06:00 hrs. Octubre 08 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-718

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

LAGUNAS JURÍDICAS PROPICIAN EL INCREMENTO DEL SECUESTRO EN MÉXICO

 

·        René Jiménez, del Instituto de Investigaciones Sociales, dijo que el año pasado se cometieron en nuestro país mil 200 de esos ilícitos con alto impacto

·        La sociedad ha comenzado a tener casos abominables, como el secuestro, que es la indignidad total: Carlos Perea, de la Universidad Nacional de Colombia

·        María Elena Morera, presidenta de México Unido contra la Delincuencia, afirmó que la participación ciudadana es la única forma de cambiar al país

 

Las lagunas jurídicas, el manejo de penas mínimas, el incremento en el consumo de drogas, la complicidad de los cuerpos policiacos y el fracaso en la prevención y combate de delitos del fuero común han propiciado el incremento del secuestro en nuestro país en los últimos, años, aseguró René Jiménez Ornelas, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.

 

Subrayó que delitos del fuero común, como robo a transeúntes, de vehículos y asaltos bancarios, han provocado que los responsables escalen a otros más redituables como el plagio, que ha florecido y se comete con mayor frecuencia y violencia.

 

Al participar en la mesa “El secuestro en las relaciones sociales de México”, el coordinador de la Unidad de Análisis sobre Violencia Social  del propio Instituto indicó que según cifras oficiales, en el 2003 se cometieron en nuestro país mil 200 secuestros de alto impacto, es decir, cuando la víctima es asesinada, mutilada o se paga como rescate cifras elevadas.

 

Sin embargo, en 2004 los delincuentes se enfocan a otro tipo de sujetos, optan por su apariencia: que porte un traje, reloj o auto de buena calidad, independientemente de si ello es sinónimo de una situación económica elevada.

 

Ello provoca que en 48 por ciento de los secuestros en los que ha intervenido la Procuraduría General de la República la edad de las víctimas oscile entre 16 y 30 años; 22 por ciento entre 31 y 44; 12 por ciento de 45 a 60, 10 por ciento de 0 a 15, y 8 por ciento más de 61.

 

Además, los sectores más afectados por las bandas de plagiarios son los estudiantes con el 29 por ciento de víctimas entre 2001 y 2004, seguidos por los pequeños comerciantes con 23 por ciento.

 

Comentó que si bien en los últimos tres años este índice en el país disminuyó de forma drástica, en la Zona Metropolitana se incrementó 167 por ciento, por lo que los delincuentes tuvieron que emplear casas de seguridad rentadas en municipios del Estado de México, involucrando a gente que actuó de buena fe.

 

Respecto a las lagunas jurídicas en la materia, Jiménez Ornelas recordó que hasta fines del año pasado el secuestro exprés no era considerado legalmente como tal sino como robo calificado; es decir, el responsable tenía la posibilidad de no ingresar a la cárcel.

 

Asimismo, las entidades federativas no les dan el mismo trato, sino penas máximas y mínimas variables. Por ello, es indispensable homologar los códigos penales en los estados y quitar los obstáculos que impidan el  combate a este delito. El manejo de las infracciones menores también permite cierta impunidad, que le da al infractor la alternativa de quedar libre.

 

Insistió en que el hecho de no tener una acción integral por parte de la inteligencia policiaca permite que quienes no son detenidos integren sus propias bandas y células con mayor lujo de violencia y de acción premeditada.

 

En la industria del secuestro participan familiares y conocidos de las víctimas, e incluso policías en activo. La colaboración de estos últimos no sólo es como informantes o protectores, sino en la ejecución del delito.

 

Por su parte, Carlos Perea Restrepo, de la Universidad Nacional de Colombia, comentó que la sociedad contemporánea está inmersa en el crimen; hay un consenso en torno a este problema como el más sentido, urgente y que mayores preocupaciones le genera. Incluso, algunas encuestas mundiales revelan que la población está más alarmada que sobre desempleo y pobreza.

 

“Hoy no hay proyecto de sociedad que no pase necesariamente por intentar eliminar la delincuencia. Los políticos y las campañas electorales hacen referencia a ello”.

 

La colectividad ha comenzado a tener situaciones abominables, no sólo el homicidio que ha cobrado nuevas formas de expresión, sino el secuestro, que es la indignidad total.

 

En México tiene una presencia compleja, por un lado se ha incrementado en el norte del país, y por el otro es impresionante que en los últimos 20 años 60 por ciento de los municipios disminuyeron sus índices delictivos.

 

A su vez, la presidenta de México Unido contra la Delincuencia, María Elena Morera, afirmó que la participación ciudadana es la única forma de cambiar nuestro país.

 

“México Unido ve la lucha contra el secuestro como algo integral. Estamos en contra de la impunidad jurídica, por lo que como ciudadanos tenemos que denunciar, así como mejorar las fuerzas policiacas, el ministerio público y lograr una mejor justicia para todos”, finalizó.

 

– o0o –

Foto 1

Carlos Perea, María Elena Morera, Sergio Zermeño y René Jiménez Ornelas hablaron de “El secuestro en las relaciones sociales de México”, en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

 

Foto 2

René Jiménez Ornelas, del IIS de la UNAM, dijo que delitos del fuero común, como robo a transeúntes y asaltos bancarios, han provocado que los responsables escalen a otros más redituables como el plagio.

 

Foto 3

La presidenta de México Unido contra la Delincuencia, María Elena Morera, se dijo en contra de la impunidad jurídica, y llamó a mejorar las fuerzas policiacas y el ministerio público para combatir el delito.