06:00 hrs. Octubre 09 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-721

Ciudad Universitaria

 

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El CORREO SIGUE SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN ÚTIL, SEGURO Y EFECTIVO

 

 

 

A pesar de su antigüedad el correo sigue siendo un medio de comunicación útil, seguro y efectivo, como se comprueba con el hecho de que el movimiento de correspondencia en México ascendió a 684.5 millones de piezas el año pasado. De manera paralela, crece año con año el total de usuarios de Internet en México, quienes tienen la opción de acceder al correo electrónico, los cuales se estiman en casi 15 millones para el cierre del 2004.

 

De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), basados en una encuesta, el 88 por ciento de los usuarios usa la red para leer y enviar correos electrónicos y un 61 por ciento para chatear. En promedio, se consultan tres cuentas de correo por persona.

 

Sin embargo, de acuerdo con especialistas de la Dirección General de Servicios de Cómputo Académico (DGSCA) de la UNAM, hay usuarios de la red que empiezan a perder seriamente la confianza en este sistema debido al spam, que se basa en el envío de millones de mensajes no solicitados, principalmente de naturaleza comercial, que generan más del 50 por ciento de la información recibida en una cuenta.

 

Lourdes Velázquez Pastrana, directora de Telecomunicaciones de la DGSCA, expuso que en el medio laboral el correo electrónico ha sido una herramienta útil, no obstante, opinó que el correo tradicional es un mecanismo indispensable, porque hoy por hoy existen documentos que no pueden ser enviados a través del soporte electrónico.

 

Así, la población recibe sus cobros de luz, agua, teléfono y otros servicios por vía tradicional, así como cuentas bancarias, entre muchos otros, recalcó.

 

Ante su importancia, se fijó como “Día Mundial del Correo” el 9 de octubre. En el país, al cierre del año 2003, el Servicio Postal Mexicano (Sepomex) registró un movimiento de correspondencia de 684.5 millones de piezas.

 

Los productos postales –entre ellos las cartas- suman 31.9 millones; las estampillas filatélicas, 1.6 millones; el franqueo y porte pagado, 596.4 millones; mensajería y paquetería, 2.8 millones; el servicio internacional, 33.3 millones, y las franquicias, 18.2 millones.

 

Hasta junio de 2004, Sepomex cuenta con mil 560 oficinas propias, 30 mil 801 puntos de servicio con terceros, 863 ventanillas y 54 centros de clasificación. Registra 9 mil 267 carteros; 5 mil 127 auxiliares postales; 3 mil 169 empleados de confianza y dos mil de otro tipo. Tiene dos mil 818 rutas y 396 circuitos, 23 mil 428 buzones tradicionales y dos mil expresos.

 

De acuerdo con información de ese organismo, correo viene de correr y se remonta a épocas en que los portadores de nuevas eran verdaderos atletas, dedicados a llevar y traer noticias y documentos para la nobleza, casta sacerdotal y para los militares. Sin embargo, advierte la institución, no es posible ofrecer datos concretos sobre los orígenes del correo, porque todo lo que se dijera al respecto sería  basado más en la tradición y la leyenda que en hechos concretos.

La institución del sistema de correos y en especial el surgimiento y establecimiento de las “postas” que marcaron los inicios de la prestación misma del servicio, aparecen en Europa, de manera incipiente, a fines del siglo XIV y principios del XV.

 

El término “postal”, utilizado por todos los servicios de correos del mundo, tiene su origen en el uso generalizado del caballo como medio de transporte indispensable para el traslado de la correspondencia de una ciudad a otra. En el recorrido de esas distancias, se encontraban las postas, lugares donde estaban a disposición de los jinetes y carruajes, cabalgaduras frescas para continuar la jornada.

 

Al paso del tiempo, con el crecimiento de la demanda, de manera paralela aparecieron pequeños mesones u hosterías donde se podía tomar alimentos y pernoctar, además de convertirse en lugares propicios para entregar y recibir correspondencia. De ahí, los títulos de “Correo Mayor de Hostes y Postas” que fueron dados a las personas que ejercían esta función.

 

Hablar del correo como se entiende en la actualidad, se puede considerar a partir del siglo XV y XVI, cuando el emperador Maximiliano I de Alemania, nombró a Francisco Gabriel Tassis, Conde de Valsanima, “Maestro Mayor de Hostes, Postas y Correos de todos mis reinos y señoríos”.

 

Por su parte, el integrante del Instituto de Investigaciones Históricas (IIH) de la UNAM, José Rubén Romero, señaló que en el México prehispánico las formas de comunicación se daban vía oral, principalmente en lengua náhuatl, y se hacían recorridos a través de caminos angostos o rutas.

 

Explicó que para transmitir mensajes importantes, se elaboraban pictogramas en lienzos o papel de amate. Así, es posible que existieran distintos relevos para transmitir información cuando ésta era de importancia.

 

En su oportunidad, el investigador Miguel Pastrana Flores, del IIH indicó que el sistema de información y comunicación en el México prehispánico era del Estado. Se utilizaba para la administración central, los grupos de poder y el comercio, principalmente.

En aquella época, recordó, el grupo mexica era el más poderoso y contaba con un registro de poblaciones bajo su control, a las que imponía cargas tributarias.

 

Coincidió en que la comunicación era principalmente oral, pero cuando un funcionario de alto nivel la pedía en forma detallada, se enviaba a un pintor de códices (tlacuillo), quien hacía un registro gráfico de los personajes y acontecimientos.

