Boletín UNAM-DGCS-712
Palacio de Minería
Pies de
foto al final del boletin
DICTA CONFERENCIA MAGISTRAL EL DALAI LAMA EN LA UNAM
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Fue recibido en el Palacio de Minería por el
rector Juan Ramón de la Fuente y un grupo de estudiantes, quienes le regalaron
flores y una carta
· Tenzin Gyatzo señaló que la actual generación es la de la esperanza
· El rector le dio la bienvenida en este recinto y le entregó la medalla conmemorativa del 450 aniversario de la Universidad Nacional
Ante miembros de la comunidad
universitaria, el XIV Dalai Lama, Tenzin Gyatzo, dictó una conferencia
magistral en la que afirmó que la actual generación es la de la esperanza,
porque toda la humanidad ha puesto sus expectativas en ella.
Sostuvo que educar es de suma
importancia, por lo que el propósito de cada estudiante debe ser alcanzar el
nivel de la enseñanza superior, pero al mismo tiempo “cuidar su corazón y
bondad interior”.
Al darle la bienvenida, el
rector Juan Ramón de la Fuente aseveró que en tiempos de fundamentalismos,
fanatismos e intolerancia, sea ideológica, étnica o religiosa, se debe fortalecer
nuestra capacidad de diálogo, cerrarle la puerta al pensamiento único y aumentar
la disposición para escuchar al otro.
Despojada de dogmas y abierta
a todas las ideologías, aseguró, esta casa de estudios se congratula con su
presencia.
La Universidad de la nación
mexicana refrenda con la asistencia del Dalai Lama a uno de sus recintos su
compromiso con la pluralidad y la tolerancia, su vocación pacifista y sus
ideales de equidad y justicia, aseguró.
En tanto en su conferencia
sobre Espiritualidad y Educación, el Dalai Lama puntualizó que el desarrollo de
la mente y el corazón de los jóvenes, durante el proceso educativo son
fundamentales porque la enseñanza por sí misma no garantiza la felicidad.
En la actualidad, manifestó,
se le da más atención a la enseñanza en ciencia y tecnología, pero no a
nuestros propios valores, los cuales son esenciales para el desarrollo humano.
El rector de la UNAM recibió
al Dalai Lama en el Patio Principal del Palacio de Minería, acompañado por un
grupo de estudiantes. Juntos cruzaron el pasillo central en medio de una
valla integrada por alumnas de esta casa de estudios de los diversos grados.
Al concluir la conferencia
magistral, el rector entregó al líder religioso del Tíbet la medalla
conmemorativa de los 450 años de la UNAM, mientras los alumnos le regalaron una
carta y unas flores.
Al término de su conferencia
el Dalai Lama obsequió al rector De la Fuente una cata blanca, como signo
distintivo de respeto, según lo establece la tradición budista. Luego, firmó el
Libro de Visitantes Distinguidos de ese recinto universitario.
En su conferencia, el Dalai
Lama indicó que el siglo XXI es uno de los más importantes en toda la historia.
En tanto, calificó al siglo XX como el de la muerte, con la presencia de dos
guerras mundiales y el uso de armas nucleares que ocasionaron la muerte a
muchas personas y el inmenso padecimiento de muchas más.
Ante integrantes de la Junta
de Gobierno, del Patronato Universitario y del Consejo Directivo de Fundación
UNAM; directores de facultades, centros, institutos y programas universitarios;
académicos distinguidos, funcionarios y estudiantes, consideró indispensable
que en el ámbito familiar y dentro de la sociedad misma lo fundamental “es lo
que tenemos en el corazón”, ser bondadosos y altruistas.
Esto, dijo, permite que aun
cuando haya tribulaciones la persona tendrá la capacidad de estar tranquila
para resolverlos. Pero, además, habrá felicidad, aun cuando las condiciones
económicas no sean las mejores.
En cambio, el líder religioso
del Tíbet advirtió que si el individuo siempre y sólo piensa en sí mismo, el
resultado será negativo porque el problema que se le presente destruirá su paz
interior y la armonía, lo que le generará conflictos.
Cuando la mente y el corazón
están abiertos y se tiene una actitud altruista, sostuvo Tenzin Gyatzo, se
logrará una total fortaleza interna, compasión, mayor comunicación y se
recibirán beneficios.
Antes De la Fuente le dijo el
visitantes tibetano que “su visita a esta casa de estudios nos recuerda,
asimismo, que existen lugares de encuentro comunes, a partir de la inteligencia
que permea la actitud de apertura a otras culturas y formas de pensar”.
El rector de la Universidad
Nacional recordó que como justo reconocimiento a la constante búsqueda de
soluciones pacíficas para las controversias humanas, el XIV Dalai Lama recibió
el Premio Nobel de la Paz en 1989.
El budismo tibetano que su
líder encabeza, agregó, hunde sus raíces en la historia antigua y, desde
entonces, ofrece al mundo una alternativa para su comprensión.
Luego, destacó que en la
Universidad tienen cabida las diversas creencias, ideas y convicciones que
animan a los grupos humanos y a los individuos. En la institución, abundó, son
estudiadas, con rigor y esmero, las diversas religiones del mundo, porque se
entiende que hacerlo es, en el fondo, estudiar al hombre mismo.
La historia de la humanidad,
sostuvo, es sobre todo la de las ideas. En todas las esferas de la vida humana,
son éstas las que encauzan, determinan y dan estructura a las acciones de las comunidades y de las sociedades.
Subrayó que la UNAM es una
universidad pública y laica, caracterizada por su apertura irrestricta a todas
las formas de pensar. Por su vocación universal y ecléctica, que abre sus
puertas a las culturas del mundo y se basa en el respeto pleno a las distintas
cosmovisiones, la institución ha defendido como sustento de su labor académica,
los principios de la libertad de cátedra y en la investigación.
Dijo que dos atributos
fundamentales que fortalecen los principios y las labores cotidianas de la
Universidad son la autonomía responsable y la libertad de expresión.
Tras la conferencia magistral,
el XIV Dalai Lama sostuvo un almuerzo privado con universitarios y conoció el
Mándala, elaborado por los monjes tibetanos durante cuatro días.
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Pies
de fotos
FOTO 01
El rector Juan Ramón de la Fuente y
el Dalai Lama, Tenzin Gyatzo, saludan a estudiantes de la UNAM, quienes lo
recibieron en el Palacio de Minería donde el líder religioso tibetano dictó
una conferencia magistral.
FOTO 02