede reconocer en el habitar y en el recorrido.

 

La real posesión y apropiación de las estructuras permite que andar en él no sea un simple acortar distancia, sino descubrir elementos que se vuelven mudos a la hora de explicarlos y sólo hablan cuando se habita esa dimensión, puntualizó.

 

Cómo transmitir a través de un hecho arquitectónico concreto esas evocaciones, esos instantes capturados en una experiencia personal que los otros no conocen y, por lo tanto, sin tomar en cuenta a la hora de aproximarse a la obra.

 

Eso, afirmó Salmona, es lo difícil: darle al cuerpo a esa afectividad y sobre todo, que otros se conmuevan sin tener noticias de la conmoción anterior. En este trayecto, a medida que uno avanza, se vuelve más exigente. Cada vez quiere más elementos enriquecedores de la espacialidad, porque ese es el proceso permanente del afinamiento y de mejoramiento del “saber hacer”, concluyó.

 

-o0o- 


PIES DE FOTO

 

FOTO 01

 

La arquitectura contribuye a solucionar los pequeños problemas del hombre y se encarga de las magnas obras de la cultura universal, afirmó en la UNAM el arquitecto bogotano Rogelio Salmona.

 

 

FOTO 02

 

El arquitecto bogotano Rogelio Salmona dictó una conferencia magistral en el Primer Coloquio Nacional de Teoría de la Arquitectura, organizado por la Facultad de Arquitectura de la UNAM.