 

Sepomex señala que una vez iniciada la conquista, durante un periodo de 59 años, en el recién establecido Virreinato de la Nueva España, no existió la institución del correo como tal y todo se manejaba a partir de mensajeros particulares, oficio que recaía principalmente en miembros del ejército.

 

Es realmente durante la época del virreinato, cuando el rey Felipe II mediante un decreto expedido el 31 de mayo de 1579 en el Palacio de Aranjuez, nombra “Correo Mayor de Hostas y Postas de Nueva España” a don Martín de Olivares.

 

El correo novohispano en sus inicios, concebido como una empresa privada, considerado como un oficio “vendible y renunciable” permanece por espacio de 187 años en manos de particulares. Con la instauración de las reformas Borbónicas en todo el imperio español, el servicio, que hasta entonces estaba concesionado sobre la base de Mercedes Reales, pasa a ser una función  prioritaria de la Corona Española y toca a Don Antonio Méndez Prieto y Fernández, último Correo Mayor, entregar al Estado, el 1º de julio de 1766, el oficio.

 

Durante todo el periodo de La Colonia, el sistema de correos se va implantando a lo largo de la Nueva España y se establecen las primeras rutas postales, siguiendo las originales de los caminos reales. Las ordenanzas de correos de 1762, establecieron el uso de los “buzones”, puestos en todas las veredas de las diferentes rutas postales y consignan, por primera vez en su historia, la figura del cartero.

 

Durante la Guerra de Independencia, el correo jugó un papel  primordial. Para ese entonces, la red postal, tan solo en el año de 1801, movió un millón cien mil piezas. En las valijas postales, a pie, a caballo o en carretera, viajaron por todo el territorio, de manera escrita, los sentimientos de libertad y los planes de conspiración que dieron origen al México independiente.

 

En el gobierno del presidente Ignacio Comonfort, se estableció  mediante decreto del 21 de febrero de 1856, la impresión de las primeras estampillas postales, mostrando la efigie de don Miguel Hidalgo y Costilla.

 

El 17 de febrero de 1907, el Presidente Porfirio Díaz inauguró lo que sería la “Quinta Casa de Correos”, conocida también como Palacio Postal, sede del correo, en la calle de Tacuba número 1.

 

Por decreto presidencial publicado  en el Diario Oficial el 20 de agosto de 1986, se crea el organismo descentralizado denominado Servicio Postal Mexicano, como respuesta a la necesidad de modernizar las prácticas operativas y administrativas en busca de una mayor  productividad en la prestación de los servicios de comunicación.

 

 

El correo electrónico

Otros fenómenos negativos del correo electrónico son las intrusiones en sistemas, virus y Phishing Scams. Este último ha proliferado desde hace aproximadamente año y medio como una forma de engaño y estafa, dirigida al usuario final, la cual proviene, por lo general, de una supuesta dirección conocida y solicita actualización de datos de un banco, una tienda en línea, o una institución, además de datos confidenciales.

 

Esta técnica está basada en la ingeniería social y usa métodos tradicionales para generar confianza y mediante una cadena de prestigio, obtener información crítica y personal.

 

Por otra parte, una reciente publicación de la DGSCA revela que la economía de la industria del spam es formidable: se basa en el envío de millones de mensajes con un costo prácticamente nulo, no requiere conocimientos profundos de cómputo, se puede hacer en el tiempo libre, en muchos países no genera un riesgo de represión o detenciones, y basta con que unos cuantos de los destinatarios hagan las compras o caigan en los engaños para volverlo sumamente lucrativo.

En entrevista, la directora de Telecomunicaciones de la DGSCA, Lourdes Velázquez Pastrana, señaló que existen organizaciones que se dedican al engaño de los usuarios y al robo de información, y esto último puede ser considerado como “una forma de terrorismo”.

 

Uno de los métodos de engaño son los supuestos premios que obtiene el poseedor de una cuenta de correo electrónico, reveló. El objetivo de los defraudadores es que  las personas divulguen sus cuentas bancarias u otra información crucial y confidencial.

 

Consideró que existe el riesgo de fraude. Sin embargo, aclaró que hay dos formas de lidiar con esta actividad: en primer lugar, utilizando tecnologías donde se apliquen filtros y software antispam en los servidores centrales o en las PC, y en segundo lugar, generando las leyes necesarias contra el spam.

 

En cuanto a las compras o pagos por Internet, indicó que la desconfianza surge porque muchas empresas no se protegen para evitar que la información sea robada, pero aclaró que muchas otras, particularmente las financieras, utilizan muchos métodos de garantía.

 

Advirtió que el correo electrónico es negativo si el usuario no toma las medidas suficientes de seguridad. Así, recomendó que las compras cibernéticas se realicen cuando exista plena certeza de la solidez de una empresa.

 

Otro problema es que los correos pueden ser únicamente el portal para generar virus en la computadora. Los llamados hackers buscan el robo de información o dañar la operación de todo un sistema. “Lo llamo un tipo de terrorismo”, añadió.

 

Resaltó que el surgimiento de esta industria de ataque, también ha llevado a la creación de una paralela, que es la de la protección. Una muestra de ello son los elementos antivirus, pero insistió en que es necesaria la educación a los cibernautas.

 

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FOTO 01

La directora de Telecomunicaciones de la DGSCA de la UNAM, Lourdes Velázquez Pastrana, señaló los peligros para los usuarios del correo electrónico, quienes pierden la confianza en este medio.

 

FOTO 02

Lourdes Velázquez Pastrana, de la DGSCA de la UNAM, aseveró que las intrusiones, virus y Phishings Scams son fenómenos negativos que desalientan el comercio vía Internet.